* POR LA UNIDAD EN EL
PRI Y PAN CON PISO PAREJO
(en el Hay Festival) y escuché muchas historias
horribles y me sentí mal por estar en un festival
literario en ese momento, debido a esas atrocidades;
creo que muchos escritores están preocupados por este tema».
En vísperas de la nominación de candidatos a la gubernatura de dos años, podría ventilarse ya la existencia de un PRI unido y un PAN con piso parejo.
Vea usted los acontecimientos de dos semanas a la fecha. El mensaje encendido de José y Héctor Yunes bajó sus tonalidades, en aras de los resultados que obtuvo la comida de la unidad celebrada en un rancho de la región de Perote.
Antes que nada, allí los Yunes Landa y Yunes Zorrilla juraron lealtad al partido tricolor. Y a partir de ese momento sus discursos dejaron de ser lo críticos que venían siendo. Uno advirtiendo que castigaría, si llegara a ser gobernador, a quienes han saqueado el erario público, y el otro, haciendo las observaciones de rigor acerca de una política financiera y hacendaria que no permita más endeudamientos.
Así las cosas, tras celebrarse la comida de la unidad, los senadores –como el mariachi– callaron. Sus recorridos por la entidad se redujeron, su discurso es ortodoxo, aunque ambos repiten que son precandidatos a la gubernatura, que esperan la realización de encuestas, según Héctor, para que los militantes del partido tricolor nominen al «bueno»; en tanto, José coincide en que ha podido conseguir que lleguen a Veracruz mil millones de pesos en obras y servicios, lo que le avala para buscar el cargo de gobernador.
Sobre las candidaturas independientes, ya han sido autorizadas, pero vea usted que Veracruz no es Nuevo León y el más prominente aspirante a serlo, don Gerardo Buganza Salmerón, honor a la verdad, no es de aquí ni de allá, empezó siendo panista y después priista, así que pocos consideran que haya independencia en un momento dado.
Cabría preguntar al ex secretario de gobierno, ¿independiente de quién?, porque eso definitivamente no existe. El Bronco, en Nuevo León, fue único y sin ligas con gobiernos anteriores.
Donde el piso está parejo es en trincheras del PAN. Juan Bueno Torio así lo reconoce. Estamos construyendo, apuntó, tras de insistir en que cinco Yunes en la política es mucho peso. Así que sumará sus aspiraciones en favor de quien será seguro candidato albiazul a la silla de gobernador de dos años. Y es que cuando pudo, no quiso ser aspirante en forma y ahora lo mejor que puede hacer es sumarse.
Las izquierdas, entendiendo que es Morena y PT, abanderarían a Cuitláhuac García, con intenciones de ir calentando brazo en la búsqueda de posicionamiento, como tal, la sigla partidaria en un futuro.
Al Partido Cardenista le estaría faltando el carisma que no tiene su amo, Antonio Luna Andrade. Si bien es cierto que goza de tener una bolsa millonaria para repartir y hacer juego político, su sigla sigue sin impresionar a los grandes núcleos de población, menos a los más empobrecidos y metidos en la zona rural. Su disciplina al partido tricolor pareciera estar a la vista. Mientras a las huestes del PRD se les detuvo en su entrada a Xalapa, a los cardenistas poco faltó para que les permitieran –a usanza de los 400 Pueblos– hasta desnudarse en la plaza Lerdo. En fin. Esperemos.
* QUIZÁ TARDE, PERO
SALE «CHABELO» DE TV
Así como murió Chespirito, salió Laura Bozo, ahora y después de casi 50 años de ventilar un programa más chatarra que trascendente, es separado de la televisión el programa «En familia con Chabelo».
Si bien es cierto que no todas las familias aztecas veían al mencionado personaje, sí una mayoría colocaba a sus hijitos frente a la caja idiota y semana a semana se idiotizaba con las faramallas de la televisión chatarra.
Porque así como se comen frituras y otros productos chatarra, la televisión obviamente oferta en muchas horas de programas que para nada orientan, mucho menos educan a los mexicanos.
Sin embargo, tiene que reconocerse que este tipo de programas alentaron la conformación de grupos iguales de compatriotas, donde se destaca al gordito, al niño tonto, la niña fea y el jovencito malandrín, como el suertudo y el capaz o inteligente. Este prototipo de mexicano dio lugar a una sociedad azteca que optaba por imitar los modelos de personas que se pretendía con las nuevas generaciones.
