Por Raúl González Rivera
A semejanza de como lo hizo Vicente Fox, quien anunció su aspiración de ser presidente de la república con seis años de antelación a su encumbramiento como tal, hoy Pablo Anaya, Margarita Zavala, Miguel Ángel Mancera y Rafael Moreno Valle, militantes del PAN, y salvo el jefe político del DF, quien aparentemente no es del PRD ni de Morena ni del PT, todos le han puesto el cascabel al gato cuando falta mucho tiempo para llevar la campaña presidencial.
Evidentemente, hay una falta absoluta de reconocimiento a la investidura de quien gobierna el país en estos momentos, que de manera sutil han advertido los socios priistas, entre otros el cardenal de gobernación Osorio Chong, quien se apuró a advertir que al presidente de turno le resta mucho tiempo por delante, para estar pensando en este momento en candidatura de sexenio.
Lo cierto, es que aprovechando el viaje del presidente de la república al extranjero, el gallinero se destapó y de qué forma.
Inició la señora Margarita Zavala de Calderón con el anuncio de su auto-destape, tras de hacer el severo cuestionamiento a la caída del PAN, el cual, como partido político, apuntó la ex primera dama del país, no había tenido tantas derrotas electorales desde 1995 como ahora, culpando de todo este desastre político-electoral al dirigente de turno Gustavo Madero.
Le siguió el ex presidente Calderón, al felicitar a su esposa, vía twitter, de haber tomado tal decisión, en la cual aseguró que la apoyará, aunque el ex presidente antes tiene que dar por concluido el feo capítulo de su enfrentamiento verbal con el mandatario venezolano Nicolás Maduro, quien tundió al político mexicano declarándolo «non grato», en represalia porque el ex mandatario azteca manifestara desacuerdo con el juego «sucio» que realizaron los futbolistas de Venezuela en su choque con el once de Colombia.
El titular de gobernación tuvo que salir al paso para pedirles a los actores políticos, que no son los tiempos todavía para hacer anuncios de precandidatos a la presidencia, que el mandatario nacional trabaja por México y que en su oportunidad los aspirantes tendrán la oportunidad de poner de manifiesto sus pretensiones políticas.
Empero, a los panistas no se les olvida que para llegar Vicente Fox, hizo campaña seis años antes y nadie aparentemente se percató del avance que tuvo el entonces jovial, carismático, dicharachero, cuentista, ignorante e inculto ex gobernador de Guanajuato.
Hoy, cuando los tiradores a la silla grande de este país están a tres años de hacer públicas sus intenciones de buscar el timón de mando nacional, los socios albiazules están considerando que es el tiempo justo para arrancar su carrera de carreras, total, la democracia lo permite y quien gobierna en este momento es ajeno a panistas, perredistas y todos del resto de membretes partidarios que usted quiera.
* LOS MÉDICOS Y EL
SERVICIO SOCIAL
En cualquier parte del país es el mismo problema.
Los médicos egresados de las distintas escuelas y facultades de nuestras universidades encaran hoy día un grave reto, gracias a las autoridades de salud pública en la república que le han negado al sistema en cuestión los locales adecuados, el equipamiento de rigor y los medicamentos que urgen las tantas enfermedades y padecimientos que afrontan sobre todo quienes menos recursos cuentan en sus bolsillos, pero que conforman ejércitos en un país de graves contrastes y disparidades sociales y económicas.
El servicio social que prestan los médicos, honor a la verdad, constituye un importante reto que les puede costar la vida, como acaba de ocurrir con una joven pasante, a la cual los familiares de una paciente asesinaron vilmente, tan sólo porque en la clínica –como todas las existentes en la nación azteca–, carece hasta de lo más indispensable, acusando que son culpables los galenos y no las autoridades políticas de la sigla que usted quiera y mande de este fantasmal sistema.
Lo ocurrido en la comunidad Cruz de Aguilar, del estado de Guanajuato, en donde la egresada de la Universidad Autónoma de Guadalajara, Teresa Adona Ponce, apareció colgada de un árbol, lo que ha llenado de indignación sobre todo al total del gremio que integran los médicos, porque las condiciones en que desarrollaba su tarea no son las óptimas, lo que molestó a los familiares de uno de los pacientes, quienes al estilo propio de una época de nueva barbarie arremetieron y mataron a una médico pasante en su servicio social.
Sin embargo, el suceso no es aislado. Amagos en contra de los galenos que prestan su servicio gratuito, en medio de condiciones radicalmente adversas, son repetitivos, tan sólo porque las condiciones en clínicas y hospitales, por centenares en las comunidades y no precisamente las menos urbanizadas de este país, enfrenan las carencias más elementales de medicamentos, instrumental clínico y médico, equipamiento, vaya hasta la energía eléctrica, lo que expone en una primera escena a los profesionales que necesariamente tienen que cubrir un año de servicio social, el cual por cierto, numerosos especialistas consideran que ya debe cancelarse definitivamente.
