ALVARADO, ¡CÓMO RECUERDO A MI PADRE!… + Viejo mi querido viejo… + Saludos a mis alvaradeños queridos…


por Ruperto Portela Alvarado.

 

         

Por Ruperto Portela Alvarado, egresado de la facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, desde Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
Por Ruperto Portela Alvarado, egresado de la facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, desde Tuxtla Gutiérrez, Chiapas

   Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 08 de mayo de 2016.- La máxima del tiempo se tiene que cumplir porque cuando nacemos empezamos a morir un poco. Fue como una exhalación que para mi padre se consumió su tiempo y un día, 8 de mayo, terminó su paso por esta vida hace 32 años. Dijo, “cómo recuerdo a mi padre//viejo mi querido viejo”.

            Se –como siempre sucede siempre—que aprendí mucho de ti, pero no lo comprendí en su tiempo y en su momento. Hoy, como lo lamento y siento tu partida padre míoCeledonio Portela Sánchez; el hombre fuerte, enérgico, comprensivo y decidido a la vez. El mejor de oficio zapatero en aquellos lejanos tiempos cuando eran unos cuantos y entre ellosHiginio Terrazas a quien mejor conocían como “Lapio”.

            Con mi padre Celedonio o Cele como le decía mi mamá Gregoria Alvarado, aprendí cabalmente el arte del oficio de la zapatería para poner tapitas, tacones, medias suelas, suelas corridas, chinelas de las que supe cómo se manejaba la máquina de coser para preparar las capelladas y luego hacerle el terminado.

            Eran los tiempos cuando llevaban los zapatos a “componer” y luego se los llevábamos a su domicilio para que algunas veces nos quedaran a deber el trabajo. Con mi padre Cele supe de pescar con la red y el chinchorro montados sobre aquellas fabulosas piraguas que un día vi repletas de robalo y en otra de sierra.

           alvarado Fuimos junto con Fallo Noguerola a pescar camarón prieto en la laguna del Picacho que ya dije, desapareció por el desorden ecológico y la contaminación que empezó a caer sobre el río del lado del “Blanco” y luego en el “Papaloapan” en la parte de Paso Nacional que ya es un caso grave que se tiene que atender.

            No podría olvidar a mi padre, Celedonio Portela Sánchez como tampoco lo harán mis hermanos Daniel, Aída, Gabriel, David,
Vicenta y Matías,
porque cada uno tuvo su experiencia de vida a la par con él y mi madreGregoria Alvarado Valerio, la compañera de siempre, abnegada y cariñosa, pero llena de fortaleza y energía. Por eso, a pesar de nuestras carencias, hoy puedo decir que mis padres mi hicieron, nos hicieron felices a todos en la casa de la “Madero” que tenía originalmente el número 33, después 69 y hoy hasta se me ha olvidado su nomenclatura.

            Cele, sé que te fuiste no porque querías, sino porque tu tiempo, la luz de tu veladora ya se había acabado el pabilo y no había manera de seguir alumbrando. Eres hoy, a la distancia mi ejemplo, mi recuerdo, mi forma de seguirte amando porque frente de donde escribo todos los días, te tengo presente para la eternidad en una fotografía en la que estás acompañado de mi madre Gregoria Alvarado, como ahora en el más allá.

            A lo mejor fuimos un poco amigos cuando yo con apenas 17 años y  Fallo Noguerola veíamos “Sábados de Box Corona” y “Cabalgata Gillett” –con una “Victoria” a la mano– de aquellos grandes como Ultiminio Ramos, José Ángel “El Mantequilla” Nápoles, Vicente Saldivar “El Zurdo de Oro”,  Efrén “El Alacrán Torres”, Batling Torres, “El Toluco” López, José “El Huitlacoche” Medel o aquella extraordinaria pelea entre “Raúl “Ratón” Macías contra Alfonso Halimi que oímos en nuestro radio “Majetic” que se transmitió desde Francia allá por 1962. Sería injusto dejar de mencionar a grandes boxeadores como Julio Guerrero, “La Zorrita” González, “El Pajarito” Moreno, “El Macetón” Cabrera, Entre otros que ya no recuerdo en este momento

            No podríamos faltar a la cita de la “Hora Mágica del Béisbol” como la bautizó el gran “Mago Septién” a las 9:30 de la noche en que iniciaban los partidos desde el majestuoso “Parque del Seguro Social” de la Ciudad de México que se transmitía por la XEW “La Voz de la América Latina” o en la “U de Veracruz”, los juegos del “Águila”. Fuimos aficionados al béisbol y el box que narraba Enrique Llanes. También aquellos grandes mánager como donArturo “El Cuyo” Hernández que hizo y dirigió a campeones como Rubén “El Púas” Olivares.

            Padre, como te recuerdo ahora y qué falta me haces; pero también sé que me hiciste fuerte y te lo agradezco como el hijo o tus hijos te lo agradecen por todo lo que nos diste. No podría dejar de pensar en aquellas comidas de carnes de “castaña” que comprabas para asar o empanizar “cuando había dinero” para darnos esos lujos. También con su guarnición de lechuga, rábanos y pepinos aderezados con “aceite de comer” que comprábamos a granel por veinte o treinta centavos.

           zapatero De qué no me habré de acordar, como cuando íbamos a la casa de “Lapio” a coser las capelladas de las chinelas que ya llevábamos previamente cortadas y me enseñaste a utilizar la máquina para que luego yo fuera el que las maquilara. ¿Habría de olvidarme aquella vez que con tus amigos: Marejera, Agustín “Cardenal”, “La Pantera” íbamos a pescar con las redes de Ricardo Tiburcio y supe cómo hacían el “arroz a la tumbada” y porqué se llama así? No, no me olvido de nada y por eso te dedico este espacio a tus 32 años de partida, donde más temprano que tarde nos habremos de reunir, como lo hizo ya, mi madre Gregoria Alvarado Valerio mis hermanos Cecilio y Mario, por los que siento ahogado mi pecho porque se nos adelantaron en el camino.

            Cómo recuerdo a mi padre y como me faltan sus consejos que una vez no escuché. Me arrepiento ahora, pero es la ley de la vida, pues yo dejé a mis padres –como Siddharthaa los suyos—en el umbral del camino y me vine a Chiapas seis años antes de tu partida al destino donde todos, “inexorablemente” vamos a llegar.

            Me queda tiempo para reflexionar y estar siempre en el quicio del edificio, pues como dijera Chavela Vargas: todos mis amigos se están yendo y yo aquí sigo esperando. Con mi recuerdo y mi veneración, este homenaje a mi padre Celedonio Portela Sánchez…

 

            >>> Aprovecho la oportunidad para enviar un saludo a todos mis amigos alvaradeños como Rafael Figueroa Zamorano “Fallo La Pulga”; a mi compadre “Nacho Ramón Zamorano “El Avión”; a mi primo Güicho Portela Cruz. ¡Ah!, también a doña Eva Camarero Sosa, -suegra de mi amigo Miguel Ignacio Tiburcio Hernández, Nacheo—con motivo de su cumpleaños el lunes 02 de mayo quien llegó a ¡¡97 (noventa y siete) años de edad!!, por lo que bien se merece otro pastel esta semana. Felicidades<<<RP@…

Con un saludo desde la tierra del pozol, el nucú, la papausa y la chincuya…

Si deseas contactarme: rupertoportela@gmail.com… 

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