A ciencia cierta, en el linchamiento que está enfrentando la actriz mexicana Kate del Castillo, aparentemente el caso sigue sin revelarse cuál es el delito que cometió, ya que presuntamente lo que le imputan son sus presuntos mensajes a través del teléfono celular y la entrevista que personalmente tuvo en algún punto de la geografía mexicana.
Hasta el momento no se ha dicho qué delito confronta la exitosa actriz y quien acaba recientemente de obtener la nacionalidad estadounidense por naturalización.
Es este país mágico, cuando se persigue a un presunto delincuente o consumado jefe de la delincuencia organizada, como es el caso del señor Joaquín Guzmán Loera, surgen necesariamente las relaciones colaterales y que es el caso de la actriz, a quien a la fecha no se le avista ninguna presunción delictuosa, pero sin embargo ya su nombre es motivo de un severo linchamiento.
Hay quienes aseguran que no le perdonan a Kate del Castillo haber conseguido la entrevista que concedió al estadounidense Sean Penn y que por eso está pagando dicho desliz.
Los críticos del gringo ahora le imputan que no vale la entrevista, porque no es un periodista profesional, y que su nota está mal construida idiomáticamente, cuando todos saben que en México el ejercicio periodístico por ningún concepto exige título profesional, ni patente ni nada que se le parezca. Al oficio de escribir se han incorporado quienes lo han querido y nadie absolutamente ha dicho algo, menos las autoridades públicas.
Pruritos en la materia del narco, exquisitos de la prosa periodística, seguramente habrían querido una primicia semejante, porque si bien es cierto que la nota escrita por Sean Penn adolece de las formalidades de una información eminentemente reporteril, no deja de ser una crónica que con el paso del tiempo, júrelo usted, va a cobrar el crédito que en esta ocasión el productor cinematográfico también se quedó como el chinito, nomás «milando».
Empero, acusar, procesar y dictar sentencia a la actriz Kate del Castillo, seguramente está fuera de lugar. Cuál es el delito que se le puede imputar. Es la pregunta. Por otro lado, quizá la envidia vaya más allá, porque supuestamente antes que los ejércitos de fuerzas policiales, la actriz, hija de una respetable familia, llegó antes al supuesto escondite del capo, uno de los más poderosos del mundo, también se dice.
Lo que sí se anunció por parte de la PGR es que la actriz deberá acudir a la fiscalía para rendir su declaración como testigo de este espinoso asunto, no más, hay que esperar, antes que ver uno de los sobados linchamientos, nomás por vender más. De esto, la nación azteca se encuentra harta.

