AGUSTIN LARA Y LA CASITA BLANCA ( VI): EL MUSEO DE LA BOHEMIA VERACRUZANA


*Noches de ronda fresas  y gubernamentales

* Un rincón  para  los seguidores de LARA

-VI Y última-

Por Irene Arceo

por Irene Arceo, egresada de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana y miembro con voto en la organización internacional "Reporteros sin Fronteras
por Irene Arceo, egresada de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana y miembro con voto en la organización internacional «Reporteros sin Fronteras

México D.F.- Lara dejó de existir  el seis de noviembre de 1970. Como homenaje a su espíritu nocturno, genial y creativo, e l gobierno del estado de Veracruz  a cargo de Dante Delgado Rannauro,  remodeló  la Casita Blanca  del Músico-poeta y  fue inaugurada   el 6 de noviembre de 1992 por el entonces presidente de la república Carlos Salinas de Gortari.

“ La Casita Blanca, Ubicada dentro del Boulevard Veracruzano, en Costa Verde y con vista a la Isla de Sacrificios, fue construida -según e l gran Paco Píldora-, por órdenes  expresas del vicealmirante Alvaro Sandoval Paullada, en aquel entonces  director de la Escuela Naval,  que vivió ahí una temporada y posteriormente se la regaló  a Gobernador veracruzano don Marco Antonio Muñoz (sexenio 1950-1956)    quien generosamente la cedió al artista que había elegido a Veracruz como su tierra natal.

El proyecto de reconstrucción de esta casa convencional y pequeña  edificada  hace  mas de 60 años, nació  a fines de 1989 a iniciativa del Instituto Veracruzano de Cultura que dirigía Ida Rodríguez Prampolini y la Asociación Civil “Amigos  de la Casa Museo de Agustín Lara”, después de la expropiación del inmueble por parte del gobierno del Estado.

VERACRUZ Y EL HACEDOR DE SUEÑOS

Eran los años cincuentas  y en Veracruz  gobernaba  Don Marco Antonio Muñoz Turnbull, un hombre gentil y romántico. Agustín había llegado a convalecer a Veracruz luego de una intervención quirúrgica.

Vestido de guayabera  y Pantalón Blancos, zapatos punteagudos en café y blanco, consciente de su fama, algo agotado, algo envejecido, Agustín estaba hospedado en el viejo hotel Diligencias  y ahí lo asediaba la gente  que seguía  y admiraba al hacedor de sueños. Venía a menudo a l puerto de Veracruz,  era una figura estelar consentida. Con el tiempo  Marco Antonio Muñoz le obsequió la casa frente a la bahía jarocha.

El maestro Lara  le regaló la casita Blanca a Roció Durán  “ La Coco” , su última mujer e hija de Isabel Durán, una de sus intérpretes.

alUnos dicen que Rocío  vendió la propiedad con e l paso del tiempo, a la separación y muerte de su compañero sentimental. Otros, insisten  en que el inmueble estaba en un enredoso litigio entre las viudas del compositor… Lo cierto es que por décadas la casa  estuvo abandonada y era un  misterio ruinoso que recordaba a Lara.

Ida Rodríguez Prampolini señalaba que la idea  de rescatar la casa y convertirla en Museo surgió con la inauguración de la estatua del Maestro Lara  en Tlacotalpan, durante  el gobierno estatal de  don Rafael Murillo Vidal. El Chacho Ibáñez , gran amigo  y compadre del célebre Músico, gestionó la adquisición para crear “ El Museo de la  Bohemia Veracruzana” que recrearía los tiempos en que fue escenario del programa radiofónico  “La Casita Blanca” que se trasmitía  a control remoto a todo el país, a través de la XEW  y que  reunía a todos los intérpretes de Lara.

La Casita Blanca en esa época  buscaba ser un recinto nostálgico: tendría en la planta alta  un museo con objetos, fotografías, muebles, partituras, cartas, y cosas  que pertenecieron  o estuvieron a relacionados  con la vida de Agustín Lara. En la planta baja se instalaría e l área social compuesta por un piano bar y un restaurante, donde los admiradores de la música del Flaco de Oro, podrían cantar sin inhibiciones, ni censura.

Antes, eran las noches de ronda,  pero en este proyecto se utilizaría la versión adecentada, digamos fresa: Bohemia. Así, con esa fantasía, los bohemios veracruzanos desgranarían sus noches en e l estudio Azul y Oro de la XEW, donde el cantautor tlacotalpeño trabajó muchos años.

estComo complemento de  este singular proyecto, se crearía una Escuela de Composición Musical, en la que promoverían los estilos  melódicos creados por Lara que fueron el reflejo  fiel de una época de la vida mexicana.

Con una inversión superior a los mil millones de pesos (en los noventas), la casita de Agustín Lara   pretendía  convertirse  en un refugio para los románticos, que viven  o que lleguen a ese “rinconcito donde hacen sus nidos las olas del mar”

Ignoro si se cumplieron los  objetivos del proyecto Lara  al paso del tiempo y de los sexenios. He  visto la Casita Blanca de lejos cuando viajo al puerto de Veracruz  y paso   por el boulevard  a la altura de la Salida del Pulpo en Costa Verde.

Este trabajo   lo terminé  en 1992 con  una curiosa anotación acerca de unas noticias de que había señoras de la Liga de la Decencia y Asociaciones de Promoción del Recato que se oponían a la que abriera la Casita Blanca de Lara quien cantaba frente a su piano:

 

“No creas  que tus infamias de perjura

Incitan mi rencor  para olvidarte

te quiero mucho más  en vez de odiarte

Y tu castigo se lo dejo a Dios….”

 

México D.F, 6 de noviembre de 1992 y  28 de noviembre de 2015.

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