Por Ninfa Estrada Orozco

El pasado fin de semana, se llevo a cabo en Grecia una esperada jornada electoral, la cual vaticinaba el éxito de la coalición de izquierda “Syrizia” liderada por Alexis Tsipras, un joven griego, quien inició en la vida política de su país a finales de la década de los 80.
“Syrizia” ha ofrecido a los griegos terminar con el periodo de austeridad, que los ha llevado a una tremenda crisis política, social y económica. Y se ha comprometido a renegociar la deuda del país.
Grecia, al igual que otros países europeos se ha visto aquejada por dificultades económicas en los últimos años, lo que ha llevado a un gran número de ciudadanos a salir del país en busca de alternativas laborales. Además ha visto el detrimento de su sistema de salud, el aumento de problemas psicosociales entre la población, disminución de la esperanza de vida y el incremento de la corrupción, violencia, vandalismo y delincuencia, así como también el crecimiento de seguidores de ultraderecha, quienes se identifican con el neo nazismo.
Alex Tsipras, quien pacto una alianza con la segunda fuerza política del país, se ha convertido en el primer ministro de Grecia, con el respaldo y confianza de los ciudadanos. Gran labor le espera a Tsipras, para encauzar al país en todos los ámbitos.
También tendrá que encontrar el balance para gobernar con la cada vez más consolidada fuerza ultraderechista del país, quien se colocó en tercer lugar de la preferencia electoral.
Un nuevo horizonte de esperanza se abre para la vida en Grecia. Enorme trabajo les espera a todos quienes han depositado su confianza en el nuevo gobierno.
