Por José Luis Pérez Cruz
Hoy las nuevas reglas electorales han limitado sustancialmente las campañas negras en el Distrito XI, al menos en el discurso y en la publicidad de la estática.
En la radio y en la televisión se vive otra historia. Mucho trabajo ha tenido el INE en los reclamos de spot de algunos partidos quienes con poca creatividad han evadido las limitaciones legales de la confrontación sobre el actuar de candidatos y partidos.
La falta de fiscalización electoral publicitaria del internet ha convertido este espacio en la arena favorita para desnudar el pasado o presente de ilícitos financieros, amatorios y políticos de muchos candidatos.
Aquí en Coatzacoalcos, Agua Dulce y Nanchital sigue la andanada contra el aspirante priista Rafael García Bringas, quien ayer precisamente estaba en la ciudad de México para que su partido constatara su probidad.
García Bringas fue a la capital del país a la aplicación de pruebas toxicológicas, sicométricas y del polígrafo.
El tricolor “revisa” a más de 600
candidatos, incluyendo a los
suplentes y los plurinominales.
Según datos del PRI los candidatos deberán someterse a tres procesos. La primera consiste en un examen de detección de iris del ojo, parecido al del polígrafo, en el que se realizan preguntas para observar la dilatación de la pupila y descubrir si el aspirante miente.
El segundo examen es toxicológico en el que se buscarán, a través de una muestra de saliva, restos de cocaína, mariguana, anfetaminas y opiáceos.
Finalmente, los candidatos deben tomar un examen psicométrico para detectar el grado de «honestidad y apego a valores…»
El PRI ha dicho que aunque ya registrados los contendientes «si aparecieran elementos que significaran una dudosa reputación u honestidad; se tomarán las medidas oportunas para en su caso y si se requiere, decidir la sustitución respectiva…»
Es decir el PRI no quiere ni mentirosos, ni drogadictos, ni deshonestos.
¿Usted cree qué pasen los exámenes?
Hay aspirantes en el sur que, sin duda, reprobarían las pruebas y no se diga de sus suplentes.
Sería histórico que el PRI dejará fuera de la contienda algún aspirante por mentiroso. Cuando en muchos casos parece ser la esencia del priista.
De ajustarse a sus reglas se quedarían sin aspirantes en varios distritos.
A favor de ellos está que el partido no revelará los resultados. Así que todo es pura simulación y que siga la fiesta por los votos.
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