Aesta mesa de redacción se vienen deslizando numerosas quejas en contra del operativo u operación atraco, que realizan las grúas en la ciudad, sin considerar que la ausencia de estacionamientos públicos y las calles angostas y cortas, impiden el aparcamiento de automovilistas particulares.
Xalapa, gracias a la falta de imaginación de funcionarios públicos de los últimos cien años, creció de manera anárquica. Jamás un político del pasado tuvo la creatividad y una proyección de futuro. Simple y llanamente, la capital vio incrementar sus pobladores de manera desordenada, caótica y sin ninguna regularización. Cuando los pioneros del rubro, como fueron Carlos Lascuráin y el ingeniero Rafael Téllez Muñoz, abordaban el tema en ese sentido, los políticos prefirieron prestarles oídos sordos.
Las mafias gremiales amagaron a los hombres del poder y abrieron centenares de colonias sin seguir ningún orden. Ahora se tienen que enfrentar las consecuencias, pero de qué forma. Los operativos de grúas han resultado un extraordinario negocio. Sus dueños se embolsan carretadas de billetes devaluados mexicanos diariamente y no cesan en buscar incautos.
La queja proviene de un grupo de caminantes y atletas que gustan de ir por las mañanas a las faldas del cerro de Macuiltépetl, para lo cual arriban a la calle Aguascalientes, entrada principal al mencionado cerro, aparcan sus automóviles, qué le parece, 20 ó 40 minutos, tiempo en que realizan sus ejercicios físicos, y de igual forma abandonan el lugar, y cuando van a tratar de abordar sus automóviles suelen toparse con que se los llevó la grúa. En diez kilómetros a la redonda no hay un maldito estacionamiento público, a nadie perjudican ni obstruyen su acceso o entrada de garage.
Es decir, que la medida tiene que ver con la voracidad que tienen los operarios de las multicitadas grúas, en el sentido de hacerse de miles de pesos bajo la simulación de un servicio que a la postre exhibe a ladrones y sus raterías.
Cierto que en boca de los políticos las palabras hay que entenderlas al revés, pero el señor Edmundo Martínez Zaleta había advertido que las grúas serían sometidas al escrutinio oficial, porque aceptaba que había irregularidades y numerosas constancias de los atracos que venían cometiendo con los pacíficos automovilistas.
Ahora qué tiene que decirles a los quejoso, cuando la calle Aguascalientes no cuenta con un sólo aparcamiento público y quienes circulan y estacionan sus unidades automotrices por unos minutos, como es el caso de quienes realizan sus prácticas físicas por las mañanas, que a nadie incomodan en el vecindario, a esas horas el operativo de los pulpos de las grúas arriban para iniciar a hora temprana los atracos, que se creía por algún momento que ya habían sido cancelados.

