
* CAMBIO DE VIALIDADES,
PERO CON CONSENSO

Tenía que ser.
Los xalapeños no son tarados ni menores de edad mentalmente, cuando han visto pasar gobiernos municipales en cascadita iguales.
Hay en puerta poco más de una docena de cambios en vialidades, con el propósito de dinamizar el tránsito de vehículos y personas, pero la noticia más importante es que primero se hará el consenso con la ciudadanía y después la obra. Si así ocurre, bienvenida la idea, porque no siempre los expertos en movilidad urbana tienen las mejores propuestas, como ha quedado demostrado con otras arterias públicas, donde creyendo que agilizarían o resolverían un problema urbano, por el revés, lo complicaron ferozmente.
La comuna acaba de anunciar que sin consenso, no habrá obras.
No hay que olvidar que en los últimos sesenta años han desgraciado la ciudad en lo que hace a sus orígenes arquitectónicos.
La capital por seiscientos años había permanecido históricamente y estructuralmente en cuanto a sus construcciones intacta, pero de hace poco más de medio siglo sobrevino la debacle. Sólo queda un minúsculo porcentaje de edificaciones que nos recuerda el Xalapa colonial.
Alcaldes, constructoras y arquitectos, adversarios de la capital, destruyeron su corazón. Nuevos, pero antiestéticos edificios acabaron con la herencia arquitectónica que habría legado la Colonia a la ciudad de Xalapa.
El INAH en Xalapa no funcionó. Dejó que echaran abajo las construcciones culturalmente para conservarse y permitieron la creación de una ciudad sin un diseño que no es ni antiguo ni viejo, ni modernista ni tampoco contemporáneo. Esto al margen de la ausencia de un plano regulador, dio al traste con la otrora y bien recordada ex ciudad de las flores.
Xalapa fue conocida como la Cuernavaca de Veracruz, la Atenas veracruzana, pero no tenía que enfrentar el mugrero de sus calles repletas de baches, sin plantas ni flores, repletas una mayoría de veces de montañas de basuras, porque el camión recolector sólo hace tres veces el servicio a la semana. Y sus construcciones con diseños con olor a historia, a cultura, fueron sustituidas por cajones y puertas sin ton ni son, sólo obedeciendo a los capitanes de la construcción y sus explotadores.
Tal vez por esto último, la ciudad sea odiada por no pocos de quienes han venido a radicarse a ésta y la avista únicamente como un punto de vil explotación. Bastaron 60 años para devastarla y derruirla. Su reconstrucción, sin una razón en ningún sentido, por eso incluye una nomenclatura que no tiene un orden en sus nombres, numeración ni edificaciones. ¿Quién podría defender un proyecto de ciudad con un pasado histórico y un porvenir con certidumbre?
La ciudad es una ampliación de la personalidad del hombre, sostenían los filósofos griegos Sócrates, Platón y Aristóteles.
* EXTRADITEN O NO A
EL CHAPO, QUÉ SIGUE
Como un entretenimiento que durará algunas semanas, está bueno que autoridades y críticos se enfrasquen en una guerrita de palabras, apuestas y acertijos sobre si se extradita o no al señor Joaquín Guzmán Loera (a) El Chapo.
Maximizar cómo se hizo su recaptura, cuando quienes lo atrapan son los mismos que lo dejaron ir, es posible que no tenga mayor sustento ni soporte en el pandero de la propaganda política.
Lo recapturan –como es– cuando el dólar aplasta al peso mexicano y los presagios que se tejen sobre el porvenir de este país, tan sólo para este año de 2016, no son los más halagüeños.
Hay quienes perversamente aseguran que haber traído o arraigado al personaje de la delincuencia organizada a la ciudad de México, es muy expuesto, porque seguramente ya estaría preparando su próxima fuga.
Especialistas en materia de derecho internacional confirman que el tratado de extradición con implicaciones bilaterales, con el vecino país del tío Sam, puede aplicar conforme a su procedimiento y atendiendo a las dos solicitudes que ha elevado Estados Unidos ante la justicia mexicana, entre uno, cuatro o cinco años.
Siendo que lo más conveniente, si en México la justicia se aplicara de manera puntual y ortodoxa, que el señor Guzmán Loera en ésta su nueva recaptura hablara todo cuanto hace a los negocios que mantienen sus ligas con los funcionarios públicos del pasado inmediato y, por supuesto, con quienes lo dejaron ir hace seis meses. Cómo fue que durante los doce años de gobiernos panistas, pudo sobrevivir exitosamente hasta convertirse en uno de los hombrees más ricos del mundo, según lo hizo público en sus páginas la prestigiada revista Forbes, por dos años consecutivos.
