Por Raúl González Rivera
En efecto, Alfredo Magno Garcimarrero Ochoa, cuando dice que es el candidato que menos daño puede causar, hay que creerlo, porque se trata de un personaje que aun viniendo de Altotonga, su tierra natal, aquí ha forjado carrera profesional, familia y amigos.
Se trata de un veracruzano cuyas características lo alejan del tradicional político.
Preparado en el ámbito del derecho y la ciencia jurídica, ha sido académico, funcionario municipal, diputado federal y senador de la república. Recientemente perdió a su cuate de nacimiento, Alfredo Benjamín Garcimarrero Ochoa, con quien hacía un dueto también en la práctica musical, tocaban varios instrumentos, cantaban, decían chistes y ambos fueron extraordinarios críticos y finos con la sátira.
Pues bien, Magno Garcimarrero es hoy candidato del PRD y PT a la curul federal por el distrito de Xalapa Urbano.
Un buen número de ciudadanos lo avista con afecto, simpatía y reconocimiento. Se trata de un profesional maduro física e intelectualmente y con aspiraciones legítimas de hacer el papel de gestor y representante de la cámara baja al Congreso de la Unión, con la intención fija en promover un papel diferente del diputado, como gestor de obras y servicios y en su función de elaborar proyectos de leyes ad-hoc con las exigencias de la ciudadanía, sobre todo la veracruzana.
Sin el vasallaje de los recursos financieros que en esta jornada suelen invertirse en favor de los candidatos del partido que hegemónicamente se impone en este país, Garcimarrero se ha propuesto realizar una campaña tocando en cada puerta del pueblo xalapeño y rendirle el compromiso de llevar en alto el nombre de Xalapa a la representación de la cámara baja al Congreso de la Unión.
Garcimarrero será un candidato de no pleitos callejeros ni quintopatieros. Confiable, sí, y abierto a escuchar de la ciudadanía sus principales retos y preocupaciones.
Está consciente que en este, como en anteriores procesos electorales, el anuncio consistente en que vigilarán autoridades electorales los comicios, sale sobrando, pues siempre ganan los mismos. Esto dijo a los chicos de la prensa, al anunciar su abanderamiento con los colores del PRD y el PT. En el seno universitario cuenta con los votos suficientes para poder vencer en esta justa al más pintado o pintada de los candidatos priistas.
Garcimarrero seguramente aprovechará que el cobro de facturas bien podría hacer perder curules a los socios del viejo régimen. Esperemos.
* SERVICIOS DE TRANSPORTE
PÚBLICO, DESASTROSOS
Los servicios del transporte público constituyen una ampliación de las deplorables condiciones que exhibe el pavimento de un 80 por ciento de las calles y avenidas de la ciudad capital.
A la par de las condiciones muy lamentables del pavimento hidráulico y el asfalto de las calles, inclusive que forman el casco histórico de la capital, se cuenta con un servicio de transporte humano en pésimas condiciones.
Se habla que la cifra de taxis anda en los ocho mil quinientos automóviles, un sesenta por ciento adolece de condiciones para asegurar una travesía cómoda y confortable a sus usuarios.
Empero, una cantidad enorme de taxis exhiben neumáticos lisos, hojalatería con golpes, colores diversos, perdiendo su uniformidad, los interiores desechos, pestilentes y generalmente sucios. Salvo la mayoría de unidades del servicio de radio taxis, el resto deja mucho que decir.
No se diga las latas de sardina en que se encuentran convertidas las unidades que forman parte del servicio colectivo de pasajeros.
La construcción de rúas de alguna consistencia y cuatro carriles, sólo se dieron con los gobernadores Antonio M. Quirasco, las avenidas Ávila Camacho y 20 de Noviembre, y con Rafael Hernández Ochoa, las Américas, y con Agustín Acosta Lagunes las avenidas Ignacio de la Llave y Circunvalación, ahora Lázaro Cárdenas. Los viejos gimnasios y la Escuela Normal Veracruzana se edificaron con el gobernador Fernando López Arias, la mayor parte de instalaciones de la Universidad Veracruzana surgieron con el gobernador Marco Antonio Muñoz Turnbull.