Aquí la mayoría de nuestros hospitales y clínicas, de la membresía que usted pregunte, adolece de la más elemental condición para prestar un servicio eficiente y honesto. El hospital civil «Dr. Luis F. Nachón», es uno de los más castigados severamente: falta todo y los pacientes candidatos a las intervenciones quirúrgicas han de esperar lapsos de semanas y meses para poder atenderlos en los quirófanos, ayunos éstos muchas veces hasta de un foco, como ocurrió meses atrás.
Los médicos entrevistados sostienen que lo más apremiante es proteger a sus colegas en instituciones hospitalarias y las clínicas, que igualmente se suspenda definitivamente la prestación del servicio social, en el que las autoridades suelen sembrar a los galenos recientemente egresados de las facultades de medicina, pero que quedan expuestos a todos los riesgos extraordinarios, entre otros el asalto, el asesinato y el secuestro, como ha solido ocurrir en distintas partes de esta vapuleada nación azteca.
* SIN PODERES SOBERANOS
NO HAY ESTADO DE DERECHO
Precisamente, la existencia de un estado de derecho reclama necesariamente la separación que invocaron Montesquieu, Voltaire, Juan Jacobo Rousseau y el propio Nicolás Maquiavelo.
Sin la clásica división de poderes independientes uno de otro, será una ilusión óptica que las sociedades cuenten con un estado de derecho.
Los tres poderes, por excelencia, tienen que ser independientes, soberanos, y esto les va a permitir la consistencia como tales, en la realización de sus menesteres de rigor y cotidianos, sin mayores complicaciones ni tropiezos. En los países donde así operan, la democracia es una constante que se ensaya entre sus representados o gobernados, pero además, hay libertad de expresión, libre tránsito de personas y, por supuesto, que el sistema democrático de vida público se acerca a la realidad anhelada por todos cuantos aspiran a ser libres.
La existencia de los poderes estatales va a permitirse ese marco amplísimo de libertades y un ejercicio democrático como el que presume la teoría de las ideas políticas a partir de los griegos de la antigüedad clásica y la Roma de emperadores, así como los distintos periodos en que se dividió la vida de los pueblos, hasta culminar en la época de turno, la contemporánea, y supuestamente con el sello de ejercer las democracias, sustentadas precisamente en una separación real de los tres poderes.
Lamentablemente, esta última se ha visto expuesta a las pasiones y las actitudes viscerales de los gobernantes, que no cejan en su empeño de decidir lo que ha de ocurrir en los otros dos poderes, pero el caso concreto del judicial, lo que de antemano daña la vida buena, la marcha eficaz y el desarrollo y desempeño de los pueblos.
La época de los grandes juristas, sustentados en su condición de estudiosos de la ciencia jurídica y una práctica ortodoxa, abierta, imparcial de la ley, es posible que hace muchos lustros que se dio.
En cuanto aparecieron los políticos en las carteras a todas luces determinantes en su acción de los magistrados del máximo tribunal de justicia, las cosas se han venido a menos. Esto sucede nacionalmente y en Veracruz específicamente, cuando están por presentar su renuncia cuatro funcionarios de éstos, las cosas se ponen al rojo vivo.
Está claro que los foros, colegios de abogados y el grueso de la sociedad civil estarían porque se ungieran personajes de la ciencia jurídica y la práctica cotidiana, como es el caso de los juzgadores. Pero si se trata de imponer políticos en las lides judiciales, Dios coja confesados a los veracruzanos de todos los rangos sociales y de todos los rumbos.
Entonces la justicia alcanza el grado de sinónimo en donde el negocio impera y la voluntad política, no el juicio jurídico, con el cual un juez, apoyado en el magistrado, van a poder asestar uno más de los asaltos que se vienen cometiendo de este lado de los muros que dividen a la sociedad de los jueces y el ramaje de burócratas dedicados precisamente a la impartición de la ley para obtener la justicia.
La justicia que se ejerce en tribunales deja mucho que desear y decir. Hay muchos funcionarios metidos al bandolerismo político y son quienes proponen al mejor postor las resoluciones y sentencias, que cotidianamente se difunden. Los políticos metidos a las cuestiones judiciales, igual, convierten en un mercado donde se vende al mejor cliente la ley, la justicia y con ello el derrumbe de una institución, la cual, en sus filas cuenta con los elementos de valía histórica y de valores públicos y personales, para coadyuvar a remediar los males que arrastra nuestro sistema de justicia.
EfACICO 