60 Segundos: * SEGURIDAD Y POBREZA, CAUSAS MÁS SENTIDAS


La iglesia, por voz de su cardenal Norberto Rivera Carrera, sus demás representantes, los obispos y curas, han advertido su total rechazo siquiera a presumir que una autorización de esta índole se aplique nacionalmente en el país. Y mucho menos, que un matrimonio homoparental pueda adoptar hijos

* SEGURIDAD Y POBREZA,
CAUSAS MÁS SENTIDAS

Por Raúl González Rivera
Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

A lo largo de sus campañas, los candidatos a cualquiera de los cargos que aspiran a ostentar, las causas más sentidas entre quienes forman parte de la ciudadanía, son la inseguridad y la pobreza.
Si no hay empleo el potencial de la delincuencia se acrecienta y por ende la inseguridad galopa a pasos de gigante.
Los candidatos quedan sin habla ante los pormenores con que la población les presenta los graves saldos que se resienten sobremanera en la sociedad civil. El desempleo va en aumento y los ejércitos de cesantes en las empresas públicas y privadas, tampoco encuentran su estabilidad.
El común de candidatos se enfrenta a la disyuntiva de tener que mentir a sus escuchas o prometerles –total, hacerlo no empobrece a nadie–, que ya habrá tiempo para el reacomodo de las palabras.
La arribazón de vendedoras ambulantes en la ciudad, por caso, trae consigo igualmente la enorme cantidad de desempleados que, como plaga, se esparcen en las calles y avenidas. Lo mismo hay los pedigüeños, que los cantantes, malabaristas, payasitos, la joven que se auxilia de un aparato musical para interpretar melodías de los años 70, pero siempre son más los que toman las calles y las convierten en el centro de sus operaciones. Ahora hay los que arguyen que son centroamericanos y piden para su pasaje de regreso a sus tierras.
Es posible que una mayoría sea gente buena, pero la imagen que le dan a la ciudad es de miedo, desolación y una infinita preocupación en el resto de la población, porque aunque quiera no está tampoco en posibilidades de atender los justos reclamos de los sin nada.
Los candidatos generalmente han abordado el tema de la inseguridad diciendo que la van a abatir, mas no se perfilan programas sobre cómo van a resolver las graves carencias del empleo. La escuela es una parte importante, la cual atraviesa por una de sus peores crisis debido a los efectos de la reforma educativa y está claro que no alcanza a cubrir las exigencias y necesidades de una mayoría en edad de prepararse en las aulas escolares.
Como política social se habla de numerosos programas y planes, pero no aterrizan, en tanto la pobreza alcanza niveles de miseria, y la violencia, como consecuencia de aquéllas, mantiene pendiente de un hilo la seguridad, que agobia a la sociedad, le impone el miedo que afila sus uñas en la calle y convierte a la población a semejanza de los muertos vivos de las películas que ahora se difunden permanentemente en la televisión.

* CACHARROS Y TALLERES
MECÁNICOS EN LAS ACERAS

Suelen las autoridades anunciar que realizarán tareas de descacharrización, sobre todo porque allí en los materiales que utilizan talleres mecánicos se acumulan los mosquitos transmisores de las epidemias, porque eso han sido del dengue, chikungunya y el zika.
Evidentemente, el aspecto que denotan los cerros de neumáticos colocados sobre las banquetas y que invaden el arroyo de circulación vehicular, es deplorable para la ciudad que los políticos intentan asemejar a la Atenas griega, pero además, los talleres mecánicos y la vendimia que se promueve además, contamina el ambiente, la visión y el aire que se respira.
De siempre se han instrumentado acciones en contra de estos invasores de arterias públicas, pero de igual forma se diluyen, debido al desinterés de los cuerpos de vigilantes, las mochadas y gratificaciones que los mencionados explotadores de esos rubros cubren religiosamente día a día o por semana a una larga lista de burócratas menores su autorización velada, se dice, pero sin considerar que afectan el entorno citadino en todos sus órdenes.
Las campañas para limpiar las calles de la ciudad no son suficientes, de allí que urbanísticamente se tenga una capital repleta de efectos que contradicen su fama de ser una capital intelectual, donde el estudio, la investigación y la cultura son mano. Está claro, que esto no es así del todo.
Y es que a medida que transcurre el tiempo, se multiplica el número de comerciantes que ocupan las banquetas para realizar sus operaciones, como también los talleres mecánicos, los hojalateros y pintores dejan al resto de peatones espacios miserables para transitarlos, en tanto el montón de unidades vehiculares son lijadas y pintadas a la vista de todos, quienes tienen que tragarse los humos y tóxicos de los solventes que se utilizan en esa faena.
Los levanta-ponches, ídem. Realizan sus faenas sobre las aceras y el arroyo de circulación, sin que nadie ponga un orden en sus operaciones. Este es un viejo vicio, sin duda, en los ranchos es parte de su colorido y folclores. Pero en la capital del estado, su distingo es la cultura –se dice en el discurso político–. Entonces, por qué no empezar por establecer dentro del rubro de movilidad urbana, el orden en todo este comercio callejero.
Alguna vez lo experimentó el alcalde Ignacio González Rebolledo, a quien sin importar la afectación en su personal prestigio de ser un político salido de las filas priistas, le rindió excelentes resultados a la ciudad. En ese sentido, inclusive alineó calles y avenidas del corazón de la capital, como puede apreciarse hasta estos días.

