por Héctor Saldierna Martínez
Desde los más diversos ángulos, la convergencia de opiniones llegan a un resultado fatal: el proyecto económico del gobierno federal en los últimos 30 años ha fracasado estrepitosamente. Ante la sospechosa insistencia de continuar con un esquema que no logra frutos positivos, la fuerza de la razón y de la contundencia de argumentos apuesta hacia otra dirección para salvar a este país que se está desmoronando.
El proyecto de nación concebido por el Constituyente de 1917 y que situaba a México como una de las principales naciones de América, por su espíritu social y reivindicativo, se está ahora desquebrajando por la serie de medidas que únicamente está erosionando y destruyendo a una nación que se había forjado durante varias décadas.
Los académicos Manuel Canto Chac y José Luis Caballero, quienes forman parte de un grupo de académicos que se han pronunciado a través de un manifiesto para reconstruir a la nación, advierten que México tiene que apostar por el fortalecimiento del mercado interno.
El sociólogo Canto Chac advierte que la atracción de capital extranjero, que es la receta recomendada por los seguidores de los tratados de Libre Comercio, se ha topado únicamente con el fracaso y los índices de crecimiento que experimenta el país es de los más bajos en el mundo.
Incluso, ello se advierte a través de los salarios de los trabajadores, que son de los más precarios y que han perdido su poder adquisitivo, hecho que se refleja en el pobrísimo desempeño económico de la nación.
Es el momento que haya una política económica interna que fomente el desarrollo, que haya subsidios y proteccionismo hacia la industria, pero de ninguna manera confíe en el capital extranjero y entonces los beneficios llegarán a permear a la población. Esta receta ha sido practicada por los países en desarrollo.
Adicionalmente los programas asistencialistas del gobierno representan la más nítida representación del fracaso, pues de nada han servido tales recursos para mejorar la situación económica de la población. Lejos de promover un vínculo entre el empleo y la dinámica económica se pretende solamente entregar despensas con fines electorales, pero sin el propósito manifiesto de superar la etapa de pobreza.
Es decir, la idea es seguir conservando la misma gente pobre y sí es necesario incrementar tal masa a fin de sostener un ejército paupérrimo que al recibir unas migajas de pan, se convierta en activo electoral que van a mantener en el poder a los mismos detentadores.
REPRUEBAN A INSTITUCIONES Y
PARTIDOS POLITICOS
En una encuesta realizada por el periódico Reforma, se pone de manifiesto que la ciudadanía incrementó su hartazgo hacia los partidos políticos e instituciones de gobierno. Por ejemplo, reprueba al gobierno en un 72 por ciento, mientras que a los partidos políticos les endilga un índice de reprobación del 82 por ciento.
Inclusive, en esta encuesta también se exhibe a la Suprema Corte de Justicia de la Nación al llegar a un índice reprobatorio del 70 por ciento, mientras que el Congreso de la Unión apenas logra un 24 por ciento de aprobación, cifra evidentemente reprobatoria.
No se conocían calificaciones tan bajas que muestran claramente el disgusto de la ciudadanía que del mes de abril a la fecha aumentó las cifras de condena a todas estas instancias. Solamente la iglesia y el ejército logran un poco más del 50 por ciento de aprobación.
Esta calificación se acentúa luego de las elecciones intermedias del 7 de junio del presente año.
Sería muy saludable que el gobierno tomara nota sobre el particular y adoptara algunas decisiones. De lo contrario, podría acentuarse el desprestigio y el hartazgo del ciudadano hacia sus gobernantes.
UNA MUERTE MAS EN EL
AMBITO PERIODISTICO
Grave, muy grave, fue el asesinato del reportero gráfico Rubén Espinosa Becerril en la colonia Narvarte en la ciudad de México, junto con cuatro mujeres incluyendo a Nadia Vera, una activista social egresada de Antropología de la Universidad Veracruzana.
Sin duda, el juicio de la historia será implacable. Silenciar a periodistas no es el mejor camino. Y aunque se ha pretendido insistir oficialmente que el móvil fue el robo, las evidencias apuntan hacia otras líneas de investigación. Hay miedo en Veracruz, pero también mucha dignidad. Rubén apenas se había autoexiliado a la ciudad de México después de recibir amenazas en Veracruz por su desempeño periodístico.
Y hasta la próxima.
EfACICO 