Finalmente, el caos vial prosigue.
Un nuevo reglamento y el montón de agentes de tránsito, patrulleros y policías viales, no pueden con el paquete que representa la circulación vehicular en la ciudad.
Funcionarios públicos le apostaban a que con una nueva norma las cosas iban a cambiar. Inclusive las marchas, protestas y plantones de taxistas y cuanto automovilista quiso tomar parte en la demostración de rechazo a la nueva ley, porque presumían que todo iba a radicar en la aplicación de multas al por mayor y que los operativos con las grúas iban a ser de lo peor, en lo que hace a perseguir y levantar automóviles en las calles y avenidas, sin mediar siquiera la expectativa de la queja popular.
Pero no. Las instancias del poder vial siguen sin resolver el feo crucigrama que representa una circulación de vehículos compleja, en la que ni los automovilistas respetan señalamientos e instrucciones viales y los tantos uniformados que ahora existen no han podido contener la ola de la falta absoluta de respeto a normas y representantes de la autoridad para aplicarla. El caos vial ha sido la respuesta más a la mano de cuanto los expertos supieron que iba a darse con la aplicación del programa de ordenamiento urbano.
La ciudad es un desorden en lo que hace a vialidad. Los conductores de vehículos de motor desoyen instrucciones y normas y los agentes hacen como que resuelven, pero quedan como el mudo, sin poder hablar. Los congestionamientos siguen a toda hora del día y a los cuatro costados de la capital del estado. Y, por otro lado, la semaforización, en donde la hay, es deplorable. El Uno por Uno lo respetan los verdaderos inocentes, porque camioneros, autobuseros y taxistas son los primeros en imponer la nota de la discordia y el desorden.
Los estacionamientos públicos se repletan de automóviles y sobre las arterias públicas el aparcamiento tiene que darse por necesidad, lo que hace más accesibles las dentelladas que a manera de la extorsión vienen asestando los agentes de tránsito y vialidad en la humanidad de sus víctimas, en este caso como son los automovilistas.
Los programas de movilidad urbana, que incluyen el ordenamiento y la solución al feo conflicto que refleja el tránsito de vehículos y personas en nuestras calles, todo lo hace volver precisamente a su lugar de su origen. Nada para nadie. El caos vehicular no tiene para dónde hacerse ni nadie puede o ha podido resolverlo. Los ciudadanos siguen siendo la preocupación de dientes para dentro, por cuanto a su seguridad en la calle, y los ordenamientos legales y jurídicos siguen pesando tanto, que su aplicación resulta un verdadero viacrucis.
Xalapa, lejos de constituir la Atenas contemporánea, persiste en asemejarse a un gran ranchote, sin reglas ni nadie que las haga cumplir, tan sólo porque tampoco aporta las ideas que den solución definitiva a la fea problemática de su ordenamiento en sus calles, avenidas, colonias y congregaciones. Por favor.