* Y DE BODAS GAYS Y CONSUMO DE
MARIGUANA, CANDIDATOS, ¿QUÉ?

Hay dos temas que los candidatos siguen sin tocar, pero que están en el pandero y que son las bodas gays, cuyo rechazo es abierto por parte de la iglesia católica, y el consumo de la mariguana, que ya ha sido autorizado con 28 gramos por persona, sin riesgo de tener que parar con su osamenta tras de las rejas.
En el primer caso, la iniciativa presidencial ya se encuentra en manos del Congreso de la Unión y en el segundo es cosa juzgada, es decir, ya ha sido aprobado por los congresistas el consumo de 28 gramos por persona y procurando que sea para provecho de su salud corporal.
Evidentemente, se trata de dos temas candentes en los cuales los políticos suelen poco introducirse, pero que está allí en el escenario, siendo que su opinión igual puede ser la cita que respalde o niegue una actuación desde el gobierno, una representación legislativa, pero siempre ligada al poder público.
Lamentablemente, cuando los hombres están en el poder, no fácilmente emiten su opinión, lo cual tiene que ver con el cuidado que deben tener con su chamba, no vayan salir chamuscados o lo suficientemente vapuleados, siendo que las problemáticas que como quiera inciden en que hay una juventud más adicta en estos días y, por ende, los cambios imponen que haya un sector muy vasto de chicos y chicas homosexuales, que inclusive no sólo buscan casarse sino también adoptar hijos.
La iglesia, por voz de su cardenal Norberto Rivera Carrera, sus demás representantes, los obispos y curas, han advertido su total rechazo siquiera a presumir que una autorización de esta índole se aplique nacionalmente en el país. Y mucho menos, que un matrimonio homoparental pueda adoptar hijos.
Ambos temas los ha visto la presidencia de la república con alguna aceptación, pero en el resto de los sectores que hacen la vida social de los mexicanos, encuentran un radical silencio, para hacer los comentarios de rigor o revelar su rechazo contundente.
El Episcopado mexicano sostiene por su lado que ninguna unión precaria nos asegura el futuro de la sociedad.
Bueno sería saber hasta dónde son liberales nuestros políticos del momento sobre la entidad veracruzana, porque en temas candentes, pero de una enorme injerencia en la comunidad, son precisamente la mariguana y las bodas gays. Porque el temor de muchos políticos a declararse simpatizantes en rubros tan calientes, les eriza de entrada los cabellos.
Como mandatarios de la nave estatal, gobernados suyos son todos cuantos vivan y pertenezcan a la diversidad de sexos existentes ahora, y respecto del consumo de la mariguana, tal crece desmesuradamente, como lo pueden revelar los cientos de tiendas –se dice– que están dedicadas a la compraventa de la yerba, con fines de lucro y diversión, no precisamente los que contempla la ley.
Y los futuros diputados, ni se diga, en sus manos tendrán la papa caliente en su momento y tampoco podrán rehuirle nomás así. Bastaría que los grupos en ambos casos, que son numerosos, o sus simpatizantes, demandaran el diálogo abierto y determinante con los candidatos para saber a ciencia cierta cuál es su forma de pensar, que en buena medida entre homosexuales y mariguanos hay una gran cantidad de ciudadanos con la edad para votar en las urnas electorales, así como otros tantos que se decidan a salir del clóset o se abran y declaren como leales adictos. Al tiempo.

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