
Por: Héctor Saldierna

Está plenamente demostrado que nada se logra sin el consenso general. Pretender imponer un criterio relacionado con una norma, una ley o una decisión que se adopta con la idea que será para el bien del país, debe ser obligatoriamente consensada con los diversos sectores y especialistas del tema.
Este ha sido el común denominador con las actuales administraciones que han pretendido imponer sus criterios sin tomar en consideración la reflexión y la apertura hacia otros puntos de vista. Ello tiene que ver, por ejemplo, con la reforma educativa la que no ha sido aceptada por la generalidad del sector magisterial.
Desde que fue establecida la Reforma, ésta no sólo ha sido rechazada, sino que el movimiento magisterial ha ido creciendo y enfrentando todo tipo de adversidades que llegan a un extremo. Lo último que han enfrentado los dirigentes magisteriales ha sido el acoso oficial que los ha convertido en rehenes y llevados a la cárcel como sí fueran vulgares delincuentes.
El caso más significativo ha sido el sector magisterial en Oaxaca, donde dirigentes de la CNTE han sido enviados a prisiones federales y cuyos maestros que militan en el sector sindical tienen una militancia profesional comprobada y que, desde artículos y comentarios de Luis Hernández, muestra a mentores que han realizado tareas de gran proyección social en las comunidades en que han impartido clases a alumnos de primaria.
Es decir, todo muestra que con el afán de imponer una reforma, donde no está de acuerdo uno de los actores principales –los maestros- ahora se pretende que por la fuerza reconozcan una reforma que en nada beneficiará a maestros ni alumnos.
Algo está ocurriendo que debe ser analizado desde la parte oficial y desistir ya de este tipo de prácticas que en nada enaltece a una administración, sino que lo único que se logrará será desprestigiar las tácticas que evidentemente obedecen a una orden proveniente desde intereses poco confesables.
LA CRISIS EN LA CIUDAD
DE MEXICO
Como que todas las crisis se han concentrado en el gobierno de Mancera, el actual jefe de gobierno del Distrito Federal. Su gestión ha sido gris, al igual que el aire que se respira, a la par que no ha sido el hombre en el que se esperaban mejores resultados. Proveniente de las filas del PRD, ahora marca a una organización partidistas en una franca crisis de credibilidad.
Las restricciones que se han implementado para la circulación de vehículos, las multas a los que violen las disposiciones y un aire cada vez más contaminado forman parte de una tríada que no se observa de fácil solución.
Lo que no se observa, sin embargo, son las medidas de carácter ecológico toda vez que se tiene una estadística sobre la desaparición y tala de árboles en cifras estratosféricas. Se habla de cientos de árboles depredados diariamente, sin que haya acciones que tiendan a su castigo a quienes los talan y, por otra parte, no se observa que haya campañas para incrementar su presencia.
Y éste tendría que ser un aspecto toral para mejorar la calidad del aire, toda vez que los árboles se constituyen en la parte esencial para producir oxígeno, para filtrar los contaminantes y ofrecer una mejor imagen en todos los sentidos a una ciudad, no sólo gris por el aire sino también por la mancha urbana y de asfalto que la caracteriza.
LA BATALLA POR VERACRUZ
Y siguen las campañas en la búsqueda del voto popular entre siete candidatos. Cada vez que hay la posibilidad de platicar con un ciudadano, la respuesta es de desaliento y de falta de esperanza. No observa en el panorama que haya alguien con la capacidad para salvar a Veracruz de la crisis de confianza y económica que sufre actualmente.
Están en una situación dubitativa. Ningún nombre evocado es suficiente para que huela la esperanza. ¡Qué tristes tiempos se viven en Veracruz!.
Y, por otra parte, el Consejo Universitario General (CUG) de la UV acordó en un punto de resolución exigir al gobierno del Estado el cumplimiento en las promesas y que hasta la fecha se adeudan 2 mil 482.3 millones de pesos, desde 2009 a la fecha actual. Se busca que haya cumplimiento en el calendario que en la víspera había confeccionado la misma Secretaría de Finanzas.
Y hasta la próxima.
