Jalisco: El aparato de poder, al servicio del narco


por Ricardo Ravelo Galo

mencho

           

            —Al desnudo la estructura criminal de El Mencho

           —Tony Duarte, financiero de Aristóteles Sandoval, operador de El Mayo Zambada.

           —Las razones por las que asesinaron a Jesús Gallegos, secretario de turismo del estado.

Por Ricardo Ravelo, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Ricardo Ravelo, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha expandido su poder por todas partes. Bajo el liderazgo de Nemesio Oseguera, El Mencho, un personaje harto violento y sanguinario, este grupo criminal mantiene bajo su control al menos a ocho estados del país y su nombre ya forma parte de los archivos especiales de la Drug Enforcement Administration (DEA).

Además de Jalisco –donde está muy bien protegido –Oseguera opera en Guerrero, Michoacán, Colima, el Estado de México, Veracruz, Puebla e Hidalgo.

En todas estas entidades el capo goza de protección policiaca y política, lo que en parte explica por qué en menos de un lustro ha expandido el poder de su organización a grado tal que parece un narcotraficante intocable.

En Jalisco este grupo se afincó entre 2011 y 2013, pero su etapa de esplendor comenzó cuando el actual gobernador del estado, Aristóteles Sandoval, asumió la gubernatura, a principios de 2013. Desde entonces, el cártel de Jalisco, brazo de Sinaloa, se convirtió en una suerte de imperio criminal.

Mediante un letal poder corruptor y un despliegue de violencia que ya dio muestra de su poder –derribaron un helicóptero oficial y no se duda de que disponen de armamento hasta para tumbar aviones comerciales –El Mencho tiene en su nómina al 80 por ciento de los cuerpos policiacos de Jalisco.

No sólo eso: tan protegido está por el gobierno de Aristóteles Sandoval que, incluso, se ha dado el lujo de colocar a su futura nuera –novia de uno de sus hijos– en un área estratégica del gabinete estatal: la secretaría de gobierno.

Nemesio Oseguera dio muestras de su poder criminal a los nueve días de que Aristóteles Sandoval tomó posesión como gobernador de Jalisco. Sandoval ganó por amplia ventaja a sus opositores, pero arribó al poder cuestionado porque, según se sabe, el cártel de Sinaloa financió parte de su campaña política.

De acuerdo con expedientes oficiales, Aristóteles habría pactado impunidad y protección a un empresario conocido como Tony Duarte, cuyos antecedentes son ampliamente conocidos en la DEA y en la Procuraduría General de la República (PGR). Duarte, de acuerdo con la información consultada, tiene un jefe superior: Ismael El Mayo Zambada.

Nueve días después de que Aristóteles asumió el poder –los festejos con mujeres y sustancias raras aún continuaban –cuando los cuernos de chivo y otras armas de alto poder apuntaron hacia el secretario de turismo del estado: Jesús Gallegos Álvarez, quien fue ejecutado a dos cuadras de la “Casa Jalisco” –residencia del gobernador –después de sostener una reunión de Gabinete.

Según el expediente de este caso, El Mencho, recibió información secreta, presuntamente de áreas de inteligencia del más alto nivel, de que Jesús Gallegos estaba relacionado con el cártel de los Caballeros Templarios.

También le dijeron que Gallegos estaba preparando el terreno para “brincar” a un área de inteligencia de la Policía Federal, en la Ciudad de México, y que a través de diversas empresas que servían como escaparate estaba lavando dinero del narcotráfico, en particular del cártel que encabezaba Servando Gómez, La Tuta.

Las alarmas se encendieron dentro de la organización criminal de Oseguera, quien comenzó a preparar el secuestro de Jesús Gallegos: a través de una red de halcones (espías), Gallegos era seguido a todas partes. Mediante radios Nextel los sicarios mantenían informado al Mencho de los movimientos de su víctima: que va circulando por la calle Patria, que ahora se detuvo en una cafetería, que se dirige hacia la Casa Jalisco, que ya entró a su oficina…

Un día, según cuenta uno de los sicarios que participaron en el asesinato, un gatillero intentó entrar a la oficina de Gallegos para asesinarlo. Oseguera calculó que la operación corría riesgos y optó por esperar.

En realidad el temor que Oseguera –y el cártel de Sinaloa –sentían era porque LosCaballeros Templarios amenazaban con ocupar la plaza de Jalisco. Fue por ello que el capo mayor ordenó que eliminaran a Gallegos, quien fue ultimado a tiros el 9 de marzo de 2013 en Guadalajara.

El expediente de este caso da cuenta del tamaño del cártel que encabeza El Mencho, con una sólida estructura en Jalisco. Jonathan García García, conocido como John perro, quien resultó testigo clave de este asunto, relata que empezó en el cártel de Jalisco como vendedor de droga y pronto llegó alto en el escalafón del grupo criminal.

