por Francisco Blanco Calderón
La escenografía político-electoral es sumamente deprimente en Veracruz. Acusaciones, testimonios, denuncias de “chamacada vestidos de rojo” abordan a los usuarios en los OXXOs, Soriana y Walmart solicitando credenciales del IFE a cambio de “sobres con billetes”. (El Reforma refirió devolución, de mujer indignada, con sobre de tres mil pesos). Promesas de contratos de obras a constructor opositor. Entregas de despensas, gorras, camisetas, paraguas, materiales de construcción, láminas al por mayor, en colonias populares, afuera de las escuelas, cerca de los mercados y casa por casa. Publicidad engañosa en carteles, desplegados periodísticos, paredes de baldíos, panorámicos “carreteros”, spots de radio, presencia en televisoras locales de candidatos que disfrazan su ambición y sueñan con las comilonas y el chupe de lujo, viajes, servicio médico especializado, sueldos a asesores que hagan lo que no saben hacer.
Aspirantes a diputados para levantar el dedo, jugar con la tablet, enviar constantes SMS, dormitar plácidamente. Cubiertos de fuero con salarios y viáticos que rebasaran los dos millones al año, más lo que se acumule por su sumisión al autorizar uso del francking, la explotación de la mineras e hidroeléctricas, el robo a la propiedad ejidal, represión a las movilizaciones sociales de una población empobrecida.
Chapulines que invadieron de bares y cantinas sus municipios, que se engolosinaron con doble facturación de obra urbana o se saciaron de ingresos por multas e impuestos. Candidatos de diputaciones recién salidos de la administración pública o de congresos locales, ansiando treparse al carro de la bonanza gubernamental en los próximos dos, cuatro o seis años.
Envilecidos en la práctica política, propia o familiar, denunciados por cohechos, saqueos al erario público, moches, cochupos, mordidas y dadivas de políticos, empresarios o líderes sindicales. Candidatos de partidos que desquiciaron la vida económica nacional, trastocando la estabilidad social como cómplices del desastre de la entidad.
Aspirantes a curules federales por la vía del voto comprado o la vía pluri, del dedazo de algún patriarca. Miembros, sin duda, de partidos: rojos, verdes, azules o amarillos. Cínicos camaleones que engañan, mienten, compran, roban, corrompen para integrarse a la élite descompuesta desde una silla camaral.
El affaire de Lorenzo Córdova, presidente del INE, en el audio grabado, clandestinamente, con metodología clásica del priismo más aberrante. Ese que, en complicidad con el PAN, compró las cintas de Ahumada, que tanto beneficiaron a su hoy viuda y digna heredera de laGordillo. Hoy lo hacen para proteger al “Verde que te quiero verde”, por los más de 500 millones de pesos en multas, que ¿serán cubiertos? de recursos cuyo origen nunca se sabrá, pero ese audio, curiosamente, logró reducir de 12 a 3 días los spots radiales y mandar a la congeladora la discusión y análisis de las más de 140 mil firmas que exigían retirar el registro al partido del avispón. Ese que el PRI adoptó, para irse retirando de la escena política como tricolor y aparecer fresco, juvenil y feminista como verde corruptor. Un verde que encabezará la contienda del 2018 con dos candidatos, el “cara de bobo” gobernador de Chiapas, con todo y consorte televisivo o el “niño muerde” de los reventones con féminas, lanzadas al vacío o envíos constantes al torito.
Una lucha intestina por el poder, Televisa y Azteca dedicaron más de media hora en horario estelar para crucificar el lepero racismo del autor de multas al verde envilecido. López Doriga y Alatorre se desvivieron en criticar al muchacho inexperto, solo les faltó entrevistar al Sub Marcos, hoy Galeano, y así reivindicar los más de 500 años de conquista, anulación de una cultura. Esos en el que la iglesia católica facilitó el exterminio de indígenas paraevangelizarlos, seis veces mayor al Holocausto de hace setenta años.
Los políticos veracruzanos copian o se someten al modelo institucional. Al indígena le dan la vuelta, le hacen “fuchi”, esconden la morralla, o miran el seno descubierto de la mujer amantando a su niño, como si fuera un video porno de “youtube”. Racistas por excelencia, propician, toleran la represión a las movilizaciones de los mexicanos desplazados, explotados provenientes de la selva, del campo o de las colonias populares. Se coluden a los grandes capitales e intereses.
El cinismo de la política permite juntar a Calderón y a Peña Nieto para ir en contra del Bronco que los rebasa en Nuevo León. O de movilizar al mañoso Beltrones, para salvar a su candidata en Sonora. O enviar a senadores para rescatar la contienda en Querétaro. Asignar a Fidel al Oaxaca cercano, para apoyar, maletín en mano, a la Carolina de Tuxtepec. (Por cierto expulsada de la colonia Los Pájaros). O el otro Fidel, que vistió de verde a los Tiburones para perder en la borrachera futbolera. O lo más cínico, Laura, la peruana, enviada por Televisa, apresurada para explotar las miserias en torno al asesinato del niño chihuahuense por menores de edad.
Es un problema de cultura (¿Cómo la corrupción?), si grabáramos las conversaciones en los comedores del congreso o en los cafés de zonas residenciales encontraríamos expresiones racistas, homofóbicas, discriminatorias de la pirruriza política o la clasemediera high society de la Polanco, Costa de Oro, Animas, Paraíso o del Valle neolonés. Reflejo claro de esos valores.
Guadalupe Loaeza, lo dijo bien en Reforma “¿Sabes por qué lamenté tanto tus dichos, Lorenzo? En primer lugar porque a pesar de –ser- muy joven, te di el beneficio de la duda. Y en segundo, porque estas declaraciones no las dijo el típico político ignorante y prepotente, no las dijo una persona apolítica que no sabe lo que sucede en su país, ni tampoco las dijo un delincuente; las dijo un abogado de la UNAM, un doctor por la Universidad de Turín cuya trayectoria está relacionada con derecho constitucional y el derecho electoral. Las dijo un ex investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, un profesor de la Facultad de Derecho, docente del CIDE…Y finalmente porque las dijo el hijo de un amigo mío y que admiré mucho cuando ambos colaborábamos en La Jornada, Arnaldo Córdova, un gran politólogo e historiador, autor nada menos que de la ideología de la Revolución Mexicana y gran luchador por la democracia. Por eso tus declaraciones me lastimaron aún más. Como bien dices en la grabación: “No mames, cabrón, está de pánico, cabrón. O acabamos muy divertidos o acabamos en el siquiatra de aquí, cabrón”… ¡Tú dices, Lorenzo!”.
Todo este teatro para rescatar de multas, distraer el riesgo de perder el registro a escasos días de la contienda, darán resultados inesperados. El colmo hasta un partido de futbol el día de las elecciones. Ojala y sea para que se vayan al carajo.
Adormecer, comprar, adiestrar promotoras contra el hambre, portar maletines de dinero, los de la política emputecida o usar jilgueros adiestrados en periódicos, noticieros de radio y televisión y sobre todo contratar a cientos, miles de “cibernautas” que invadan espacios en redes sociales para pedir la renuncia de Lorenzo, es estrategia para no perder la mayoría disciplinada y envilecida en la próxima Cámara de Diputados. Nada contra el verde, Ellos, ”los casas blancas”, ahora comprobamos que son muchos, contra Marcelo.
EfACICO 