60 Segundos: Ficha a cambio de pantallas


* FICHA A CAMBIO
DE PANTALLAS

pantallas a ancianos
Todo estaría bien, menos que la Sedesol de don Ranulfo Márquez, o de la delegación de la misma Sedesol que encabeza don Marcelo Montiel Montiel, anduviera condicionando la entrega de pantallas a cambio de credenciales de elector, en vísperas de elecciones del año que viene y los siguientes procesos electorales

Por Raúl González Rivera

Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

Don Gerónimo es un hombre de 74 años que se precia de estar sano y fuerte, que es cafetómano de «corazón» y que está doblemente feliz porque le van a regalar una pantalla a cambio de revelar que es mayor de edad, septuagenario en su caso, y lo único que le llama la atención es que le digan que como es regalo de un programa social, debe hacer entrega de su credencial de elector.
Obviamente, muchas interrogantes le asaltan sus más recónditos sentimientos.
Es de origen campesino, pero cuando llegó a Xalapa, a los 18 años de edad, se dedicó a la construcción. De hecho es un hombre equipo, pues nunca ha tenido jefes, pero tampoco subalternos.
Pega tabiques, levanta bardas, pega pisos y azulejos y pinta casas. Esa ha sido su labor de toda la vida. Con ella dice que levantó a sus dos hijos, un varón que ya es arquitecto de profesión y su hija, maestra, la cual labora en una escuela que se localiza en la sierra de Chicontepec y guarda la esperanza –dice él– de que la reubiquen en Xalapa. Ya son muchos años de servicio, considera que se lo merece.
En los años setenta logró rentar una televisión. ¿Rentó?, le inquirimos, y respondió que cuando empezaba a difundirse la caja de la imagen bonita y el color amagaba con aparecer, entonces la venta de aparatos de televisión prácticamente no existía, se alquilaban, y don Gerónimo dice que por espacio de siete años pagaba una módica renta mensual de 38 pesos, por el disfrute de una llamada también caja idiota en blanco y negro.
Obviamente, la casa comercial no pudo aguantar por más de una década, así que cerró puertas y en su lugar puso a la venta los primeros aparatos con imagen en blanco y negro. Cuando llegaron los monitores a color, adquirió uno en abonos en una de las casas dedicadas a su venta más socorridas de la calle de Xalapeños Ilustres, pero ahora me dicen que saque mi credencial de la senectud y hasta recibo la noticia de que me van a regalar una pantalla y únicamente debo entregar mi credencial de elector.
Es decir, que el honesto de don Gerónimo no desconfía del uso que le vayan a dar a su tarjeta de identificación, menos de que alguna repercusión vaya a tener su documento mencionado en posesión de manos ajenas.
Todo estaría bien, menos que la Sedesol de don Ranulfo Márquez, o de la delegación de la misma Sedesol que encabeza don Marcelo Montiel Montiel, anduviera condicionando la entrega de pantallas a cambio de credenciales de elector, en vísperas de elecciones del año que viene y los siguientes procesos electorales. Aunque de entrada don Gerónimo no repara en nada extraño, le llena de contento que va a recibir una televisión gratuitamente.

