PosData: Una tumba llamada Reynaldo Escobar


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Reynaldo Escobar Pérez. Absoluta discrecionalidad

Por Luis Velázquez Rivera

Por Luis Velázquez Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Luis Velázquez Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana (Desde el puerto de Veracruz)

Muchos vericuetos sórdidos y revolcados de la política conoció Escobar Pérez como diputado local, alcalde, secretario General de Gobierno y procurador de Justicia

Pero es un político con una alta discrecionalidad que nunca, jamás, revelará tales secretos

Muchos secretos de la política guarda en su archivo mental Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez, exprocurador de Justicia, exsecretario General de Gobierno, expresidente municipal de Xalapa y exdiputado local.

Lo bueno es que el académico durante más de 20 años de la facultad de Leyes de la Universidad Veracruzana, que también fuera líder regional del FESAPAUV, es una tumba.

Y nunca habla.

Quizá algún día escriba sus memorias, que serían un best seller, pues muchas cosas agradables; pero también desagradables, habrá vivido.

Por ejemplo:

Aquellos días de persecución con el Movimiento de los 400 Pueblos en contra de Miguel Ángel Yunes Linares.

El libro aquel intitulado “El perro” que fue como un fantasma siniestro atrás de su campaña de candidato panista a gobernador.

El beso del diablo con el caso del líder petrolero nacional, Carlos Romero Deschamps, en contra de Pablo Pavón Vinales, encarcelado en Minatitlán, su pueblo, desde donde soñaba con seguir el ejemplo de su tlatoani y gurú Sebastián Guzmán Cabrera.

El caso de la tuitera internada en el penal de Pacho Viejo, con otro colega.

El caso del reportero privado de su libertad confinado en el penal de Pacho Viejo, donde alternó con una veintena de malosos.

El caso de los 35 cadáveres tirados en el paso a desnivel de la avenida Adolfo Ruiz Cortines cuando aquella cumbre nacional de procuradores de Justicia y de presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia.

El caso de varios reporteros secuestrados, desaparecidos y asesinados.

Entre otras cositas.

UN POLÍTICO CON DOBLE ZÍPER

Por fortuna para las elites políticas de Veracruz, Escobar Pérez tiene un doble zíper y soslaya con inteligencia hablar de los temas espinozosos.

Y, por el contrario, mira pa’lante, consciente y seguro de una realidad avasallante: muchos habrán quedado resentidos y nada fácil sería que los familiares pudieran cobrar la fractura algún día en el año menos imaginado.

Por eso mismo, oh paradoja, la mayor parte de su vida un hombre público ahora vive reducido a una insólita vida privada.

Ya quisieran muchos priistas y panistas y perredistas haber escalado tantos peldaños de manera seguida, ininterrumpida, siempre hacia arriba.

Y, al mismo tiempo, tener la garantía de su alta discrecionalidad.

EL MUNDO SÓRDIDO Y REVOLCADO QUE CONOCIÓ…

Como diputado local fue de un partido opositor al partido oficial en Veracruz.

Como alcalde también llegó por un partido opositor, el PRD y tal cual se manejó con tanta habilidad, talento, inteligencia y audacia que pasó a la Secretaría General de Gobierno.

Así, se convirtió en el dos de palacio y jefe del gabinete político que muchas tareas, incluso para resbalar en terreno peligroso que le fueron encomendadas por el jefe máximo, y aun cuando las cumplió al pie de la letra, nunca, jamás, las reveló ni confió ni siquiera, vaya, a su sombra.

En la procuraduría fue la cúspide de la discrecionalidad.

Muchas cosas contrarias a la ley, digamos, pudo haber cometido.

Pero de igual manera nunca reveló el mundo sórdido que le correspondió vivir en meses más revolcados y turbulentos.

Si Reynaldo Escobar escribiera un libro y se confesara con toda la crudeza de los hechos que le correspondió vivir el libro sería un bet seller de ciencia política porque, digamos, nadie saldría bien librado.

Nadie mentiría si se dijera que sus grandes secretos políticos se los llevará a la tumba, pues va para más de dos años fuera del quehacer político político y todo el infierno por donde caminó nunca ha sido conocido.

UN GRAN PLUS POLÍTICO

Claro, más, mucho más ganaría la población electoral, el ciudadano, el contribuyente, si Escobar escribiera el libro, donde incluyera, digamos, y suponiendo como hipótesis, los documentos y grabaciones textuales que ha de tener, de igual modo como era la fama pública de Fernando Gutiérrez Barrios cuando en su extensa y larga travesía en las diferentes oficinas desde la Dirección Federal de Seguridad, Gustavo Díaz Ordaz presidente, hasta la Secretaría de Gobernación, Carlos Salinas, solía tomar copia de todos los documentos y los enviaba a su gigantesca caja de seguridad.

Y, bueno, a la fecha, nunca se ha conocido el archivo de Gutiérrez Barrios como tampoco el de Reynaldo Escobar, pues ambos fueron tocados por el mismo don de la discrecionalidad.

Y la lealtad a cada jefe máximo con quienes trabajaron.

Un gran plus político para ellos que blinda por completo, y en el caso de Escobar Pérez, a quienes fueron sus jefes, a saber, Fidel Herrera y Javier Duarte.

Publicado en: http://www.blog.expediente.mx/nota/12782/portales-de-noticias-de-veracruz/una-tumba-llamada-reynaldo-escobar

 

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