Por Rodolfo Calderón Vivar
El registro inesperado de Héctor Herrera Bustamante, como aspirante también a ser nominado candidato priista por la gubernatura por Veracruz, es un hecho notable que la prensa veracruzana no trabajó como noticia singular que rompe con el concepto de candidato de unidad que acompañó a Héctor Yunes Landa hasta el momento que el otro aspirante también se registró, según consta en el boletín del propio Comité Directivo Estatal del PRI, emitido el mismo día que ambos se registraron.
Con ese hecho se logró el mismo efecto de romper la idea de candidato de unidad, que pretendía Jorge Carvallo Delfín, quien filtró días antes que se apuntaría también como aspirante a la candidatura del PRI, en el proceso de selección interna. Si bien Carvallo se arrepintió a la hora buena, hubo quien tomó la estafeta y si se anotó; Héctor Herrera Bustamante, logrando el objetivo que pretendía el político que no se atrevió a hacerlo.
Aunque las posibilidades de Héctor Herrera son mínimas para ser electo como candidato del PRI a la gubernatura, no dejó de llamar la atención el desconcierto provocado en las filas de los yunistas, que tardaron en dar una aclaración sobre la inesperada situación que pone a Héctor Yunes en el plano de contender contra otro aspirante, cuando ya todo mundo estaba en el entendido que él sería el aspirante único.
Sorprende también la cobertura de comunicación que dió el PRI estatal, al incluirlos en el mismo boletín y único, de ese mismo día que se apuntaron ambos. En otras épocas, la costumbre, para asegurar las fortalezas de acuerdos de unidad, es proceder a detallar impedimentos a otros aspirantes, a fin de no recibir ni siquiera la solicitud de manera oficial.
Otra situación anómala es la aclaración del hecho, filtrada mucho tiempo después a los medios periodísticos, en la que se aclara puntualmente que todo fue con acuerdo de todas las partes, para no contravenir al nuevo Código Electoral de Veracruz, pues si se hubiese registrado un solo precandidato, éste no tendría que realizar precampaña y únicamente cumplir con la campaña constitucional, por lo que ahora al ser dos precandidatos, éstos podrán realizar sus actividades proselitistas como parte de la precampaña.
Esa filtración a destiempo fue acompañada por una foto de Héctor Yunes abrazando a Hector Herrera, en algunos medios, sin indicar que se trata de una foto de archivo, donde ambos están abrazados pero en agosto de 2015. Sin embargo, hay otro detalle: no existe tal impedimento en el nuevo Código Electoral veracruzano, aprobado en el año 2015, que señale que si hay un solo precandidato registrado no puede hacer entonces propaganda de precampaña. Ni mucho menos dice que deben ser dos para que si se pueda hacer propaganda de precampaña, como afirma la filtración que se difundió entre periodistas, para aclarar la inesperada postulación del aspirante de última hora.
Basta investigar un poco, para resaltar que dicho justificante es una mentira distribuida a través de los medios periodísticos, contribuyendo a la desinformación entre los lectores de los mismos, solo hay que leer el último párrafo del artículo 59 del Código Estatal Electoral, aprobado a finales del año pasado, que dice puntualmente: «La propaganda de precampaña, dirigida a los miembros del partido, podrá difundirse aun en el caso de que sólo se haya registrado un precandidato al cargo de elección popular de que se trate» . Tan contradictorio manejo de la información deja la duda sobre cual fue el interés y mensaje político que está detrás de la nominación de Héctor Herrera.
EfACICO 