se aprecia un pueblo de rostro desencajado,
desangelado y con una grave desilusión
de cuanto pasa en su país.
Por Raúl González Rivera

Ayotzinapa es el detonante que hasta pareciera esperado, para la sociedad civil en o a través de sus organizaciones, grupos sociales y siglas gremiales, estudiantiles y de la guerrilla que está latente y que cabría advertir como el signo de los tiempos que ver acrecentar la violencia, aunque ésta no debiera ocurrir más.
Hay toda una maquinaria que, quiérase que no, atiende los crímenes de lesa humanidad, como es el cometido con los estudiantes normalistas del estado de Guerrero.
Empero, lo que las cámaras televisivas, adictas al régimen gobernante, no pudieron evitar es darle difusión a los hechos registrados en Acapulco y la ciudad de México, a la par, el último fin de semana, y que los funcionarios públicos deben escuchar y no prestar oídos sordos, es que la constante de protestas y la violencia en ascenso tiene que ver con la enorme desigualdad social, el resentimiento colectivo y la violencia que se anida en cada trozo de tierra mexicana, es porque allí está, en espera de que toque su turno para reventar.
En las agresiones a palacio nacional y palacio de gobierno en Chilpancingo, lo que se vio fueron multitud de rostros sin gesticulaciones, fríos, vacíos, sin revelar ninguna emoción, aún la de quienes lanzaron bombas molotov o irrumpieron y golpearon brutalmente a policías en Acapulco.
Es inobjetable, que los gobiernos emanados de la revolución de 1910 han fallado.
La desocupación laboral, la falta de escuelas, el desmoronamiento del núcleo familiar, la iglesia que se mantiene absurdamente contra el aborto y sigue diciendo que lleguen más niños a este mundo, acrecientan la ola de la fuerza bruta, contra quien se atraviese a su paso, sin importar sexo, edades ni condiciones físicas ni materiales.
Rostros desencajados, algunos más patibularios, sin expresión alguna. Y es que el problema también aumenta porque no son diez, ni veinte ni cien los que se lanzan a la calle y arremeten, son definitivamente más y el descontento se generaliza en los distintos sectores de la sociedad.
Estábamos por cerrar estas líneas cuando, igual, a través de las redes sociales ya se condenaba el ataque a golpes, también, que sufriera en pleno corazón de Xalapa el senador perredista Alejandro Encinas, político de izquierda de toda su vida profesional, cuando degustaba un café en el restaurante propiedad de un ex regidor municipal de Xalapa.
Nadie entiende por qué la agresión a Encinas, pero luego del ataque a su persona, simplemente respondió que se trata de un grupo apoyado por funcionarios públicos priistas del gobierno del estado.
Por otro lado, este ataque presagia, sin duda, nubarrones en el escenario político, con rumbo a las elecciones federales del año 2015. Sobre todo porque como dice Uriel Flores Aguayo, nadie querrá ser candidato del PRD y sabe usted por qué, sencillo, dicho membrete partidario está muerto y mucho ayudó a conseguirlo José Luis Abarca y la mafia que le acompaña de dentro y fuera de corrillos burocráticos-políticos. Al tiempo.
* APENAS REACCIONAN
DIPUTADOS SOBRE GRÚAS
Los xalapeños particularmente se amanecieron ayer con la especie de que por fin los diputados pudieron percatarse de que los operativos que realizan las grúas en las calles de la ciudad, además de ser ilegales, no los prestan las firmas en el rubro dependientes de seguridad pública o tránsito del estado.
Afortunadamente, los excesos, abusos, prepotencia y un ejercicio rudo y sin consentimiento de los legisladores locales, han podido contener la ira de los automovilistas, quienes por cierto, desde ahora advierten que de continuar este tipo de acciones el resultado va a ser crucial para los candidatos del PRI en las urnas electorales, el próximo año de 2015.
Los ataques que lanzan los operadores de las grúas en contra de automovilistas de todos los niveles sociales y económicos, con excepción de los servidores públicos, encuentran sólo una respuesta: que son pate del complot, que un grupo de políticos mantiene en contra de la sociedad civil y que, como quiera, la explotan en sus más sentidas posesiones, como son sus automóviles y las multas, que son superiores a las que impone como infracciones la dirección de tránsito del estado.
Ya se frotan las manos sus explotadores, porque les han pedido autoridades viales, que durante los días de celebrarse los Juegos Centroamericanos y del Caribe no reparen en mientes y barran con toda su fuerza con los Automóviles que sean aparcados en los alrededores de las pistas y gimnasios y demás recintos, en donde van a tener lugar las pruebas de los atletas, pero que se trata de ofrecer el mejor rostro a nuestros visitantes, cueste lo que cueste.
