Abriendo Brecha: Sin Rumbo


hotel villa del marPor Héctor Saldierna Martínez

Por Héctor Saldierna Martínez, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Héctor Saldierna Martínez, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

En los últimos 15 años el gobierno federal ha utilizado una estrategia de desarrollo que no ha sido la más aconsejable. Bajo una serie de preceptos que llegaron de la mano en el gobierno de Carlos Salinas a principios de los 90, proclamaba un futuro luminoso para el país, acceso al progreso y disminución de la pobreza.

Sólo han sido argumentos que no se han reflejado al paso de los años. Estamos hablando de cerca de 25 años en donde los mexicanos no han observado una mejoría real en términos de las mayorías y el método utilizado únicamente ha creado monopolios y la riqueza se ha concentrado en unas cuantas familias.

Basta en observar una panorámica general en una ciudad para advertir que existen una serie de negocios que se repiten a lo largo y ancho del territorio nacional. Son organizaciones privadas que donde llegan evidentemente afectan empleos y con una competencia desleal, desplazan a los competidores, micros, pequeños y medianos empresarios.

No se tienen cifras oficiales, pero es evidente que el cierre de miles de farmacias en el país ha sido consecuencia de monopolios de farmacias que se han enseñoreado en poblaciones enteras de la nación.

Los centros comerciales y las tiendas de cadena, que se han extendido como virus en todo el país, también afectan a los pequeños tendajones y tiendas de abarrotes que tenían la virtud de generar el sustento de familias y generar una cadena de proveedores.

Ahora todo se restringe a poderosos grupos empresariales que van desdibujando el esfuerzo permanente y cotidiano de los micros y pequeños empresarios, sin que estos tengan ni siquiera la posibilidad de protegerse.

El estado ha reaccionado de manera complaciente. No ha establecido reglas ni mecanismos que detenga el avance avasallador de estos empresarios que van dejando muertos y heridos a su paso. Se trata de una guerra infame que no conoce más signo ideológico que el dinero.

Es decir, se ha extendido la injusticia social a través de nuestro territorio nacional y no hay ni siquiera un atisbo de inconformidad de parte de los afectados y los legisladores están más preocupados en aprobar leyes que beneficien a las grandes empresas y a los capitalistas en detrimento de la nación.

VERACRUZ PIERDE
IDENTIDAD

En estos días se ha registrado un acontecimiento que tal vez para muchos pase desapercibido. Sin embargo, el tradicional paseo de Villa del Mar, donde se encontraba el hotel Villa del Mar ha sido destruido. Fue vendido a un grupo empresarial que ahora construirá, para variar, otro centro comercial.

Parece que no existieran otro tipo de proyectos que los centros comerciales que en estos últimos años se han multiplicado por toda la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, esgrimiendo como argumento principal que ello genera fuentes de empleo.

Ciertamente es una de las ventajas que tiene. Pero no puede considerarse la panacea del empleo porque se trata de fuentes laborales precarias, que se paga poco y normalmente no brindan en general prestaciones sociales.

Aquí vendría al caso citar al Ing. Rafael Domínguez Méndez, analista social y quien falleció hace un año, quien argumentaba que lo fundamental es crear proyectos sustantivos que son lo que realmente generan riqueza.

Es decir, la transformación de la materia prima. Fabricar bienes de capital que permitan la comercialización e inclusive exportación de productos y no la tarea consumista que es lo que caracteriza nuestra economía. Precisamente las fuentes de empleo comerciales estarían en la categoría de proyectos adjetivos y que no producen economía.

Uno de los proyectos sustantivos que tenía Veracruz era Astilleros Unidos de Veracruz, la cual llegó a fabricar y reparar barcos, siendo sus ingresos considerables y generaba miles de fuentes de empleo. Una vez que el gobierno de Miguel de la Madrid determinó su extinción, se perdieron esos empleos de gran importancia.

Pero volviendo al tema de la identidad, también hace unos meses fue destruido el Hotel Playa Paraíso y el hotel Torremar que eran un referente del capital veracruzano. Ahora ahí se encuentra un nuevo centro comercial.

En el centro histórico de Veracruz se observa un detrimento de las construcciones. Hace muchos años que el Hotel Prendes se encuentra en el abandono total y, por otra parte, la zona de portales se encuentra en notorio grado de abandono. Se podría afirmar que una tercera parte de esta zona está en la ruina y abandono.

No hay preocupación en tal sentido de parte de la autoridad municipal ni de la estatal que observan impasibles como los referentes del puerto de Veracruz se van minimizando, abandonado y destruyendo, sin que haya acciones gubernamentales que propicien una mejor imagen y desarrollo.

Esto también se encuentra ligado con la preparación, sensibilidad y visión. En el caso presente de los que nos gobiernan esto parece tan sólo una efímera ilusión.proyectocentrocomercial

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