
Estigmatizados de flojos, faltos de compromiso con su vocación y revoltosos ante la vitoreada Reforma Educativa, maestros quintanarroenses imparten clases a más de 40 alumnos en salones en mal estado y, en algunos casos en tinglados apenas cubiertos con lonas, piso de tierra, pedazos de pizarrón y si acaso un ventilador para resistir el agobiante calor que alcanza temperaturas de hasta 40 grados de sensación térmica.
Para salir del paso de este problema que se registra en cada ciclo escolar en la entidad, principalmente en los municipios de Benito Juárez, Solidaridad, ambas cabeceras de los exitosos destinos turísticos de Cancún y la Riviera Maya, así como en Tulum, las autoridades del ramo responsabilizan al constante crecimiento de la población y a la lentitud con la que se construyen las escuelas de nueva creación.
Y sin hacer nada más, los funcionarios públicos de la Secretaría de Educación y Cultura (SEyC) encabezados por su titular, José Alberto Alonso Ovando, solo se dedican a administrar los recursos de la dependencia y establecer cursos dirigidos a periodistas “para que conozcan las bondades de la Reforma Educativa y publiquen con mayores conocimientos las notas relacionadas con la educación pública”.
Por mientras, sin contar con un centro de estudios, más de un centenar de alumnos del fraccionamiento Paseos del Mar iniciaron el periodo escolar en tres tinglados con lonas habilitados por los padres de familia, a ras del piso, con apenas un ventilador y, hasta el viernes pasado sin libros de texto, con voluntariosos maestros que también tienen que lidiar con canes para que no hagan sus necesidades fisiológicas cerca de las “aulas”.
A un costado de los tinglados, separados por una malla de acero, cuatro jóvenes maestras imparten clases a 120 alumnos de segundo y tercer grado de preescolar en los turnos matutino y vespertino en dos aulas móviles con insuficiente aire acondicionado. El hacinamiento es tal que las docentes no tienen ni escritorio.
En similares condiciones estudian más de mil alumnos de preescolar y de secundaria en diversas regiones populares, debido a que el Instituto de Infraestructura Física Educativa del Estado de Quintana Roo (Ifeqrro) no ha entregado las escuelas de nueva creación y las ampliaciones de algunas otras.
De hecho, en las más de 420 escuelas de educación básica y media establecidas en el municipio de Benito Juárez, las condiciones no son las mejores para la docencia, un importante número tiene hasta dos décadas sin rehabilitación y cuando menos 10 carecen de mobiliario como la secundaria Lázaro Cárdenas de la región 101 y la primaria Miguel Hidalgo del fraccionamiento Villas Otoch, donde hacen falta sillas para los educandos.
En la zona maya de la entidad las escuelas se encuentran en tan deplorables condiciones que algunas no tienen agua potable ni baños, y es común la falta de maestros en las comunidades rurales. Otro ejemplo de la precariedad de la infraestructura educativa de la entidad son las más de 55 telesecundarias en las que un buen número carece de paredes de concreto y piso de concreto.
Nicodemo
Un desayuno dirigido a mujeres periodistas con la investigadora Cecilia Lavalle, se convirtió en un evento para lucimiento de los aspirantes priistas a la gubernatura. Las comunicadoras se molestaron por el engaño