* XALAPA, LA ATENAS
VERACRUZANA Y LOS PARCHES

Podría exonerarse al régimen de turno municipal precisamente de la enorme cantidad de baches, miles, quizá, de recién reparadas calles, y ahora las que exhiben sus miles de parches en las calles y avenidas que se aprecian en todas las colonias y congregaciones de la mal llamada ciudad de las flores.
El abandono oficial y el deterioro provocado por el paso del tiempo, causaron la tragedia que en su imagen de ciudad asiento de las más diversas corrientes de la cultura, el arte y la ciencia, se difunden dentro y extra-fronteras del estado de Veracruz, tenga que padecer los baches y, tras el arreglo de éstos, los parches.
A todas luces, se aprecian los parches sobre todas las arterias públicas y las que obedecen a un decenio, cuando menos. El espectáculo es grotesco, porque da la imagen de un trabajo inconcluso, mal proyectado y peor realizado.
Evidentemente, la autoridad de turno, sin ninguna responsabilidad sobre lo mal construido en el pasado, tiene ahora a cuestas suyas que promover la restauración y es ésta la que provoca la imagen de un gobierno medio luchón, que tal vez debiera que levantar los pavimentos y asfaltos en su totalidad y posteriormente reparar las rúas aplicándoles los nuevos materiales, pero no los de meses atrás, tampoco los últimos diez años, porque también ya presentan un deterioro mayúsculo.
Evidentemente, hay las calles con 50 años a cuestas de haber sido remozadas y persisten intactas en cuanto a los materiales utilizados en sus pavimentos y que son bastante circuladas por vehículos automotrices de todos los pesos, pero evidentemente son las menos. La gente lo sabe y comenta en la mesa de comida, el café y la recreación.
Claro que no hay peor esfuerzo que aquel que no se haga. Taponear baches soluciona de momento los estragos que provocan el paso del tiempo y los malos materiales de construcción; empero, la imagen de los parches en numerosas arterias hicieron que la ciudad ya haya sido bautizada por fuereños y turistas como la capital de los parches.
En honor a la verdad, afean la presencia de la capital, muchas veces comparada con un enorme rancho, sucio, abandonado a su suerte, siendo que aquí se asientan los tres poderes estatales y el mayor número de centros escolares, de educación, difusión de la cultura y la promoción de las artes. Obviamente, sin dejar de citar los rasgos con que la caracterizan los pedigüeños y ambulantes, y la constante diaria de las desapariciones forzadas, la criminalidad que no cesa y los asaltos callejeros, que mantienen a la población ya acostumbrada a saberlos o tener que enfrentarlos.
Un «collage», que ni siquiera los maestros reprobados en el examen de evaluación habrían imaginado que debían pagar como tributo a los modernos jerarcas del sector educativo del país. A propósito, muchos docentes se preguntan y por qué no también son sometidos a exámenes los diputados, senadores, secretarios y políticos de todos los niveles y jerarquías burocráticas, para hacer un juego completo y democrático, incluyente, dirían los fantasiosos dirigentes del ex partido aplanadora.

* EMPATE EN EL CONGRESO,
PARA EL JUEGO DEMOCRÁTICO

250 diputados tiene el PRI nacional, incluidos los que siendo abanderados por el verde ecologista se sumaron como sanguijuelas al primer partido, en el congreso de la unión, lo que se antoja un ideal para llevar a cabo un juego democrático, donde pese la dialéctica, el conocimiento de las leyes y el talento.
Es decir, que no logró el 50 por ciento más uno, lo que igual le oferta a la oposición del resto de colores partidistas para promover en la realidad un legajo de ordenamientos jurídicos y legales, con la certidumbre de que van a trascender en beneficio de la vida pública y social de este país.
Al momento no se avistan diputados federales entrones a la hora de dirigir el discurso y pelear a la manera de los pelones en los encordados boxísticos. Ya no estarán ni un Emilio Gamboa Patrón ni «Don Beltrone», como lo llaman los socios del perredismo nacional.
La cámara estará exactamente dividida a la mitad. Nada para priistas, nada para panistas, perredistas, petistas y morenas. La suma de éstos provocaría cualquier empate, a menos que alguno de los bandos sea traicionado y un judas del tricolor pase a las izquierdas, o viceversa, que uno de las tradicionales oposiciones sea convencido con cañonazos monetarios salidos de las buchacas tricolores. 208 curulecos son priistas, el resto de su cincuenta por ciento pertenecen al partido caricatura verde ecologista de México.
Lo que necesariamente, con estas cantidades, pudiera igualmente asomar es que si se realiza un juego legislativo limpio, las cosas podrían marchar en favor de la ciudadanía y no solamente de los bolsillos de quienes asumirán en breve las jugosas prebendas que los harán ricos en corto lapso por el hecho de pasar a formar parte de la cámara baja al Congreso de la Unión, hoy por hoy exhibido dicho poder legislativo por su sometimiento al poder que manda.
La tradición en la contienda legislativa nos enseña que los priistas y panistas y perredistas cuentan con los mejores jilgueros en lo que hace a la disertación y el manejo como quiera de las leyes y ordenamientos jurídicos nacionales y que en el resto de las maquinarias partidistas existe menos experiencia, como es el caso de Morena y Movimiento Ciudadano, sin embargo, por el sólo hecho de ostentar un voto que puede variar el destino de un marco jurídico, se antoja que la competición, a diferencia de anteriores congresistas, los de turno, serán determinantes y ojalá no se vaya a incurrir como en la jaula de las locas, que tirios y troyanos dejen de reconocerse a la hora de dictar sus veredictos y aportes legislativos. Esperemos.
Bien valdría la pena asistir a un escenario donde la posición de las ideas sea de lo más rico para su defensa por parte de los padres conscriptos entrantes.