Primero fue Chespirito, cuyo personaje, el que encarnó al célebre comediante, quien con su fallecimiento sacó del aire su programa idiotizante. Luego la peruana Laura Bozo, quien se hizo famosa vilipendiando u ofendiendo sobre todo a las familias humildes, que son la mayoría en este país. Lamentablemente, hubo que percatarse del terrible error de permitirlo la propia Secretaría de Educación y por supuesto la de Gobernación. Para nada era entretenimiento, ni solaz esparcimiento. Es la vil ruptura con los moldes de la ética y la lógica, en los cuales había incurrido la conductora de origen extranjero.
Los tres programas, a todas luces discriminatorios de los niños, los jóvenes, el caballero o la dama supuestamente tontos, mediocres o payasos, para exhibirlos y tundirlos siempre que lo pudieran hacer la tercia de actores chatarra.
Y no es precisamente, suponiendo que de esta forma, se esté denostando de artistas en la millonaria industria de la pantalla chica y grande. Se trata de modelos que en diferentes épocas dieron lugar, sobre todo, a la formación de mexicanos con distingos muy bien marcados, con aquellos que fueron aislados de presenciar el espectáculo en que incurrieron los niños y niñas del último medio siglo cuando menos.
Ahora que se instale la nueva secretaría de cultura, se quiere pensar que la situación de estos programas chatarra definitivamente pasarán a una mejor vida, y que en su lugar surjan y se pongan en práctica los programas que acarren realmente un beneficio educativo y cultural a las nuevas generaciones, las cuales muchas veces asumen como suyas las típicas formas de ser, pensar y actuar de nuestros compatriotas.
Y es que, sobre todo en este país, donde las inmensas mayorías no leen libros ni periódicos, la televisión juega el importantísimo papel de educador de las niñas y los niños, vayan o no a la escuela institucionalmente establecida, con el uso del lenguaje muchas veces burdo y de tontos, en que suele incurrir la programación basura de la bien llamada caja idiota.
* HAY CAMPESINOS NYLON,
QUE YA NO ESTÁN EN EL AGRO
Se culpa a la Sedarpa o la Sagarpa del rezago que enfrenta el medio rural, lo cual es cierto.
La alimentación del común de mexicanos se debe a la importación que genera el vecino coloso del norte hacia nuestro territorio.
La pobreza de México alcanza ya a sesenta y dos millones de compatriotas, de los cuales cuatro millones de veracruzanos andan a la cuarta pregunta, porque el campo que dio para todo, hoy día enfrenta uno de sus peores momentos. El abandono de la tierra es una constante que en ninguna organización gremial de gente dedicada a las labores rurales encuentra ninguna justificación.
En tanto, los líderes que se dicen de campesinos, más nylon y de banqueta y banquete, abundan en nuestras ciudades, concurriendo a oficinas burocráticas y a los cafetines, donde arman verdaderas mesas de debate para zanjar problemas y presumir que se preocupan por el medio rural.
Lo cual, al final del día, resulta una burda propuesta que queda a mitad del camino con su incumplimiento de rigor.
Hay quienes aseguran que desde los tiempos en que la liga cenecista contó con sus últimos dirigentes, como Mario Hernández Posadas y Agustín G. Alvarado, igual quedó a merced de una burocracia que se aferró al Tratado de Libre Comercio, sin que a la postre éste diera la expectativa que se esperaba en el sentido de hacer producir el agro.
Un millón de campesinos veracruzanos ha emigrado a los Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida. Los mismos, en respuesta, envían sumas millonarias en divisas que le permiten a las familias de aquellos y otras, la oportunidad de poder sobrevivir con algún decoro y dignidad. En tanto, el campo veracruzano queda a merced de los usureros, el abandono y los buitres.
La producción alimentaria de los mexicanos se completa con las importaciones yanquis preferentemente, en tanto los hombres del agro se encuentran tocando a las puertas de las instancias oficiales, con la intención de encontrar el eco que siguen esperando no de ahora, sino de decenas de años, sin poder reencontrarse con el México que era autosuficiente y permitía a los campesinos y sus familias sobrevivir con sus productos, radicarse permanentemente en sus terruños y brindar al resto de la sociedad azteca los alimentos de consumo básicos a precios accesibles y en abundancia.
Cuando en la Sagarpa y la Sedarpa y la liga cenecista se aprecian legiones de campesinos tocando a sus puertas, buscando el subsidio, la ayuda y los apoyos millonarios prometidos, el común queda de una pieza porque para los políticos la producción alimentaria pasó a un segundo plano, lo que buscan son los huesos públicos. No los alimentos sustanciales de la dieta del común en este sacrificado país.

