60 Segundos: * NINGUNA NOVEDAD CON DIRIGENTES

La hora de la verdad sigue a la espera.
El CP Octavio Gil tiene al alcance de su mano la posibilidad de coadyuvar al esclarecimiento de los millones saqueados a las arcas del Instituto de Pensiones del Estado, porque los líderes de sindicatos magisteriales exigen ahora lo que ellos no supieron o no quisieron resolver con antelación.
El cuerpo que hace las funciones de consejo del organismo paraestatal se conforma, entre otros, por los líderes de los sindicatos que agrupan a los académicos y trabajadores del rubro, como es el Setse, la Fesapauv, el Sutsem, los cuales siguen sin rendir cuentas a ojos de los derechohabientes, trabajadores en activo y los pensionistas y jubilados.
Sin embargo, el moderno director del IPE, si pretende trascender y radicarse definitivamente en Xalapa, una vez que cubra la fatídica ruta de los diez meses que le quedan al gobierno priista, tiene que exhibir con pelos y señales a quienes saquearon las finanzas del organismo, como también cuáles son los bienes inmuebles que pertenecen del largo listado que heredó alguna vez el gobierno de Rafael Hernández Ochoa, a través de José Luis Lobato Campos, y de los cuales nadie ha querido dar cuenta ni informe alguno.
El reclamo sindical tiene su sustento y lo sabe el grueso de la comunidad magisterial que cotiza y cotizó ante el IPE.
El mal comienza cuando se piden los apoyos de los derechohabientes, pero no se esclarece el origen del saqueo que nunca antes ocurrió o por lo menos no fue lo escandaloso que pudiera sospecharse y que ahora tiene con el Jesús en los labios al grueso de los maestros, trabajadores en activo y los que justamente concluyeron su jornada de 30 años y bien merecido tienen el cobro de sus jubilaciones y pensiones.
Sin embargo, el consejo técnico o directivo sigue sin decir algo, cuando a cada uno de sus miembros corresponde dar luz verde o no a los asuntos que tienen que ver con los servicios que el IPE debe brindar a su derecho-paciencia.
Sobre todo, porque ahora viene una batalla más, que arrancó con la protesta del Setse, de no permitir al Congreso que apruebe una iniciativa de reforma a la ley que rige las actividades del IPE y en cuyo contenido se incluyen medidas que, más que beneficiar, van a engrosar las afectaciones que de antemano sospecha el grueso de maestros que se tratarán de cocinar con el aval de los diputados locales. Empero, los consejeros guardan criminal silencio, lo que les convierte en más cómplices que representantes de trabajadores y pensionistas.

* Y EN XALAPA, CUÁNDO SE
RENUEVAN CAMIONEROS

Lo dicho a tiempo, vale.
Por la ciudad circulan decenas de autobuses dedicados al transporte de personas en pésimas condiciones mecánicas, hojalatería destartalada y encargados a conductores sin la capacidad ni los conocimientos técnicos y mecánicos para poder salvar sus unidades y a sus pasajeros de los posibles siniestros y accidentes provocados precisamente por dichas unidades de servicio público.
Ahora que se difunde que Xalapa forma parte de la docena de municipalidades con algún atractivo turístico y que pueda acarrear el arribo de viajeros y turistas del resto del país y los que lleguen del extranjero, el servicio de autobuses de pasajeros deja mucho que desear, pues la mayoría son latas de sardinas –se dice– deterioradas por el paso del tiempo y el abandono en que los tienen sus concesionarios.
Si el servicio de taxis es deplorable, el de autobuses de transporte público no es menos.
Siendo que la capital del estado, anfitriona de los tres poderes estatales, no lo merece.
Por un lado se anuncia que capacitarán a los taxistas en materia de turismo nacional y extranjero. Esto quiere decir que a la mayoría los invitarán a prepararse en la lectura del español y el inglés, geografía local y de la entidad y quizá los más avezados hasta se atrevan a tratar de dominar la geopolítica mundial.
Los autobuseros, imposible que puedan acudir a esta clase de talleres o enseñanza, pero la renovación de sus unidades automotoras constituye una exigencia, sin dejar lugar a la menor duda.
Alguna vez en la administración de Elizabeth Morales García los ediles intentaron poner en práctica dos temas en el pandero de la promoción a la ciudad, bajo dos programas, uno: «Yo leo en el taxi», para lo cual el taxi elegido ofrecería un buen lote de libros y revistas y quizá periódicos a sus usuarios. El otro programa, que al igual que el primero, obtuvo un rotundo fracaso, porque no se cumplieron, lo encargarían a un grupo de conductores de taxi con dominio del español y el idioma inglés y conocimientos elementales de la geografía e historia de la ciudad y sus alrededores.
Si usted suma cuentas, al mencionado fracaso referido en líneas anteriores, las pésimas condiciones mecánicas y de hojalatería que exhiben cientos de taxis y autobuses urbanos, el rezago en lo que hace a convertir nuestras ciudades en uno de los atractivos turísticos dentro y fuera del país, honor a la verdad, deja mucho que decir y desear.
Inclusive, los despachitos a cielo abierto, que en las calles céntricas operan para rendir la supuesta información acerca de los servicios al turismo y los medios de transporte en que éstos se llevan a cabo, muy escasa orientación al respecto pueden rendir, porque pecarían de cometer graves omisiones y marcos de referencia inexistentes.
Los operativos de tránsito están más empeñados en andar a la caza de automóviles mal o supuestamente mal aparcados, mucho más que en modernizar o actualizar los servicios al turismo a través del taxi y los autobuses de pasajeros. Algo en este contexto tendría que correr del dominio en el tema del papanteco Edmundo Martínez Zaleta, ¿no le parece a usted?

