
En las matemáticas electorales el único que ganó es MORENA, los ciudadanos tienen que recordar que tanto el PAN como el PRI fueron coaligados con lo cual en realidad, la sumas de sus totales son el resultados de las alianzas entre partidos, por lo cual la definición de cuantos fueron los votos y cuales son los partidos que los aportan, es el meollo del asunto, y a las nueve de la mañana del domingo se definió esto.
Se entregó la constancia de mayoría a un Miguel Ángel Yunes, que solo pudo llegar, por el voto de castigo y por la alianza con la izquierda investida de amarillo; el PRD fue el electo para cumplir esta labor y de momento se puede deducir que de cada diez votos, el PRD ayudo con dos.
El PRI como gran perdedor, no alcanzo a posicionarse en el segundo lugar por si solo, se tuvo que coaligar con cuatro partidos, de los cuales varios tendrían “bailando” el registro, por no cumplir “con la cuota”.
Lo cual nos da como resultado de la ecuación: (- PAN)+(-PRI)= +morena.
Se que la ecuación es chocante, pero solo se requiere un poco de lógica para entender que estos son los datos reales y que el PAN tiene muchas cosas por delante, lo primero, lo segundo y lo tercero, es cumplir con el clamor general: Javier Duarte, que fue el punto álgido de su repunte, de no hacerlo corre el riesgo de exponer para el partido, las dos elecciones que se avecinan. Aun cuando alguien quisiera negociar por la cabeza de Javier Duarte, de entrada y sin reservas, por lo menos va a tener que pasar la próxima gubernatura en la sombra descansando, ese es, el por qué de la desesperación.
Lo negro no es probable que lo vea tan de cerca, si juega en esa liga, pero otros tantos también lo hacen, habría que ver hasta donde puede negociar, o que tanto estaá dispuesto a arriesgar, tal vez solo sea cuestión de cabildeo. Pero aquí la matemática no es clara.
Faltaría analizar cual seria el papel de el PRD en las próximas elecciones, ya que declaró que no pretende seguir como comparsa del PAN, recordando que dicho acompañamiento se tuvo que dar, por la estrategia política que arruinó al PAN el proceso local de 2013, de divide y vencerás, donde Julio Saldaña enojado por no ser el candidato a la presidencia municipal por su partido, escapa con 20 mil votos de sus simpatizantes, cuando se les dice: tú no vas, salen corriendo con todos sus juguetes gritando: ¡chusma, chusma!.
Esperando que su estrategia para las elecciones venideras, no sean los mismos trucos viejos de compra y coacción del voto que aprendieron, viendo a los del PRI.
En conclusión: el triángulo rectángulo a vencer va a ser MORENA, que con el cuadrado, logró todo estando solo, de la longitud de su hipotenusa, sumando los cuadrados, sin grandes inversiones, de las respectivas longitudes de los catetos, evitando la compra y coacción del voto.
El que entendió, entendió.