Empero, los servicios públicos consistentes en calles, pavimentos, asfaltos, tuberías de agua potable y camiones y taxis para pasajeros, corresponden a los que exhibe una ciudad avejentada por el paso del tiempo y el abandono en que los han dejado caer los cuerpos edilicios a lo largo de los últimos cincuenta años cuando menos.
En cambio, ha surgido una fila de fraccionamientos residenciales en donde se yerguen fastuosas residencias que habitan funcionarios públicos del momento, o que pertenecen a ex servidores públicos de no más allá de doce años.
Mansiones que en sonados ejemplos corresponden a ex funcionarios de medio pelo, pero sus viviendas se asemejan a las del tío rico Mc Pato, el de los cuentos de aventuras, o cualquiera de los chicos malos, que han tenido que devolverlas tras las indagatorias que realizan autoridades ministeriales. Bueno, un ex modesto servidor del sector agropecuario cuenta una casita que ocupa una manzana, armoniosas formas de la arquitectura moderna y que incluye alberca y portones eléctricos que cubren las tres entradas con automóvil de la casita.
* GASODUCTO CON O SIN
PERMISO DE NADIE
El poder económico contra la ciudadanía, podría titularse la batalla por el gasoducto que cruzará gran parte del estado de Veracruz con miras a satisfacer las exigencias de un puñado de hombres de empresa.
A los ricardos, obviamente no les interesan las cuestiones de un ambiente sano, cero riesgos.
La dependencia responsable o irresponsable de otorgar los permisos, ya lo hizo, sólo resta iniciar los trabajos, que en no mucho tiempo va a quitar hasta el sueño a las mayorías que verán cruzar toda una gama de tuberías bajo los pavimentos y asfaltos de sus calles, si no es que en algunos casos hasta de sus casas, bajo el sobado compromiso de repararlas posteriormente o darles alguna mordida para callar y dejar pasar.
En Coatepec, el alcalde dijo que tendrían que pasar antes por su cadáver, porque no permitiría que se atente contra el medio ambiente y menos contra la salud de sus gobernados. Roberto Pérez ha destacado en repetidas ocasiones que el gasoducto no será construido, se caiga quien se caiga.
En Xalapa, el alcalde apuntó que dicho tema tendría que ser sometido a debate con las fuerzas vivas de la ciudad.
Lo cierto es que ya está autorizada la gigantesca obra, pues el gasoducto pasará por debajo de poco más de la mitad del territorio veracruzano, para poder satisfacer las necesidades de gas para numerosas empresas entre las cuales destacan súper mercados, consorcios dedicados a la venta de comestibles, automóviles y otros giros eminentemente empresariales e industriales.
Sin embargo, es la hora en que ni los Congresos federal y local, como tampoco las organizaciones civiles y no gubernamentales, han recibido una sola información o notificación al respecto. Nomás las firmas contratantes del gasoducto lo saben con pelos y señales.
Obviamente, es una costumbre que cuando se trata de asuntos que tienen que ver con el medio ambiente, surgen numerosas interrogantes, las cuales suelen dejarlas sus explotadores en el limbo, en tanto la gente sencilla del pueblo tiene que arremangarse las camisas y aceptar lo que viene.
La sociedad está para no aceptar y la autoridad para imponer, bonita democracia, pero nomás remember los casos de las famosas presas que se pretenden construir en aguas de Jalcomulco y Úrsulo Galván, la mina que se quiere abrir en la zona costera de Veracruz y ahora el gasoducto. Tanta belleza nadie seguramente se la imaginaba con el arribo del cambio climático, también producto de una necedad oficial y el cambio de horario, al cual siguen muchos sin poderse adaptar.
EfACICO 