* QUE DIGAN DE DÓNDE SALE
DINERO PARA ESPECTACULARES

Los anuncios espectaculares son de muchos cientos de miles de pesos, que en época de miseria y escandalosas conductas delictuosas, políticas y privadas, resultan un tanto insultantes, por un lado, y de preocupación, por otro lado.
A lo largo de nuestras carreteras y en el corazón de las ciudades destacan los espectaculares del PRI, el PAN y el candidato independiente Juan Bueno Torio, los cuales supuestamente deberán regirse bajo un esquema que el OPLE les ha de dirigir o, en su defecto, tendrían que cancelarlos, porque hoy se realizan precampañas exclusivamente.
Morena no ha hecho circular ninguno de estos anuncios.
Informó casi en secreto que su precandidato a gobernador, Cuitláhuac García, ya fue inscrito, pero no se anunciará de manera abierta hasta llegada la primera quincena del próximo mes de marzo.
Es decir, que la publicidad o propaganda, además de tener un tope, bueno sería saber en qué momento los precandidatos pueden hacer uso de los efectos propagandistas mencionados, que no les resulte con multas y extrañamientos en su contra por parte de los consejeros electorales.
A la vista de los ciudadanos, la promoción publicitaria tendría que estar a la par con todos los precandidatos al momento de iniciar sus campañas. En este juego hay los adelantados y los que siguen a la zaga o los que desde siempre se anunciaron como Antonio Luna Andrade, del partido cardenista, y al cual nadie ve como un riesgo a la hora de acudir a sufragar en las urnas electorales.
Empero, fuera o dentro de los tiempos establecidos por la ley electoral, la promoción de partidos políticos y precandidatos ya inició a través de los anuncios espectaculares, que bueno sería que dieran a conocer quién los paga, así como la difusión a través de la televisión y la radio. ¿Alguien conoce a Héctor Herrera Bustamante, haciéndola de buscador de chamba de gobernador con los colores del ex partido aplanadora? Por favor.
Y por supuesto, que mientras los consejeros electorales nada digan al respecto, que los candidatos y partidos políticos hagan su tarea, porque algo igualmente es cierto, que al grueso de la ciudadanía en este momento le preocupan más sus exigencias personales de empleo, salud y educación, que las cuestiones de partidos políticos y aspirantes a la gubernatura de dos años.
Aquellos tiempos en que se desbordaba el entusiasmo popular y los oradores cimbraban con sus mensajes los recintos abiertos y cerrados para la celebración de los mítines, hace años que dejaron de ser. Inclusive, ahora se lanzan anuncios y advertencias tremendistas que en otros años habrían levantado olas extraordinarias de ruido, escándalo, estupor, o simplemente expectación.
En el presente, el cruce de fuego verbal y de papel y twiters, entre precandidatos, hasta se aprecia cosa natural, propia de la temporada política, pero apuestan las mayorías que no pasará a más.
Y es que la capacidad de asombro, honor a la verdad, se encuentra bastante vapuleada.