* EL LIBRAMIENTO
CAMBIÓ A PEROTE
Por Raúl González Rivera

El libramiento que atraviesa territorio de Jilotepec, que le trajo como consecuencias que el uso de su suelo haya dejado de ser para la agricultura y otros cultivos, también acabó parcialmente con la vida económica cotidiana de Perote.
Los habitantes de la ciudad de las manzanas, los ciruelos, las peras y las mazorcas de maíz, se lamentan de la construcción del libramiento, con el cual, además, salieron las líneas de autobuses foráneos de pasajeros como es el ADO y AU con boleto numerado, se dice.
La vida de los peroteños cambió radicalmente. Hoy es otra cosa. Comenta Marcial García, uno de los vecinos de la ciudad, desde hace cuando menos 50 años.
Perote tenía otro rostro, cuando el tránsito vehicular no contaba con otra ruta que tener que cruzar la principal y única avenida que alcanza a cubrir el largo de la ciudad. Su gente sigue siendo dedicada a la lectura de los libros, porque sus escuelas, sin desdoro de las demás, son de lo mejor. Maestros entregados a la enseñanza, padres de familia atentos a sus hijos y los jóvenes, sin las distracciones de las grandes ciudades, en lugares como éste, deben dedicarse a estudiar.
Quienes más han resentido la construcción del libramiento son los restauranteros, los cafetines del lugar y los expendios de dulces elaborados en la región, así como los queseros, que ofertan igualmente jamones diversos y los lácteos de las más diversas marcas y calidades.
En efecto, se aprecia la principal calle del lugar desierta. Algún camionero que viajaba de México a Veracruz y que prefiere comer productos cárnicos –la especialidad– de Perote. Y por supuesto su tradicional parque para la recreación de las familias, sobre todo en los días domingo.
Sin embargo, el flujo de su circulante de personas y automóviles se redujo sensiblemente. Lo que trae como consecuencia que se aviste una ciudad color gris-negro y que sus habituales vecinos se lamenten a su vez del desarrollo de los demás pueblos.
Inclusive, en su entrada principal, yendo de Xalapa a la ciudad del frío que calaba los huesos, se edificó una especie de bulevar, ampliamente iluminado con una luz tenue, que torna atractivo el lugar al ingresar y hacer el recorrido por sus principales calles.
Empero, Perote quedó como las viejas postales, con sus mismas construcciones, arterias públicas semejantes, donde pareciera que el tiempo no pasó y sus gentes caminando de prisa, porque van al mercado o al café del lugar. Inclusive, se aborda el tema de la inseguridad pública, con singulares notas de sospechosa complicidad, porque nadie quiere acusar a nadie de los sucesos de violencia que tienen lugar también en esta municipalidad.
* SE SUMAN 14 MILLONES 850 MIL
INDÍGENAS CONTRA CÓRDOVA
No fue un dirigente indígena el denostado por el consejero presidente del INE Lorenzo Córdova, pues ahora se sabe que los catorce millones ochocientos cincuenta mil indígenas se encuentran afectados con la mofa, burla o el insulto que les profirió el funcionario público antes citado.
Los pueblos indígenas de México tienen su asiento en este país porque aquí nacieron, aunque hablan distintas lenguas, tienen diferentes religiones, pero todas las etnias se encuentran perfectamente relacionadas entre sí.
Los indígenas de México hablan náhuatl, maya, mixteco y otros 59 idiomas indígenas, incluido también el español.
Una mayoría profesa la religión católica y algunos más son creyentes de la religión azteca y la religión maya.
Lo que ignora quizá don Lorenzo Córdova es que los pueblos indígenas son colectividades que asumen una identidad étnica con base en su cultura. Sus instituciones y una historia los define como pueblos autóctonos del país, descendientes de las sociedades mesoamericanas.
La Constitución política los define como una nación multicultural fundada en sus pueblos indígenas.
Cabe destacar que en México existen alrededor de 65 pueblos indígenas que hablan entre sesenta y dos y más de una centena de lenguas diferentes.
La población indígena está distribuida por toda la nación pero se concentra especialmente en la sierra Madre del Sur, la península de Yucatán y en las sierras Madre Oriental y la sierra Madre Occidental. Debido al mestizaje la población indígena ha decrecido pero la presencia de los nativos mexicanos dentro de la identidad nacional está presente por el alto desarrollo de las culturas mesoamericanas.
En el norte, centro y oeste de México habitan los tarahumaras, huicholes, mazahuas, otomíes, purépechas, mexicas, nahuas y los yaquis. En el sur se asientan los tlapanecos, mixtecos, mixes, triquis, zapotecos y los yucatecos, entre otros.
Para conocimiento del INE la mayor población indígena se ubica en Oaxaca. Y numerosos grupos de éstos ya se han adaptado al comercio y la globalización, aunque también otros tantos de dichos grupos indígenas enfrentan un alto grado de marginación, discriminación, desnutrición y pobreza extrema.
* HUNDIMIENTOS Y
BACHES EN LA CIUDAD
Seguramente hay un apartado en el plan de movilidad urbana que aborde no sólo el trazo de las futuras rutas a cubrir por los automovilistas y el transporte de pasajeros, sino también que vea por la constante de baches y hundimientos existentes en nuestras calles y que de manera abundante se registran en todas las calles y avenidas de la capital jarocha.
No hay en cinco kilómetros a la redonda una calle sin baches ni hundimientos. Todas las arterias públicas que conforman el casco histórico de la ciudad, como de aquellas que conectan con el corazón de Xalapa, entre las cuales destacan Xalapeños Ilustres, Enríquez, Dr. Lucio, Zamora, Zaragoza y varias más, enfrentan baches, unos más profundos que otros, y si no sobresalen los hundimientos, como suele ocurrir en la calle de Atletas, rumbo al barrio de El Dique.
Cabe destacar que el plan de movilidad urbana descansa en su realización de forma aplastante en la secretaría de seguridad pública del estado y que, por tanto, no es la dependencia que vaya a atender los centenares de baches que enfrentan nuestras calles y avenidas. Se dice esto, porque igual, los automóviles que sufran desperfectos mecánicos por caer en los baches mencionados, igual tendrán derecho a ser atendidos y reparados por las autoridades responsables de ver por las condiciones físicas de nuestras arterias públicas.
Así que el ayuntamiento planeó el proyecto, pero tocará desarrollarlo a la SSP y que, por ende, será la dependencia que deberá coadyuvar a buscar la solución al serio conflicto urbano y vial que exhiben las calles repletas de baches, de hoyancos y hundimientos, lo que le vale para los tantos motes que recibe la ciudad a través de las redes sociales, en principio.
Sobre todo cuando se anuncia que ahora sí se pondrá en marcha el plan de movilidad urbana, tan cacareado desde hace algunos meses atrás, con vías a constituir el cambio en la fisonomía de Xalapa, tan afectada precisamente por el rezago, el abandono y el importamadrismo, que hacia su operatividad, como tal, le han impreso sobre todo algunos políticos y los malos ciudadanos.
Y por otro lado, debido a que en sus dos incursiones iniciales, consistentes en abrir un metro más el ancho de las banquetas sobre las calles de Enríquez y Doctor Lucio, el fracaso más oportuno sobrevino, debido a que dichos tramos destinados al paso de los peatones, no son de las preferencias de los peatones, sino todo lo contrario. Un propósito, que bien pudo cristalizar, pero que al final del día nadie utiliza. Esperemos.
