Por: Héctor Saldierna
México tiene características muy especiales que, tal vez, podría ser una nación atípica en el contexto global. Posee bellezas naturales extraordinarias, grandes riquezas minerales y energéticas, pero al mismo tiempo posee habitantes que tienen una manera especial de ver la vida. Hay quienes que, incluso, llegan a la broma que este territorio lo tiene todo, con todos los atributos, pero con la desventaja, tal vez despectiva, que Dios puso mexicanos.
No estoy de acuerdo en esta tesis, pero sin duda los acontecimientos actuales nos permiten un poco el análisis y la preocupación hasta cierta forma en que se toman cuestiones de carácter económico.
Los famosos #papeles de Panamá, para estar a tono con la era digital, ponen de relieve una problemática internacional caracterizada por la ambición y la codicia sin límites, donde se encuentran involucrados todo tipo de personajes que van desde primeros ministros, presidentes, constructores, artistas, deportistas, narcotraficantes y toda una gama de actividades que siempre estarían en la raya de lo ilícito.
Son estratosféricas cantidades que, desde el punto de vista de equidad y de trabajo honesto, jamás se lograrían juntar. Tienen que estar conectadas por necesidad con acciones fuera de las virtudes más esenciales del hombre.
Fue la Corporación Internacional de Periodistas, conformado por un número de 370 comunicadores en 70 países que desde hace más de un año hicieron una profunda investigación para conocer de qué manera operaba un despacho denominado Mossak-Fonseca, con asiento en la ciudad de Panamá, especializado en crear empresas fantasmas para la operación y lavado de dinero en una compleja trama de negocios y de supuestos nombres.
Por lo pronto en Islandia ya cayó el primer ministro David Gunnlaugsson, mientras que Mauricio Macri, presidente de Argentina y el padre de David Cameron, exministro de Gran Bretaña sufren en justificar lo injustificable. En México, en cambio, en el país donde no pasa nada hasta la secretaría de Hacienda anunció sin rubor alguno que esos “lavadores” todavía tenían tiempo de pagar los impuestos derivados del dinero que se llevaron hacia un paraíso fiscal.
De entrada oficial no hay ningún tipo de problema. Sobre todo porque en la extensa lista de beneficiarios, que se estima superior a los 14 mil, se encuentra Juan Armando Hinojosa Cantú, el constructor favorito del actual gobierno federal. En esa lista también han incluido a Omar Yunes, hijo del candidato del PRD-PAN, por lo que podría causarle algunas problemáticas en su andanza y peregrinaje en la búsqueda del voto popular.
No cabe duda que vivimos en un país surrealista donde pasan las cosas más inconcebibles y que jamás se llega al propósito de que la luz de la justicia y de la libertad brillen en su infinita capacidad hacia quienes tienen ese derecho debidamente otorgado.
Prueba de la ausencia del amor hacia el país, actualmente se estima que el dinero que ha salido de México hacia paraísos fiscales es en el orden de 432 mil millones de dólares, cifra que fácilmente duplica y supera a la cantidad de 170 mil millones de dólares que es la cifra de las reservas nacionales. Es un mensaje claro en donde, evidentemente, los preclaros intereses del país se encuentran ubicados en último lugar.
Y SIGUE EL EJEMPLO KAFKIANO
El escritor checo judío esquematiza las cosas absurdas que en México, comparativamente hablando, se llega a afirmar que sí ese escritor hubiese nacido en México, sería de corte costumbrista.
Resulta que en este contexto hace ya varios meses el exgobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, con el afán de obtener una inversión extranjera procedente de Corea del Sur, bajó la luna y las estrellas.
Les prometió a los coreanos que les entregaría no el 5 por ciento que marca la Ley de Fomento Económico de ese Estado, sino que les otorgaría el 27.8 por ciento que representa más de 11 mil millones de dólares, que les organizaría la fiesta de inauguración de la empresa KIA, la que tendría 7 mil fuentes de empleo y, además, les facilitaría un helicóptero para los invitados coreanos, además de exentar por varios años el pago de la tenencia de los vehículos de los directivos.
Todo esto, se deduce, con el afán que la inversión de 2 mil 452 millones de dólares de los coreanos no se fuese a otro estado o país. Pero como llegó otro gobierno, representado ahora por el Bronco Rodríguez, resulta que las promesas ya no fueron las mismas.
Ante los diputados locales, el secretario de Economía estatal, Fernando Turner, dijo que el contrato era sencillamente “leonino” y que no podría aceptarse porque la entidad no tiene los recursos suficientes para cubrir las promesas del anterior gobernante.
Así está las cosas ahora. Por eso es que en la visita que hizo la presidenta coreana Park Geun Hye, seguramente le exigirá a peña nieto que se cumpla la promesa, así haya sido muy inflada. No será difícil conocer el desenlace en un país en donde actualmente el incienso y la mirra arde a favor del extranjerismo.
Y hasta la próxima.
EfACICO 