Crónicas: Los estragos en la SIOP


tomasPor Luis Velázquez Rivera
A la Secretaría de Infraestructura, antes Comunicaciones, han llegado políticos sin ningún perfil; y menos con dominio y conocimiento de la materia

El resultado desencanta: cero obra pública en Veracruz

Ninguna huella dejaron como beneficio social para la población Gerardo Buganza, Raúl Zarrabal, Francisco Valencia y Guillermo Herrera

 

Por Luis Velázquez Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Luis Velázquez Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana (Desde el puerto de Veracruz)

En Actopan, Veracruz, un día llegó a la presidencia municipal un campesino rico. Una especie del “Bronco” de Nuevo León.

Su esposa era una extraordinaria ama de casa que, por desgracia, ni siquiera terminó la escuela primaria; pero, bueno, si dinero mata carita, ella era una especie de ícono en el pueblo.

En aquellos días de su esposo, alcalde electo, escuchó en la tienda de la esquina que para desempeñar un cargo público lo mejor era seleccionar un equipo que tuviera el perfil para el puesto correspondiente.

Tal cual, le explicaron el misterio del perfil y así abanderó ante su esposo que su gabinete debía tener el perfil.

De pronto, los amigos del campesino le tocaron la puerta, en unos casos, para que los considerara a ellos como parte del gabinete municipal; en otros para recomendar a los hijos.

Y siempre, de manera insoslayable, la esposa se interponía para recordar a su marido, presidente municipal electo, los perfiles.

Así, de pronto en el pueblo los llamados perfiles se volvieron un pitorreo, un desmadre que servía para vacilar.

“No tienes perfil” se decían unos a otros.

Y, bueno, en el V año del llamado sexenio próspero la leyenda popular en el Actopan de aquellos tiempos pudiera repetirse a propósito de la secretaría de Infraestructura y Obra Pública, SIOP, antes secretaría de Comunicaciones, SECOM.

Por ejemplo, cuando Guillermo Herrera Mendoza llegó a la SECOM, ningún perfil tenía. Es abogado, también notario público fast track, por dedazo. Sin el mínimo conocimiento de la obra pública en un Veracruz tan urgido de tales servicios.

Pero, bueno, su gran mérito fue haber roto con Dante Delgado Rannauro, candidato a gobernador en el año 2010, luego de que lo ungiera director de Acción Social, diputado federal y líder de Convergencia.

Después llegó Francisco Valencia, cuya única experiencia gira alrededor de los restaurantes; pero su perfil fue la amistad con Fidel Herrera.

Pero más aún, porque “El señor Viníssimo” se metió al búnker perredista y desde ahí cabildeó para el fogoso hasta convertir al PRD en un PRD rojo; por eso, la titularidad de la SECOM.

Raúl Zarrabal, arquitecto; pero sin ninguna experiencia en tareas propias de la SECOM, aterrizó ahí como una satisfacción para su padre, del mismo nombre, que antes ocupó la silla porque es compadre de Fidel Herrera, además paisanos cercanos.

Gerardo Buganza, ingeniero químico, también estuvo ahí. Fue cuando transformaron la SECOM en SIOP para conferirle más poder, tal cual quería Buganza como traje a la medida, pues ni modo de reducir su área de influencia de la Secretaría General de Gobierno.

Es decir, tampoco cumplía el perfil como cacareaba tanto la esposa del alcalde de Actopan.

Menos, claro, Tomás Ruiz González cumple el perfil. Es un financiero, en todo caso, más famoso por su noviazgo con la actriz Ana de la Reguera, y que ahora ha entregado una súper concesión por 40 años al hombre más rico del planeta, Carlos Slim Helú, para usufructuar el Túnel Sumergido de Coatzacoalcos.

Es decir, el puro negocio.

SE FUERON CABEZONES

Así, y desde tal perspectiva, un constructor dice:

Los ingenieros y arquitectos han sentido siempre que los nombramientos anteriores manifiestan el menosprecio del gobierno de Veracruz, primero, por la obra pública, y segundo, por ellos mismos como profesionales de la construcción.

Es más, porfían, si uno voltea de norte a sur y de este a oeste ninguna obra pública trascendente existe a nivel local y regional.

Los extitulares de la SIOP se fueron a otras encomiendas. Pero sin dejar una huella profunda, definitiva, perdurable, en la dependencia.

Incluso, con la tolerancia absoluta del jefe máximo que nunca, jamás, les exigió cuentas, empinando más el crédito y el buen nombre del sexenio próspero, pues con todo también son corresponsables.

Insólito: la mayor parte de constructores a quienes la Secretaría de Finanzas y Planeación todavía adeuda pendientes, y hasta del fidelato, han aguantado vara, salvo uno que otro que ha pataleado hasta la puerta de SEFIPLAN cuando Mauricio Audirac era titular.

Y es que en el fondo, si es cierto que por un lado les deben, por el otro también es que en su momento tanto el fidelato como el duartismo les dio mucho dinero a ganar.

Demasiado asegura un constructor, de tal forma que muchos inflaron el presupuesto hasta en un 30 por ciento, por ejemplo, con los recursos del FONDEN, Fondo de Desastres Naturales, y por tanto estuvieron prestos a pagar el diezmo.

Pero más aún, si SEFIPLAN les quedó a deber aguantaron porque les debían una parte mínima de tantas ganancias recibidas.

Publicado en: http://www.blog.expediente.mx/nota/13517/portales-de-noticias-de-veracruz/los-estragos-en-la-siop

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