Se encargaba, dijo, de brindar apoyo a los dueños de los negocios cuando tenían problemas con el gobierno. Sus ingresos subieron como la espuma: llegó a ganar hasta 120 mil pesos diarios.

A partir de la posición que alcanzó, también comenzó a realizar ejecuciones de personas contrarias al CJNG y a “levantar” (secuestrar) a quienes, según la banda criminal, andaban “chapulineando”, es decir, a quienes intentaban pasarse con los contrarios.

Según su dicho, la estructura del cártel de Jalisco es muy sólida: El Mencho es el jefe y controla las finanzas; cuenta con grupos de choque y una red de protección amplia, conformada por sicarios.

En la capital tapatía, según el declarante, el jefe de la plaza es Daniel Quintero Riestra, conocido como El Dany Quintero. Este personaje se encarga del control administrativo de la célula que opera en Guadalajara, el reclutamiento de nuevos miembros, distribución de droga y eventualemente también gira órdenes de ejecutar a una que otra persona.

Su mano derecha es Gregorio Pelayo Jiménez, El Camarón, un exagente judicial encargado de vigilar a los que trabajan para el cártel y a quienes ya están en contacto con la organización.

Según el declarante, en el organigrama del CJNG también opera otro expolicia judicial apodado El Padilla, “quien arregla las broncas de gente del cártel cuando son detenidos”. Este sujeto, dice el testigo, pasa información sobre los operativos que se van a realizar en algunas de las colonias que controla El Dany Quintero.

El tal Padilla, añadió, “también se encarga de que las policías investigadoras, agentes del Ministerio Público y cualquier otro personal que se requiera, a cambio de un saludo (esto quiere decir otorgando una suma de dinero) se presten para pasarle información al CJNG.

De acuerdo con el expediente, Padilla también tiene otras funciones: es el responsable de liberar al personal laboral del cártel cuando caen presos. Y esto lo realiza a cambio de “pagos millonarios“ a las policías de Jalisco.

Los hechos de violencia suscitados a partir del mes de abril y los primeros días de mayo en Jalisco dan cuenta del poder que ostenta Oseguera, quien hoy es el capo más buscado por las fuerzas federales, pero también el más protegido por las corporaciones policiacas de esa entidad, las que no sólo escoltan al narcotraficante sino que también le otorgan protección a las cientos de narcotienditas que operan al amparo del poder estatal.

           

            —Al desnudo la estructura criminal de El Mencho

           —Tony Duarte, financiero de Aristóteles Sandoval, operador de El Mayo Zambada.

           —Las razones por las que asesinaron a Jesús Gallegos, secretario de turismo del estado.

El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha expandido su poder por todas partes. Bajo el liderazgo de Nemesio Oseguera, El Mencho, un personaje harto violento y sanguinario, este grupo criminal mantiene bajo su control al menos a ocho estados del país y su nombre ya forma parte de los archivos especiales de la Drug Enforcement Administration (DEA).

Además de Jalisco –donde está muy bien protegido –Oseguera opera en Guerrero, Michoacán, Colima, el Estado de México, Veracruz, Puebla e Hidalgo.

En todas estas entidades el capo goza de protección policiaca y política, lo que en parte explica por qué en menos de un lustro ha expandido el poder de su organización a grado tal que parece un narcotraficante intocable.

En Jalisco este grupo se afincó entre 2011 y 2013, pero su etapa de esplendor comenzó cuando el actual gobernador del estado, Aristóteles Sandoval, asumió la gubernatura, a principios de 2013. Desde entonces, el cártel de Jalisco, brazo de Sinaloa, se convirtió en una suerte de imperio criminal.

Mediante un letal poder corruptor y un despliegue de violencia que ya dio muestra de su poder –derribaron un helicóptero oficial y no se duda de que disponen de armamento hasta para tumbar aviones comerciales –El Mencho tiene en su nómina al 80 por ciento de los cuerpos policiacos de Jalisco.

No sólo eso: tan protegido está por el gobierno de Aristóteles Sandoval que, incluso, se ha dado el lujo de colocar a su futura nuera –novia de uno de sus hijos– en un área estratégica del gabinete estatal: la secretaría de gobierno.

Nemesio Oseguera dio muestras de su poder criminal a los nueve días de que Aristóteles Sandoval tomó posesión como gobernador de Jalisco. Sandoval ganó por amplia ventaja a sus opositores, pero arribó al poder cuestionado porque, según se sabe, el cártel de Sinaloa financió parte de su campaña política.

De acuerdo con expedientes oficiales, Aristóteles habría pactado impunidad y protección a un empresario conocido como Tony Duarte, cuyos antecedentes son ampliamente conocidos en la DEA y en la Procuraduría General de la República (PGR). Duarte, de acuerdo con la información consultada, tiene un jefe superior: Ismael El Mayo Zambada.