Ajusta, según se cuenta el viejo refrán, de «candil de la calle oscuridad de la casa». La capital recibirá como herencia un legado deportivo, que a la postre se avejentará porque el abandono será su suerte final. Así fue durante los juegos que patrocinó el gobernador Fernando López Arias. Se remodeló el Estadio Xalapeño, construyeron los gimnasios existentes y alquilaron los servicios de un técnico alemán, porque posterior a la competición entre atletas de América Latina, las instalaciones serían dedicadas a la promoción del deporte entre los jóvenes y niños veracruzanos.
Ahora, con los centroamericanos, el gobierno ha invertido la respetable suma de 4 mil 500 millones de pesos en instalaciones.
Por cierto, para los competidores aztecas hay muy pocas posibilidades de ganar oro y plata, aunque bronce quizá ocurra.
Sobre este renglón, el deportivo, concretamente, hay la certidumbre que la competencia transcurrirá muy cerrada entre los rivales tradicionales y favoritos, como son las delegaciones de Cuba, Colombia y Venezuela.
Po lo que hace a las grúas, dicen los diputados que estudiarán su factibilidad y que de comprobarse los abusos que suelen cometer sus regenteadores, se tendrían que suspender las concesiones que se brindaron a particulares, para que en su lugar, gobierno del estado a través dela SSP y tránsito estatal, pongan en servicio su parque de grúas compradas y sostenidas por las instituciones públicas estatales dedicadas a dicho renglón.
* SE ALARGA LA LISTA DE
TIRADORES POR CURULES
Insensible una mayoría, ajena al sentir popular, pero ganones como en ningún otro sexenio anterior, son muchos los chapulines a los que se refería José Lorenzo Álvarez Montero, el magistrado del tribunal estatal electoral, son los burócratas de la política en turno que buscarán las candidaturas del ex partidazo tricolor a ocupar parte de la cámara baja del Congreso de la Unión.
Inclusive, no se trata de buscadores a los cuales los hombres del poder le deban los favores por la ocupación de sus chambas del momento.
Lo que sí saben los veracruzanos, que se trata de los «ineptos y corruptos», como los calificara el economista Rafael Arias Hernández, tan alejados de las exigencias que requiere un servicio público, como es el de ofrecer un compromiso social a toda prueba. No hay líderes naturales, tampoco hermanitas de la caridad pública. Se trata de una mayoría aplastante avariciosa y perversa en las funciones que desempeñan, ricos, porque ya lo son, no lo eran cuando ingresaron a la función pública.
Sin convicciones ni condiciones culturales que les permitan ofertar un producto, el de proponer leyes y realizar la gestión pública, es una gran parte de estos oscuros personajes, jóvenes, pero con corazones y pensamientos añejos, avejentados, por la corrosión que entraña una función que ha lastimado a la sociedad civil sobre todo, siendo que hasta un presidente de la república, el último heredero de la lucha revolucionaria de 1910, cuestionado en la superficialidad con que vivió él y sus familiares más cercanos, José López Portillo, con lágrimas en los ojos se atrevería a pedir perdón a los marginados, a los sin nada de este país.
Elizabeth Morales García, ama y lideresa del PRI estatal, asegura que son los priistas, cuando ocupan cargos de representación popular, quienes realizan las mejores faenas Y como respuesta recibió la noticia del atentado contra el alcalde de una municipalidad serrana. El deterioro de la imagen de su partido ha sido tal, como que los ciudadanos y ciudadanas han realizado las mil y una manifestaciones de protesta.
Los beneficios de la tarea pública siguen pendientes. A los municipios serranos les falta todo y a los de mediano pelo la inseguridad los mantiene contra la pared, en tanto, los alcaldes de municipalidades grandes avistan la expectativa de hacerla de chapulines, pero desde ahora, destacados son los casos de quienes aseguran que no quieren quedarse a cerrar las distintas casas municipales, que cuando las asumieron juraron que cumplirían constitucionalmente con el tiempo de ser ediles, porque el pueblo los eligió no por menos tiempo.
Lo que más pega al ciudadano común, es su bolsillo, es su seguridad, ambos conceptos fuertemente vapuleados y la desconfianza que mantienen para con los hombres del poder.
Si a ello agrega usted, que el monólogo es el elegido como forma para hacerse sentir de los titulares de las áreas públicas, para proveer del bienestar a la sociedad toda, sin distingos de ninguna especie, desde ahora el electorado no garantiza a la ex alcaldesa de la ciudad, ninguna victoria en ánforas a sus candidatos. Unas y unos porque están fuertemente tatemados por el paso de la corrupción y, otros, porque comienzan en el arte, que ya dominan, de enriquecer prontito a costa del poder que ostentan.