Si procede su extradición, seguramente los aciertos de esta nueva recaptura se los agenciarán los poderosos policías de la DEA y sus correligionarios de la policía de Colombia, corresponsables en las indagaciones que siguieron previamente a la reaprehensión que algunos oficiosos quieren calificar de ser toda una apología en el rubro del crimen.
La figura de la extradición exprés no existe en ninguna legislación, así que si ésta se ejecuta obedecerá única y exclusivamente a la disciplina del gobierno mexicano a los intereses de los gringos, quienes acusan que el señor Guzmán Loera tiene cuentas pendientes en distintos estados del interior de la Unión Americana.
* TLALNELHUAYOCAN,
TAN CERCA DE XALAPA
Hay una docena de municipalidades, cuando menos, conurbadas con la ciudad capital, pero que pese a su cercanía adolecen de las condiciones para presumir que pudieran ser a pronto plazo lugares para el turismo, la industria, la empresa o la visita a la montaña, debido a que, por caso San Andrés Tlalnelhuayocan, se ubica precisamente en lo más alto de las montañas que aparecen en el entorno de la panorámica que encabeza Xalapa.
Esta es una realidad que ensombrece cualquier proyecto que en el porvenir, que es el presente, se haya tratado, con vistas a profundizar en alguna promoción a las localidades que lindan con la ciudad capital.
Yendo por el ramal de calles que forman el entorno de Xalapa, por la rúa de la zona de San Bruno o la avenida que conecta al Fovissste y tras de realizar un recorrido de cuando menos siete kilómetros, sobre una carretera angosta, pero perfectamente pavimentada, se llega al corazón del poblado vecino, ante su palacio de gobierno municipal, cuya fachada pareciera haberse construido recientemente, aunque los interiores del recinto del poder municipal lo integren una serie de cuartos.
Éstos, a su vez, ofertan un letrerito en su pórtico respectivo, anunciando la oficina de que se trata.
El ingreso a los despachos de la alcaldesa, el síndico, el secretario, la dirección de obras públicas, el registro civil, está rodeado por las cajas registradoras de la tesorería municipal, dedicadas en este momento a la captura del impuesto predial, considerando su oficina de catastro, que en la municipalidad hay alrededor de cinco mil contribuyentes, quienes de manera puntual están pagando su correspondiente anualidad.
Sin embargo, hay decenas de lotes o predios cuyos propietarios no los registran ni pagan un solo centavo como tributación, porque la ignorancia les dicta a sus habitantes que la posesión es igual que la propiedad. Y que para ostentarla no necesitan más que un registro, una firma del contrato de compra-venta pactado entre quien adquiere y quien vende, pasado ante la firma de un fedatario o el comisariado ejidal, sin necesidad de pagar una escritura.
Esta práctica ha sido de siempre en dicha municipalidad. Se observa en la oficina recaudadora. En tanto la niebla que cae en la tarde-noche comienza a cubrir el palacio municipal, la iglesia que fue erigida.
Precisamente frente a la primera construcción y olvídese de más edificaciones, porque el resto se encuentra distribuido en amplios predios cuyos propietarios son y no son. Porque sus habitantes se amparan en un registro, que no en una escritura pública.
La municipalidad de Tlalnelhuayocan se conforma en una mayoría de campesinos y agricultores en baja escala. Allí la tierra se explota el autoconsumo y pese a que el suelo de Tlalnelhuayocan es el mismo que integra el territorio de la capital del estado, el municipio aledaño no deja de exhibir con toda su crudeza la miseria en diferentes grados. Hay los muy pobres y los pobres.
Empero, allí no hay industria ni empresa, nada que se le parezca y que produzca y genere la riqueza de sus habitantes. Su terreno es altamente montañoso y a lo largo de la carretera a Tlalnelhuayocan con Xalapa, se conforma de barrancos de todas las profundidades, los cuales hacen un camino altamente sinuoso y con evidentes riesgos para cualquier descuido en que pudieran incurrir los automovilistas.
Empero, la pregunta que se siguen haciendo vecinos de esa municipalidad, es saber a ciencia cierta cuál es el chiste de radicarse en las frías montañas, sin ningún porvenir aparentemente, en ninguno tampoco de los rubros que hacen posible una sobrevivencia más confortable en los municipios conurbados de esas tierras.