Nueve días después de que Aristóteles asumió el poder –los festejos con mujeres y sustancias raras aún continuaban –cuando los cuernos de chivo y otras armas de alto poder apuntaron hacia el secretario de turismo del estado: Jesús Gallegos Álvarez, quien fue ejecutado a dos cuadras de la “Casa Jalisco” –residencia del gobernador –después de sostener una reunión de Gabinete.

Según el expediente de este caso, El Mencho, recibió información secreta, presuntamente de áreas de inteligencia del más alto nivel, de que Jesús Gallegos estaba relacionado con el cártel de los Caballeros Templarios.

También le dijeron que Gallegos estaba preparando el terreno para “brincar” a un área de inteligencia de la Policía Federal, en la Ciudad de México, y que a través de diversas empresas que servían como escaparate estaba lavando dinero del narcotráfico, en particular del cártel que encabezaba Servando Gómez, La Tuta.

Las alarmas se encendieron dentro de la organización criminal de Oseguera, quien comenzó a preparar el secuestro de Jesús Gallegos: a través de una red de halcones (espías), Gallegos era seguido a todas partes. Mediante radios Nextel los sicarios mantenían informado al Mencho de los movimientos de su víctima: que va circulando por la calle Patria, que ahora se detuvo en una cafetería, que se dirige hacia la Casa Jalisco, que ya entró a su oficina…

Un día, según cuenta uno de los sicarios que participaron en el asesinato, un gatillero intentó entrar a la oficina de Gallegos para asesinarlo. Oseguera calculó que la operación corría riesgos y optó por esperar.

En realidad el temor que Oseguera –y el cártel de Sinaloa –sentían era porque LosCaballeros Templarios amenazaban con ocupar la plaza de Jalisco. Fue por ello que el capo mayor ordenó que eliminaran a Gallegos, quien fue ultimado a tiros el 9 de marzo de 2013 en Guadalajara.

El expediente de este caso da cuenta del tamaño del cártel que encabeza El Mencho, con una sólida estructura en Jalisco. Jonathan García García, conocido como John perro, quien resultó testigo clave de este asunto, relata que empezó en el cártel de Jalisco como vendedor de droga y pronto llegó alto en el escalafón del grupo criminal.

Se encargaba, dijo, de brindar apoyo a los dueños de los negocios cuando tenían problemas con el gobierno. Sus ingresos subieron como la espuma: llegó a ganar hasta 120 mil pesos diarios.

A partir de la posición que alcanzó, también comenzó a realizar ejecuciones de personas contrarias al CJNG y a “levantar” (secuestrar) a quienes, según la banda criminal, andaban “chapulineando”, es decir, a quienes intentaban pasarse con los contrarios.

Según su dicho, la estructura del cártel de Jalisco es muy sólida: El Mencho es el jefe y controla las finanzas; cuenta con grupos de choque y una red de protección amplia, conformada por sicarios.

En la capital tapatía, según el declarante, el jefe de la plaza es Daniel Quintero Riestra, conocido como El Dany Quintero. Este personaje se encarga del control administrativo de la célula que opera en Guadalajara, el reclutamiento de nuevos miembros, distribución de droga y eventualemente también gira órdenes de ejecutar a una que otra persona.

Su mano derecha es Gregorio Pelayo Jiménez, El Camarón, un exagente judicial encargado de vigilar a los que trabajan para el cártel y a quienes ya están en contacto con la organización.

Según el declarante, en el organigrama del CJNG también opera otro expolicia judicial apodado El Padilla, “quien arregla las broncas de gente del cártel cuando son detenidos”. Este sujeto, dice el testigo, pasa información sobre los operativos que se van a realizar en algunas de las colonias que controla El Dany Quintero.

El tal Padilla, añadió, “también se encarga de que las policías investigadoras, agentes del Ministerio Público y cualquier otro personal que se requiera, a cambio de un saludo (esto quiere decir otorgando una suma de dinero) se presten para pasarle información al CJNG.

De acuerdo con el expediente, Padilla también tiene otras funciones: es el responsable de liberar al personal laboral del cártel cuando caen presos. Y esto lo realiza a cambio de “pagos millonarios“ a las policías de Jalisco.

Los hechos de violencia suscitados a partir del mes de abril y los primeros días de mayo en Jalisco dan cuenta del poder que ostenta Oseguera, quien hoy es el capo más buscado por las fuerzas federales, pero también el más protegido por las corporaciones policiacas de esa entidad, las que no sólo escoltan al narcotraficante sino que también le otorgan protección a las cientos de narcotienditas que operan al amparo del poder estatal.

Publicado en: http://www.revistavariopinto.com/vblogger.php?id=276&secc=6&titulo=jalisco-el-aparato-de-poder-al-servicio-del-narco

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