
Por Luis Velázquez Rivera
•Juego político de Copipes
•Historias insólitas…
I

El Instituto de Pensiones de Veracruz, IPE, sigue estando en el ojo del huracán.
Muchos, tratando de raja leña del árbol caído, como reza el dicho popular.
Por ejemplo.
La nueva ley de pensiones fue aprobada por el Congreso local para garantizar la vida del IPE, y no obstante, hay solicitudes de amparo en la Suprema Corte de Justicia para invalidar los acuerdos.
Pero más aún, se trata, digamos, de un movimiento alentado desde los llamados Copipes, la comisión de pensionados que aglutina a unos 300 de los 25 mil que integran como tales el sistema pensionario.
Y dentro de ellos se dan, entre otros, los siguientes casos:
Un burócrata con apenas tres años de antigüedad, al que faltan 27 años de servicio ininterrumpido, está tocando los tambores de guerra al IPE y forma parte de las marchas.
Un académico pensionado a los 70 años, recién fallecido, nombró como heredera de su pensión a su noviecita de 20 años de edad, y desde hace un par de años la está usufructuando, lo cual significa que, mínimo, y considerando la edad de vida de unos 70 años, se entiende que la estará cobrando 50 años más, todo por haber causado la felicidad sexual del maestro fallecido.
Hay un pensionado que cobra 200 mil pesos mensuales y, no obstante, anda metido en el reality show, se ignora si para ocuparse de su tiempo vacío.
Entre los pensionados, por ejemplo, hay profesores del
El único objetivo de los Copipes con sus marchas en contra del Instituto de Pensiones es ocupar un espacio en el Consejo de Administración
sistema educativo básico que cobraban 40 horas diarias de servicio magisterial cuando, caray, el día sólo tiene 24 horas.
Y también, ellos andan metidos en las manifestaciones en contra del IPE.
De igual forma hay pensionados que se retiraron con dos, tres plazas, por ejemplo, tanto del gobierno de Veracruz como de una escuela primaria, secundaria, bachillerato y/o la UV, y con tantos privilegios y no obstante recibir el pago mensual, puntualito, depositado en su cuenta bancaria, están en el mitote.
II
El Congreso local ya aprobó la concesión por 30 años (una venta disfrazada) del SAS, Sistema de Agua y Saneamiento y están listos por más sistemas de agua en Veracruz, entre ellos, los de Xalapa, Cosoleacaque, Minatitlán y Coatzacoalcos.
Pero, además, el mismito ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, ha propuesto al IPE la venta de los hoteles Chachalacas y Xalapa, pues la ola privatizadora de los bienes públicos ha sido lanzada por el gobernador Javier Duarte.
Y entonces, también han incluido a los hoteles, que forman parte del patrimonio de los trabajadores activos y pensionados.
Por fortuna, el vocero del Frente Estatal en Defensa del IPE, Felipe, Jesús Arenzano Mendoza, ha advertido que como el gobierno de Veracruz está quebrado, ahora busca vender todo, hasta los bienes del instituto.
“Quieren dinero a costa de los derechohabientes” aseguró.
Y más ahora, cuando las arcas oficiales están quebradas y enfrentan la elección de diputados federales este año y de gobernador en el próximo.
Y, bueno, Giovanni Sartori asegura que en política quien tiene dinero… gana los comicios.
III
Según las versiones, los llamados Copipes han lanzado tanto escándalo porque los líderes desean un espacio en el Consejo de Administración del IPE, al lado del montón de dirigentes sindicales.
Quizá lo codician porque han de pensar que los miembros del Consejo se irán cabezones con algunas prebendas, las que, bueno, son inexistentes, pues en todo caso solo las hubo en el siglo anterior, cuando era lo habitual.
Acaso desean contemporizar con los líderes para, digamos, tener acceso a más canonjías sociales, cuando, caray, los pensionados tienen derecho a los mismos derechos que trabajadores activo.
El caso es que de ahí parte la efervescencia y asustando “con el petate del muerto” a otros pensionados, la llamada política del miedo, se mantienen en la pasarela mediática.
Publicado en: http://www.blog.expediente.mx/nota.php?nId=10874
