Por Raúl González Rivera
Lo que se esperaba, la dirigencia nacional del PRD no renunció y sí, en cambio, el partido del sol azteca queda desmantelado de su guía moral y quien seguramente daba al partido la reciedumbre y presencia en buen número de ciudadanos mexicanos, como es el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
Sin su presencia e impacto en las trincheras del partido que hace un cuarto de siglo vio nacer su sigla al amparo de un puñado de académicos, intelectuales, políticos y ciudadanos de pensamiento muy diferente al que ostentan socios priistas y panistas, el final tenía que darlo con su renuncia a sus filas, el ingeniero Cárdenas Solórzano.
Hace 25 años, el hartazgo, como ahora, de la población mexicana había arribado a un punto culminante. Del tedio, el rechazo y la tristeza de los mexicanos no pudo contener sus aspiraciones de querer cambiar un largo tramo de 71 años ininterrumpidos bajo el régimen intolerante, como fue el PRI, que ostentó el viejo sistema de gobierno.
Fue así como sin percatarse realmente, el pueblo decidió por un folclórico político, que hablaba como el grueso de la sociedad azteca, que no leía y convocaba a que nadie más en este país leyera los periódicos, cristalizó sus ambiciones de ser presidente, con un Vicente Fox guadalupano, franciscano, y que amagaría con echar fuera de Los Pinos a los priistas.
Evidentemente, el PRD las tenía todas a su favor hasta un pasado reciente.
Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Heberto Castillo Martínez y después Alejandro Encinas, garantizaban un nuevo partido, con una ideología de izquierda, que en cualquier sistema democrático y plural cuenta en su staff de partidos políticos y lo que hace que se dé una competición justamente imparcial y abierta a una opinión pública que consolide los planes, los programas y fines, en aras de lograr el bienestar social, bandera que mueve precisamente al llamado estado de derecho, en cualquier parte del mundo civilizado.
Cárdenas representaba para el PRD la identidad, el señorío y la semblanza de un periodo de la historia del México contemporáneo. Al desaparecer su nombre de la membresía en que se convierte el perredismo nacional, queda en evidencia la izquierda nacional más sólida, pero, igual, abre el capítulo para que dicho partido, desmantelado, se afirme como el resto de grupos satélites del binomio de partidos amantes, en la lucha por los huesos públicos, como cualquier otro botín en manos de asaltantes y rateros.
Las tribus, mafias, bandas y demás, que comanda Carlos Navarrete, a la par que podrán hacerse y disfruta perversamente de las canonjías y dividendos financieros, de los cuales es pródigo precisamente el estado mexicano, igual estará paralelamente ir cerrando las puertas de un partido que nació viable vivo, pero que sus mismos socios y explotadores acabaron por hacerlo capitular y seguramente bajar el telón para encubrir sus felonías cometidas en muchos años en detrimento del pueblo de México y sus creencias políticas e ideológicas.
* ADOLFO HITLER, EN
EL CONGRESO LOCAL
El dictador austriaco-alemán Adolfo Hitler se apersona en las portentosas instalaciones que les construyó a los diputados locales el ex gobernador Dante Delgado Rannauro, ante el temor bien documentado de que los grupos sociales que supusieron que allí se erigió la casa del pueblo, algunos malvados le recomendaron a los amos de los diputados que cercaran, como los campos de concentración nazis, al recinto donde se elaboran –se sospecha– los proyectos de las diferentes legislaciones que rigen precisamente la vida democrática de los veracruzanos.
Sin embargo, los malvados seguramente le cantaron al oído de los amos del congreso, que lo cercaran con alambres de púas, que bueno que así fuera, seguramente tuvo un costo de muchos cientos de miles de pesos, que salen de los impuestos que los veracruzanos pagan al recinto legislativo, para que éste vele supuestamente por la tranquilidad de los ciudadanos, con leyes, reglamentos y de ordenamientos legales y jurídicos, para hacer de Veracruz un presunto paraíso de justicia.
Empero, hay los diputados liberales, progresistas y humanistas, que al ingresar hace días a sus instalaciones, sintieron la presencia de Hitler y hasta de Benito Mussolini, los cuales ordenaron concentrar en campos similares, rodeado de alambres de púas a sus edificaciones, a efecto de que no se salieran los cientos de miles de enemigos políticos suyos, a los que ordenaron atrapar y encerrar por el resto de sus días en esa feroces localidades.
Nomás que dichos campos de concentración operaron durante los aciagos días y años de escenificarse la segunda guerra mundial, a la que los mexicanos hicieron como que fueron y colaboraron a través del escuadrón 201, pero no más.
