El consumo de la mariguana y otras drogas estupefacientes va en aumento sobre tierras mexicanas.
Nadie pone en duda que en los últimos 20 años la vida de los jóvenes, particularmente, se transformó.
La lectura de los libros fue en alguna época ya bastante ida. En el momento, de cada cien estudiantes, uno lee un cuarto de libro al año. El resto dobló las páginas de los textos escritos para meterse de lleno al teléfono celular y por supuesto el internet en la computadora.
Al parejo del consumo de bebidas embriagantes, se da el de las drogas estupefacientes. La mariguana es de las preferencias entre los muchachos de la escuela secundaria y el bachillerato, sobre todo. Es decir, cuando los jóvenes frisan entre los 15 y los 20 años de edad.
Inclusive para nadie resulta novedoso que cotidianamente las páginas de los rotativos y a través de las redes sociales, se difundan hechos que trascienden a la vida social de los mexicanos, en el sentido de que los muchachos son adictos en una mayoría aplastante.
En exámenes y evaluaciones que realizan estudiosos de la sicología y la siquiatría, se aprecian coincidencias en el sentido de que los distractores que no causaban ningún daño a la salud, han sido rebasados por las prácticas relacionadas con la adquisición y consumo de las drogas, particularmente la mariguana.
A raíz de que la Corte autorizó la siembra, cultivo, cosecha y consumo de la mariguana a cuatro mexicanos, que sin ser adictos consiguieron los amparos de la justicia federal de rigor, el tema ha sido llevado a la mesa de los debates.
Hay una corriente que forma parte del gobierno federal, que se opone a tal autorización, argumentando que las drogas destruyen la salud corporal del individuo, como también devasta bolsillos y afecta la economía de una sociedad y un pueblo. Y, por otro lado, están los que sugieren su consumo para usos medicinales y lúdicos.
El doctor Manuel Mondragón y Kalb, a quien se debe la autoría de haberse creado la gendarmería nacional, se opone con un no rotundo a la siembra y cultivo de la mariguana, aduciendo que ésta causa males mayúsculos en la existencia de los seres humanos.
En este momento, el cruce de informaciones sobre el tema se está dando, sin que haya todavía una definición concreta sobre qué hacer al respecto. En el caso, gobierno federal niega toda posibilidad de que vea con complacencia dicho consumo, aunque ha advertido que está abierto al debate y que se sumará a la toma de decisión que más convenga. Lo cierto es que son millones de mexicanos los que por tristeza, melancolía, alegría o simple gusto gustan de ser adictos a alguna de las varias adicciones existentes en el mercado negro que se da en este país.

* CANDIDATOS INDEPENDIENTES,
CONFIABLES EN OTRAS ENTIDADES

Ciertamente, tras el destape de Jesús Rodríguez (a) El Bronco, en el estado de Nuevo León, otras son las entidades en el interior del país que son pretendidas por auténticos personajes, sin haber pertenecido antes a las filas de ninguno de los partidos políticos existentes en el escenario político mexicano.
En Tijuana, al menos hay seis tiradores de primera línea a la gobernación del estado, que sin partido político aspiran a asumir la mencionada presea política. Pero éstos, efectivamente, son independientes, sin ligas ni complicidades, tampoco simulaciones con sus gobernantes ni los partidos políticos. Tampoco operan como tránsfugas, al grado de que han asumido el lema como bandera de su participación de «Estamos hasta la madre» de los partidos políticos.
Y de esta forma han salido a la calle ajenos a partidos políticos, estudiantes, profesores, amas de casa, empresarios, todos juntos para anunciar que pretenden el poder, pero sin siglas, sólo con la mira de asumir el poder para poder servir a los demás.
En este contexto, personajes como el diputado federal independiente Manuel Clouthier, hijo de «Maquío», ha advertido que es tan importante la presencia de los candidatos independientes en el país, que bien podrían asestarles un cerrojazo a los membretes partidarios existentes.
Empero, tal estado de cosas en Veracruz es diferente.
Aquí los independientes eran socios o siguen siéndolo, pero con licencia del PAN, el PRD y el propio PRI, vaya, hasta un esquirol electoral se ha apuntado, como es el caso de Héctor Herrera Bustamante, priista de toda su existencia, pero ahora dizque independiente, como acaba de registrarse para contender por la gubernatura, pero con el fin de acarrear votos a su partido que lo amamanta en la hora real.
Bajo estas candidaturas la calidad que debiera ser de cada aspirante supuestamente independiente, se devalúa, pierde categoría y echa a perder un proyecto que debiera ser realmente de candidatos libres, juiciosos y prestos a servir a la sociedad.
Mucho cuidado se habrá de tener en este proceso electoral que viene, porque el yerro cometido de esta clase de candidatos, mucho se dice que tendrá por objetivo quitar sufragios al o el partido hacia el cual están viendo los cientos de miles de ciudadanos indecisos.
Cuando la que viene será una elección tan competida, para la historia aquí en la provincia de Veracruz.

* CASCADA DE TEXOLO, UN
ATRACTIVO SIN EXPLOTARSE

A no ser porque los xiqueños de nacimiento y corazón rebuscan para poder vivir vendiendo licores de fabricación artesanal, como son el verde, la morita y los toritos, el paseo a la cascada de Texolo quizá pasaría al ostracismo eterno.
La cascada de Texolo permanece seguramente igual que cuando en mayo de 1898 la inauguró el presidente Porfirio Díaz. Es decir, que a más de cien años, el entorno en que aquélla, sobre todo, deja caer con singular estrépito las aguas limpias de la montaña.
Por sus orígenes se trata de un atractivo natural perfecto. La vegetación que le rodea es exuberante y entre la maleza hay una impresionante variedad de árboles y plantas, lo que forja un marco de múltiples colores, tamaños, sabores, olores y estética.
Sin embargo, el lugar pervive en las mismas condiciones que desde hace un siglo. Esto dicen los lugareños, que no consienten que la ruta que debe cubrirse de un kilómetro y medio, a la fecha siga exhibiendo sus piedras de río como camino hasta Texolo y no se le haya construido un pavimento hidráulico. Allí se quedan las suelas de los zapatos de cualquiera, como que los neumáticos de los automóviles y camionetas, pueden sufrir daños sin reparación.
El arribo a Texolo, tras lo accidentado de su rúa, concluye en un «mirador» con riesgo o peligro de venirse abajo, porque el paso del tiempo y el abandono no perdonan una obra que debe tener más de 50 años. O por lo menos así lo deja entrever un letrero escrito a mano, alertando sobre la inseguridad de su barandal, teniendo allí a la vista la cascada, la vegetación y la montaña.
Una placa, en un local que pareciera la casita del vigilante o el administrador de la hidroeléctrica, dice textualmente: «El presidente Porfirio Díaz inauguró la planta hidroeléctrica de Texolo», con una fecha: 3 de mayo de 1898.
Se ignora si la planta sigue generando energía eléctrica, lo cierto es que forma parte de un escenario natural, que sin haber recibido nunca una promoción turística, es visitada los fines de semana y periodos vacacionales por lugareños y otros más del resto del estado y la ciudad de México.
Cada tres años el ayuntamiento de Xico, entre sus promesas que hace, es precisamente anunciar la preservación y enriquecimiento cultural y turístico de la cascada de Texolo, sin embargo dicha expectativa se esfuma igualmente, porque dentro de la promoción regional que supuestamente se hace en favor de una docena de municipalidades, Texolo es el único sitio que atrae a visitantes por inercia.