* RICARDO ANAYA, CONTRA
POPULISMO Y LÍDERES MESIÁNICOS

Seguramente la contraparte de Ricardo Anaya, el ex candidato a gobernador de Chihuahua y ahora tirador a la silla de presidente del comité ejecutivo nacional del PAN, el senador Javier Corral Jurado, no deja de ser también un candidato populista y mesiánico, confirmándose de que en dichos mentideros partidarios y políticos, ambas condiciones forman parte del show en que se desenvuelven tirios y troyanos.
Qué partido político no incurre en las prácticas populistas, entendidas éstas como son las que invocó alguna vez Vicente Fox, quien todo lo descargaba en la Virgen de Guadalupe y advertía en sus desayunos con los niños y las mujeres abandonadas y los santurrones de su partido, que había llegado la hora de echar fuera de Los Pinos al viejo régimen del PRI.
Fox fue populista y mesiánico.
¿Y no era populismo el que ejercitaba el entonces presidente Felipe Calderón, cuando montado en un tanque de guerra, al lado de los auténticos soldados, advertía que la delincuencia, fuera cual fuera, no iba a verse libre de su osadía y persecución con las fuerzas armadas del bien?
Esto viene al canto, porque si en un partido se dan tintes de democracia, es precisamente en las trincheras albiazules. Es decir, se realiza una elección interna del partido para afirmar quién va a asumir cargos de representación popular. Y en honor a la verdad, su líder nacional resulta del consenso y voto de los propios albiazules, amén de que en las contiendas electorales, salvo la presidencial de la república, hasta se puede advertir que son soberanos, que son demócratas y juegan independientemente del resto de instituciones partidarias.
Sin embargo, en la justa por el liderazgo nacional del PAN, en este momento los golpes en el interior del partido en cuestión están a la orden del día. Javier Corral acusa que el panismo veracruzano está secuestrado –aunque ninguno de sus militantes ha dicho esta boca es mía–, y Ricardo Anaya se va al ataque de algo que existe en cualquier trinchera partidaria, nomás hay que voltear las páginas de esta historia.
Es un viejo molde que entre socios priistas fue asumido en una primerísima época. Nomás hay que recordar a los progenitores del populismo y el mesianismo en sus mandatos, Luis Echeverría Álvarez y don José López Portillo. Declaraciones, sentencias y culto a la personalidad, cobraron la fuerza que delineó en ese contexto a los mandatarios más poderosos en su historia. Empero, en cualquiera de las siglas partidarias existentes, de sobra son sabidos y conocidos los practicantes de una política engañosa, pero que endulza los oídos de cualquiera en despoblado.
Es más, está considerada como parte del show en el escenario político, sobre todo a la mexicana, ya que se ejercita con bastante religiosidad. Por otro lado, si no fuera así, qué pueden ofertarle los políticos a un pueblo con hambre, desocupación laboral, inseguridad pública y sin escuela. Por favor.

* ¿ALGUIEN SABE QUIÉN ES SU
DIPUTADO FEDERAL SALIENTE?

En ninguna de las áreas en que puede ganar alguna distinción un señor diputado federal se supo de quienes ya se van.
Ya trascendieron tres años y los distritos representados por los señores diputados federales, siguen igual o en peores condiciones.
La pregunta que se acostumbra en estos casos, tiene que ver con la presencia, la permanencia y realización de tareas que los padres conscriptos tienen como obligación y compromiso con sus representados.
Hay quienes a lo largo de la historia se distinguen por su magistral oratoria, su obra legislativa, su trabajo de gestión social y, por supuesto, de estar a la vanguardia en lo que hace a la defensa de los caros intereses de los distintos grupos que forman la gran familia veracruzana, que es el caso.
Lo más increíble, que puede usted preguntar al vecino de al lado, si sabe cómo se llama el diputado de su distrito, que jamás le va a llegar la respuesta correcta.
La elocuencia es una de las claves seguidas por los señores legisladores, a la hora de explicar sus papeles como gestores de obras y servicios y en el discurso, a la hora de rendir cuentas y saldar los faltantes de sus capacidades a la hora de responder a los reclamos de las leyes que siguen faltando a un pueblo como el mexicano.
La tarea de los diputados hace mucho que dejó de ser independiente, menos soberana, porque a leguas se aprecia que hicieron un papel de sometimiento al poder que manda. Las reformas estructurales del régimen se deben en buena medida a los padres conscriptos que están por dejar sus curules, que tratan de pasar desapercibidos y que sus nombres en muchos casos ni siquiera sean recordados.
Los personajes que se van ganaron mucho en lo económico. Recibieron salarios abultados, canonjías, privilegios, dietas, viáticos, que ningún otro trabajador mexicano puede siquiera imaginar. Y por encima de todas las cosas, se van tranquilos, porque sirvieron muy bien al patrón que manda, ya que a sus auténticos representados pasaron a un segundo plano. Se aprestan ya a levantar anclas y, por añadidura, ir a la búsqueda de la siguiente chamba.
La camada de legisladores que está por concluir gestiones legislativas, puede estar segura de que también la patria chica un día sabrá premiarlos, pero igual juzgarlos por lo que dejaron de hacer en beneficio de los grandes núcleos de población sin justicia social, que continúan a la espera de un porvenir mejor. Al tiempo.

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