por Luis Velázquez
•La mayoría, policiacos
•Tres carteles en Veracruz

PASAMANOS: De nuevo, Veracruz, en el ojo del huracán. Un reportero más, Manuel Torres, de Poza Rica, fue asesinado. Enfrente de las oficinas de Tránsito, lugar público y transitado.
Una cruz más en el cementerio particular de reporteros y fotógrafos. 18 en total, ejecutados. Más 3 desaparecidos, los tres de la fuente policiaca, desaparecido el primero en septiembre del año 2011, significa que también ya estarían muertos.
Y ojala estuviéramos equivocados.
Pero de ser así, como todo parece, entonces, suman 21 trabajadores de la información muertos en el transcurso del llamado sexenio próspero… (próspero, claro, para las elites priistas).
La violencia, recrudecida contra los diaristas que cubren la fuente policiaca en un Veracruz, como aseguran la DEA y la PGR, donde operan los siguientes carteles: Zetas, Jalisco Nueva Generación y Del Golfo.
Más, y como diría Jesús Murillo Karam, los cartelitos.
Noel López Olguín, el primer diarista asesinado, cubría la fuente policiaca.
Miguel Ángel López Velasco, aun cuando escribía una columna política, siempre se ocupaba de cuestiones policiacas.
Yolanda Ordaz de la Cruz, reportera policiaca.
Misael López Solana, Gabriel Huge, Guillermo Luna y Esteban Rodríguez, fotógrafos policiacos.
Víctor Báez, editor de una sección policiaca.
Gregorio Jiménez, fuente policiaca.
Moisés Sánchez, información general y fuente policiaca.
Armando Saldaña Morales, fuente policiaca.
Juan Mendoza, Juan Heriberto Santos y Juan Calos Landa, fuente policiaca.
Rubén Espinoza, fotógrafo de marchas de protesta.
Anabel Flores Espinoza, reportera de la fuente policiaca.
Regina Martínez, información general, ligada a hechos sociales.
Manuel Torres, en su paso por TV Azteca Veracruz, El Mundo de Poza Rica, Radio Ver y Noticias MT, fuente policiaca.
Y los colegas desaparecidos, Gabriel Fonseca, Cecilio Rodríguez y Sergio Landa, de la fuente policiaca.
BALAUSTRADAS: ¿Tanto poder tienen, pues, los malandros y/o los cartelitos y/o la delincuencia común (¡vaya usted a saber!) en Veracruz, que hacen y deshacen?
¿Tanto derecho de picaporte ha permitido la secretaría de Seguridad Pública a los malosos, a tal grado que, incluso, hasta parte de las corporaciones policiacas se han puesto al servicio de todos ellos, y por eso mismo, el Fiscal ha encarcelado y procesado a más de 460 por desaparición forzada?
¿Por qué si la secretaría de Seguridad Pública ejerce el más alto presupuesto estatal luego de la SEV, el Estado de Derecho ha sido relevado por el Estado Delincuencial?
¿Por qué con todo y la llamada Fuerza Civil, y la policía acreditada, y las fuerzas de las secretaría de Marina y la Defensa Nacional, los delincuentes siguen asesinando a trabajadores de la información, de igual manera como secuestran y desaparecen a niños, jóvenes y personas mayores?
¿Por qué los gobernadores de Baja California, Yucatán y Campeche mantienen un bajo, bajísimo nivel de inseguridad, casi nada, y aquí en Veracruz la vida cotidiana está prendida con alfileres?
Si hay un capitán de la nave en el gabinete de seguridad, de nombre Arturo Bermúdez Zurita, ¿por qué la inseguridad constituye el gran pendiente social número uno, a tal grado que los 7 candidatos a la gubernatura la tienen como prioritaria en su agenda?
¿De plano, Bermúdez no puede, no quiere, o por el contrario, aplica el principio francés de “dejar hacer y dejar pasar”?
¿Por qué si por todos lados hay muertes violentas, el góber tuitero permite que Bermúdez siga en el trono imperial y faraónico, de tal modo que es el único secretario del gabinete legal inamovible, intocable, impoluto?
¿Por qué tantos reporteros, 21 en total, asesinados en el transcurso del sexenio que incluye cinco años con cinco meses y 17 días?
¿Tanto tanto tanto daño causa la palabra impresa?
Y/o si por el contrario, como suelen afirmar en la esfera oficial, si hay narco/policías también hay narco/reporteros?
Y si así es, entonces, ¿por qué el gobierno de Veracruz ha sido incapaz y/o le ha faltado decisión para demostrar con pruebas, hechos, testimonios, evidencias, argumentos, la (presunta) sórdida relación entre los medios y los carteles y cartelitos?
ESCALERAS: En el sexenio de Fidel Herrera, el fogoso, cuatro reporteros fueron asesinados. Raúl Gibb Guerrero, Hugo Barragán Ortiz, Roberto Marcos García y Luis Daniel Méndez Hernández.
Con Miguel Alemán Velasco, 2. José Miranda Virgen y Evaristo Ortega.
Con Javier Duarte, van 21.
¿Por qué, entonces, con Javier Duarte van 21 reporteros y fotógrafos ejecutados?
Se precisa, nadie lo inculpa como, digamos, autor intelectual, como fuera el grito, por ejemplo, de aquellos colegas que un día, a partir del crimen del fotógrafo Rubén Espinoza en la Ciudad de México, se plantaron ante la Casa Veracruz y gritaron “asesino, asesino” al góber tuitero.
Pero con todo, JD es el capitán de la nave, el jefe del barco, el general del ejército, el gurú de su tribu, el tlatoani de la elite priista en el poder sexenal.
Y por tanto, y para bien o para mal, todo lo que en materia pública sucede en Veracruz está ligado a su destino, a su nombre, a su prestigio, a su decisión, a su filosofía de vida y a su personal estilo de gobernar y ejercer el poder.
En Poza Rica, una familia más llora la muerte del jefe del hogar. Se llamaba Manuel Torres González, era reportero y ha entrado a la lista negra y sórdida de Javier Duarte, el gobernador incapaz de frenar el tsunami de violencia.
No ha querido, no ha podido o le vale…
Publicado en: http://www.blog.expediente.mx/nota/19492/portales-de-noticias-de-veracruz/21-reporteros-asesinados-