Empero, para la mente de los curulecos enfermizos de poder y dinero, que cuenta en sus nóminas también el congreso legislativo veracruzano, la seguridad es cosa capital, a decir de uno de ellos, quien no reparó en mientes al advertir que se cumplieron las órdenes y se enjauló la legislatura estatal, en previsión que a su edificio lleguen maestros, activistas, evangélicos, madres ecologistas, campesinos, obreros y, con el diablo metido hasta sus huesos, pretendan ingresar con violencia, la misma que les han enseñado aquellos, cuando los diputados, sin ningún rubor, escudan sus miedos y temores en las pandillas policiacas que mandan en contra de aquellos cada que reclaman, vociferan y mientan madres a los llamados padres conscriptos.
Es decir, que mucho antes que esperar y autorizar la entrada del pueblo al recinto legislativo, en lo subsiguiente, como suele ocurrir normalmente, que al cerrar sus puertas a la reclamación social, hay que encadenar y proteger a los señores diputados del ataque de los bárbaros, como algunos diputados califican a los manifestantes cada que asoman narices en dichas inmediaciones, para hacer sentir su disgusto con los legisladores.
* RECOMENDACIONES
TAMPOCO SE ESCUCHAN
Cuando menos seiscientas menores de edad, todas niñas-adolescentes, son acompañadas por su padre o madre o ambos, para registrar a sus pequeños hijos en oficinas precisamente del registro civil y no quedar sin una identidad.
Generalmente fueron estudiantes de la secundaria y otras más apenas asomaban en las aulas de los bachilleratos, cuando sin ningún control realizaron la práctica de las relaciones sexuales y fueron embarazadas.
En estas tierras de Xalapa, la suma de 600 se dice fácil, pero en una capital con las instituciones del poder público, tantas siglas dedicadas a la promoción de los valores, suelen brindar cifras en ocasiones alarmantes, porque también hoy día nacen más pequeñines que en las décadas de los 80 y 90, pero una mayoría suelen ser niñas o niños, sin padre o sin una familia integrada.
Es decir, que contrario a que se diga que en Xalapa se cuenta con el más completo ciclo de planteles escolares y de instituciones públicas y privadas, que difunden las necesidades de una planeación familiar, como también se cuenta en los hospitales públicos con las áreas de orientación familiar, su fracaso en buena medida queda en evidencia, porque si esto ocurre en la ciudad capital, qué no en los poblados con menores posibilidades de ser informados padres y madres sobre un fenómeno que está incidiendo poderosamente en nuestras localidades y centenares de comunidades que pueblan el estado veracruzano.
Expertos y estudiosos de la sicología y siquiatría infantil refieren que se trata de una situación que deriva de numerosas vertientes acerca de la forma en que vive la sociedad mexicana en estos días.
Las crisis que propician el abandono familiar, la frialdad en las relaciones entre seres humanos, virtud al uso persistente de la computadora y los demás aparatos modernos que la electrónica pone a disposición de aquellas, la pobreza, los vicios y adicciones, alejan sobremanera a los niños-niñas y adolescentes del núcleo que representa la familia y que por ende atraen la constante de que los muchachos busquen un refugio en sus semejantes, de sexo opuesto, pero sin considerar ningún control ni cuidado en el ejercicio de la práctica sexual.
La crecente cifra de nuevos nacimientos, corresponde hoy día entre menores de edad, particularmente.
Porque si bien es cierto que la institución del matrimonio hoy más que nunca afronta los retos de la inseguridad y las relaciones fallidas entre parejas, igual no es menos verdadero que la creciente ola de madres solteras, cuando se encuentran entre los 13 y 15 años de edad, sobre todo en los espacios periféricos, las escuelas de enseñanza media y superior, van al galope.
Y no existe el poder humano, menos el de sus progenitores, que pueda contener dichos eventos, siendo que las edades en que se encuentra una mayoría de estas jovencitas, no son precisamente las más aptas para que deban asumir responsabilidades y compromisos que hoy justamente tendrían que evitar, pese a que se asegura que existe una nutrida información que reciben desde todas direcciones, para evitarse consecuencias que más les van a desgraciar sus existencias, siendo muy jóvenes todavía.
Lamentablemente, todo cuanto se ha hecho para evitarse el dolor de cabeza que les provocan los embarazos a temprana edad, necesariamente han obtenido como presea un rotundo fracaso, amén, por supuesto, de que la tolerancia, apapachos y consentimiento que les prohíjan a madres menores y solteras, coadyuva en mucho al desinterés de las jovencitas para que traten de avizorar una vida plena y realizada, pero mucho antes que incurrir en los embarazos que lo mismo frustran juventudes, que aspiraciones de hacer algo en la vida, sobre todo de estas pequeñas madres de familia. Al tiempo.
EfACICO 