* LO MENOS QUE MÉXICO
HARÁ: ROMPER CON EGIPTO

Tras de conocerse la especie en el sentido de que a base de bombazos lanzados desde el aire sobre las camionetas en que viajaban turistas mexicanos y en principio se declara que murieron 8 hasta el momento de redactar estas líneas, lo menos que toca hacer a México es reclamar una investigación exhaustiva de los hechos, pero igual, dejar en claro que el país es pacifista, que nunca maltrata a sus turistas y que lo menos que deberá instrumentar es una ruptura temporal de relaciones diplomáticas con Egipto.
Si bien es cierto que la doctrina Estrada, elaborada precisamente por Genaro Estrada, mexicano de una calidad incuestionada en el campo de la diplomacia, y más con miras a hacer países amigos en el extranjero, en este caso se impone un correctivo ejemplar, que no basta con el envío de la titular de relaciones exteriores para saber qué pasó en El Cairo, sino para imponer un correctivo que trascienda y ponga un ejemplo a los ojos del mundo.
Ciertamente, contra Egipto, México nada puede tener, a menos que haya algunas conductas ocultas y que ahora el misterioso país de las grandes pirámides y orígenes faraónicos haya aprovechado para emprender esta enconada, lo cual sería condenable a todas luces. Porque disparar en el desierto, aduciendo que los mexicanos habían invadido área del territorio donde tienen su asiento los terroristas, es poco convincente, si los egipcios sorprenden así a las autoridades mexicanas.
Se difundió una vez ocurrida la ola de ataques contra los turistas mexicanos,en el desierto de Egipto, que el presidente Peña Nieto realizó una junta inmediatamente en la madrugada de ese domingo, en la residencia oficial de Los Pinos, y que haría saber sus iniciales instrucciones a través del twitter, cuatro mensajes, para ser exactos, con los cuales daba comienzo a la ronda de pláticas de corte diplomático, para tratar de encontrarle una pronta solución al conflicto, que si bien no lleva a México a hacer una declaratoria de guerra, en alguna forma, sí, tendrá que en principio romper relaciones diplomáticas con dicho país, retirando de inmediato la embajada de aquel país en México.
Una disculpa y la presentación de condolencias, por parte del gobierno egipcio a México y los mexicanos, definitivamente no bastan. La pesquisa tiene que emprenderla de fondo y llegar al motivo que originó que bombardearan a los turistas mexicanos en el desierto egipcio. Un castigo ejemplar tendrá que darse y una recompensa sin precedentes deberá que imponerse en cada caso, porque de la palabrería se vive aquí en los interiores de la nación, donde el pleito y las tantas víctimas de ataques armados se dan entre mexicanos.
En este no insólito, pero sí inédito caso de asesinato a mansalva de compatriotas mexicanos, que realizaban un viaje turístico, sin duda no encuentra ninguna causa justificada ni aceptación de antemano a la explicación que, en principio, se ha rendido, en el sentido de que los turistas pisaban terreno de terroristas. Es decir, que la agencia de viajes responsable del viaje de los mexicanos se equivocó, lo que nadie cree y que ya aclaró con la certeza de que estaban en área destinada a visitantes, sobre todo venidos del extranjero.
La titular de la SER, Claudia Ruiz Massieu, tendrá que asumir los más importantes buenos oficios, para lograr de esta su estancia en El Cairo el mejor de los resultados, que evidentemente, en este momento, tal como se aprecian las cosas, lo mínimo es que tendría que romper relaciones diplomáticas con Egipto. Y si no, al tiempo.

* UNA BUENA DE ENRIQUE
LEVET GOROZPE

Si los recursos fluyen y más cuando se habla de un considerable aumento al presupuesto que aplica la Universidad Veracruzana, enhorabuena, pero que se cumpla. Las palabras, y mejor cuando anuncian con la autoridad que merece el caso, suenan bonito.
Esto declaró Enrique Levet Gorozpe, dirigente estatal de la Fesapauv y uno de los consejeros más cuestionados con que cuenta el IPE en su armazón burocrática y de funcionarios públicos.
Y es que si no se entregan los recursos a tiempo, de nada valen los augurios y pronósticos más encendidos. Se anunció por parte del ejecutivo del estado que la federación ha autorizado un incremento a la partida presupuestaria que maneja la Universidad Veracruzana, lo que es bien recibido por la comunidad docente y estudiantil, pues las carencias y exigencias de la casa de estudios son muy importantes para seguir formando los cuadros de profesionales de los cuales deberá echar mano la sociedad veracruzana en los próximos años.
Al respecto, el líder de docentes universitarios dijo que toda ayuda que pudiera recibir la Universidad, sobre todo si se trata de recursos adicionales, es muy buena. En el papel, cuando se habla de aumentos y los incrementos presupuestarios, todo suena muy bonito, sin embargo, si no se entregan, en principio el rezago comienza con el retraso en el pago de la nómina a sus trabajadores y profesores.
Y es que no debe olvidarse que las instalaciones universitarias adolecen desde hace mucho tiempo de actualizar sus laboratorios, talleres de investigación científica, además de los insumos que está requiriendo la máxima casa de estudios, pero que siguen sin aterrizar aún.
La Fesapauv se da por bien servida como organización gremial, porque de los 50 millones de pesos que le viene adeudando la casa de estudios, el 50 por ciento ya se los pagó, lo cual se ve reflejado en el servicio médico, algunas liquidaciones más y el pago puntual de la nómina, sobre todo en las tres últimas quincenas.
A su vez, el líder de los académicos universitarios refiere que, de igual forma, la academia en la escuela, así como la investigación científica, deberán ser atendidas por sus profesionales de manera puntual, pues a nadie debe olvidarse que el pago de sus salarios lo hace la universidad y el resto de las instituciones públicas con los recursos que recibe, como son los impuestos con que contribuye el grueso de causantes para el sostenimiento del gasto público.