* CONGRESISTAS VOLTEAN
LAS ESPALDAS A LA UV

Como una certera puñalada al corazón es la que acaban de asestar a la Universidad Veracruzana, al aprobar los legisladores locales un recorte al presupuesto de la casa de estudios por 300 millones de pesos, los cuales, sumados a los adeudos que mantiene el estado con la institución, se verán afectadas a pronto plazo las áreas de investigación científica y la matrícula en las aulas de sus escuelas y facultades.
Es en la Universidad pública donde abreva la mayoría de jóvenes, quienes se ven imposibilitados para asistir a las instituciones de paga y no sólo formarse un modo de vida como profesionales de una actividad, sino que en la vida cotidiana de los pueblos, los universitarios dedican sus esfuerzos a coadyuvar en la solución a los problemas sociales y materiales cotidianos.
En el escenario de la enseñanza universitaria, la UV goza de ostentar un importante sitio ante las demás casas de estudio nacionales y de países hermanos de Latinoamérica. Además, la universidad ha cubierto su mayoría de edad, al contar con una ley que le permite las libertades académica, de investigación y difusión de los valores culturales, gracias a una ley que le permite su autonomía en estos rubros, como debe ocurrir, por mandato constitucional del gobernador entonces Miguel Alemán Velasco.
Su cuota de generar profesionales capaces y preparados para atender los diferentes renglones de la vida social veracruzana, se ha cumplido cabalmente. Cierto es que de su concurso el estado, sin duda, ha podido salvar muchos de los escollos que la propia existencia de la entidad y sus habitantes le exigen.
Lamentablemente, una mayoría de diputados, ajenos a las cuestiones de la universidad y adversarios del desarrollo intelectual de los veracruzanos, cuando hay más de doscientos ml analfabetas y sólo tres de cada cien obtienen su título profesional, voltean las espaldas a la universidad, siendo que en algunos ejemplos, la universidad les brindó la oportunidad para que sean lo que cobran actualmente, que se deciden por reducir su partida presupuestaria en una suma importante, lo cual seguramente se verá reflejado y derivará en la disminución también de la calidad de los servicios que ofrece a sus estudiantes particularmente.
Es factible que los padres conscriptos se percaten también de este desaguisado que han cometido, en aras de ver por la austeridad, que en el caso de la universidad no se justifica. Es en el aula y la investigación científica de donde han de emanar planes, programas y proyectos para la salvaguarda de la sobrevivencia de las distintas tareas que, en suma, se promueven para concebir el bienestar social, compromiso que no puede eludir el Estado como institución, en torno a la cual se da la vida cotidiana de los súbditos o gobernados suyos. Por favor.

* HAY GRAVES PIFIAS
EN LAS FOTOMULTAS

Afortunadamente, reconocer no empobrece a nadie, sino todo lo contrario.
El papanteco, ex jerarca del PRI estatal y ex diputado federal y ex alcalde de la tierra de la vainilla, Edmundo Martínez Zaleta, admite que en la aplicación de las fotomultas hay pifias garrafales que ponen entredicho la legalidad de los costosos cobros que impone la dependencia a los automovilistas que recorren nuestras calles y avenidas.
Resulta que en lugar de agentes de crucero y banquillo, la dependencia mandó instalar cámaras fotográficas para vigilar que la circulación de los vehículos automotores sea pulcra, serena y sin mayores prisas, bajo el supuesto de que imprimiendo altas velocidades a sus máquinas, van a colisionar y provocar accidentes que invariablemente cobran lesionados y víctimas mortales, inclusive.
Con la aprobación de los diputados locales, se dio entrada a una nueva legislación en la materia, que de entrada se dijo que no sería exclusivamente recaudatoria, sino que el motivo sustancial de su redacción tendría que obedecer a un nuevo estilo de conducirse en automotores por nuestras congestionadas calles.
Obviamente, se ha desatado una ola de descontentos, porque la imposición de fotomultas es irregular y la presentación de éstas en los domicilios de los presuntos infractores se realiza fuera de tiempo, y la cascadita de amparos y reclamaciones habrá de sobrevenir y pegarle a tránsito del estado precisamente donde menos quiere, que es en la credibilidad y confianza que se debe tener para con el nuevo sistema de vigilancia en las arterias públicas al tránsito vehicular.
Dijo Martínez Zaleta que es de humanos admitir algunas irregularidades, que deberán resolverse a la mayor brevedad.
Sin embargo, para nada quiere decir que la disminución de accidentes sea una respuesta a la aplicación de un reglamento, que pocos conocen, que no lo hay en el mercado y que en mucho, en espacios, donde se hace innecesaria la reducción de velocidad, también vaya a generar siniestros y otros accidentes.
Oiga, subir el puente de la carretera a Veracruz, hacia la avenida Rafael Murillo Vidal, a 30 kilómetros, nadie. Esta podría ser una trampa para asaltar los bolsillos de los automovilistas de manera olímpica. Que suban las patrullas de policía y tránsito y los automóviles de funcionarios públicos a la velocidad que se pide y que lo hagan público, para que el resto los imite. Conductores de autos le sugieren una acción similar al propio Edmundo Martínez. Esperemos.