Barandal: Hambre en Veracruz


saqueo en villa allende
Y luego  de que las llamas amainaron, hacia las 9 de la noche, apareció un ejército de pobres, pobres entre los pobres, y se lanzó a robar artículos y alimentos

 

 

•Saqueo en Villa Allende

•900 indígenas presos

PASAMANOS: Hay en Veracruz hambre. Varios tipos de hambre.

Por Luis Velázquez Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Luis Velázquez Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana (Desde el puerto de Veracruz)

Por ejemplo, hambre de justicia. Los familiares de los desaparecidos marchando en Xalapa, Amatlán, Córdoba y Coatzacoalcos, exigiendo el regreso de sus hijos a casa, vivos y sanos.

 

Hambre de justicia laboral. Los maestros de la secretaría de Educación reclamando pagos pendientes.
Hambre de ganar la mini/gubernatura. El Yunes rojo llamando “El rey del lodo” a su primo hermano, el Yunes azul, esperando posicionarse en el ánimo electoral.
Hambre turística. Algunos prestadores de servicio integrando una asociación civil denominada “Destino Veracruz” para impulsar el turismo ante la ineficacia oficial.
Etcétera.
Pero existe una hambre superior, canija, tremenda.
El CONEVAL lo avisó en tiempo y forma. En Veracruz, 6 de cada 10 habitantes están atrapados y sin salida en la miseria y la pobreza.
El CONEVAL también lo reveló con otra sentencia bíblica: de los 8 millones de habitantes, un millón y medio solo hacen dos comidas al día, y mal comidas.
Tal cual, la visión apocalíptica del CONEVAL se expresó en el poblado de Villa Allende, en Coatzacoalcos, ahí mismo donde los malandros asesinaran al reportero Gregorio Jiménez el 5 de febrero de 2014.
Y es que en Villa Allende, un incendio consumó la tienda departamental de Bodega Aurrerá el viernes 15, en la tarde.
Y luego de que las llamas amainaron, hacia las 9 de la noche, apareció un ejército de pobres, pobres entre los pobres, y se lanzó a robar artículos y alimentos.
El México bronco del que hablaba Jesús Reyes Heroles resucitando una vez más en el Veracruz bronco de Javier Duarte.
Y entonces también debutó la policía para, digamos, sólo digamos, meter orden, mejor dicho, intentar meter orden en el caos, el vértigo, la desesperación y la necesidad de llevar el itacate a casa.
Y sonaron los disparos.
Unos dicen que fueron entre 80 y 90 tiros.
Y los pobres, los jodidos, “los desheredados de la fortuna” les llamaba Albert Camus, “los olvidados de Dios” les decía Luis Buñuel en su película clásica, fueron objeto de gases lacrimógenos.
Y en el medio de la corredera hubo una muerte. María Reyes Domínguez, de 32 años.
Y los pobres, los jodidos, los súper jodidos, los hambrientos, se fueron contra la policía.
Y quisieron volcar una patrulla.
Y el caos estuvo a punto de derivar en un enfrentamiento entre los jodidos y la policía (Notiver, 17 de abril, 2016).
Y gracias a Jesús de Nazareth la locura se detuvo, pues de lo contrario, una vez más Javier Duarte habría caminado en la prensa del mundo.

obispo rutilo
Y es que Montiel Montiel, el cacique sureño, posee una fortuna calculada por sus amigos en 2 mil millones de pesos que, incluso, y según la fama pública, le permitieron obsequiar su mansión de 12 millones de pesos al obispo Rutilo, para que, bueno, predicando la palabra de Dios nunca padezca hambre

BALAUSTRADAS: Si los pobres tienen hambre, y tienen hijos que alimentar, padres seniles a quienes procurar, cuidado, el Veracruz bronco despertará más.
Por ejemplo, en las cárceles de la tierra jarocha existen unos 900 indígenas presos porque cometieron un solo delito, digamos, “de lesa humanidad”, imperdonable ante las buenas conciencias políticas, como es robar un pollito, una gallinita, para llevar alimento a casa.
Y como son indígenas, y como la Fiscalía ningún abogado que hable el dialecto tiene a disposición, ni tampoco la voluntad, y como el aparato gubernamental necesita presos para mostrar la eficacia, entonces, los 900 compitas siguen ahí, atrás de las rejas, esperando lo que nunca llegará como es la amnistía.
Hay hambre en un Veracruz pródigo en recursos naturales, pero habitado por gente precarista y menesterosa.
Claro, el filósofo social del duartismo que lo fuera, Marcelo Montiel Montiel, dos veces presidente municipal de Coatzacoalcos, al que pertenece el poblado de Villa Allende, lo ha expresado de la siguiente manera:
“Los pobres son pobres… porque ellos lo quieren”.
Y es que Montiel Montiel, el cacique sureño, posee una fortuna calculada por sus amigos en 2 mil millones de pesos que, incluso, y según la fama pública, le permitieron obsequiar su mansión de 12 millones de pesos al obispo Rutilo, para que, bueno, predicando la palabra de Dios nunca padezca hambre.
Es más, días anteriores, la delegada federal de la SEDESOL, Ana Guadalupe Ingram, anunció en el sur de Veracruz que izaría la bandera blanca del rescate social de los pobres porque el peñismo les obsequió una estufita ecológica, un pisito ecológico y un techito ecológico para sus casas, el mismo chorizo que Marcel Montiel acostumbraba en su tiempo en la misma dependencia.
Tal cual, los pobres robando mercancía y alimentos en la tienda Aurrerá ardiendo, les podrían llamar actos de rapiña.
Pero en el fondo social, la miseria, la pobreza y la jodidez asestan muchas, demasiadas cornadas, y el peor ciego es aquel que se resiste a mirar la realidad a su alrededor.

policia actuando contra habitantes de Villa Allende
El México bronco del que hablaba Jesús Reyes Heroles resucitando una vez más en el Veracruz bronco de Javier Duarte. Y entonces también debutó la policía para, digamos, sólo digamos, meter orden, mejor dicho, intentar meter orden en el caos, el vértigo, la desesperación y la necesidad de llevar el itacate a casa

ESCALERAS: Seis de cada diez habitantes de Veracruz, dice el CONEVAL, en la pobreza y la miseria.
Y en contraparte, la fama pública registra que muchos duartistas se han enriquecido a la sombra del poder sexenal, los más ostentosos, Jorge Carvallo Delfín, hasta con un jet, y Gabriel Deantes Ramos, con un par de mansiones en el fraccionamiento “Las ánimas” de Xalapa.
Y lo peor, la impunidad. El ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, y la Comisión de Vigilancia del Congreso, pobrecitos, que nunca lo han registrado, mejor dicho, jamás han tenido voluntad social y política para mirar a los lados.
La rapiña, digamos, de los pobres en Villa Allende expresa el Veracruz recóndito y latente. La miseria. La pobreza. La jodidez. El desempleo. El subempleo. Los pinches salarios de hambre. El hartazgo de vivir siempre así. Por eso el poeta Javier Sicilia publicó un libro con el siguiente título: “¡Ya estamos hasta la madre!”.
Y “hasta la madre”… de los políticos.

Publicado en: http://www.blog.expediente.mx/nota/19083/portales-de-noticias-de-veracruz/hambre-en-veracruz-

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