Desde el rincón: ¿Por qué las mujeres fracasan en política?


wpor Celia Rosado Romero

por Celia Rosado, egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicacion de la Universidad Veracruzana
por Celia Rosado, egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicacion de la Universidad Veracruzana

Para Flavia Freindeberg, directora del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca, en congreso realizado hace tres años, con el fin de analizar por qué las féminas no llegan, en la misma proporción que los varones, a ocupar cargos políticos en Iberoamérica, a pesar de haberse avanzado «mucho» en el tema de la «paridad», sobre todo, «desde la transición democrática en estos países». Para sentenciar «todavía queda mucho por hacer».
Sin embargó, la académica refiere: «también hay un problema de cultura política, porque es de destacar que en América Latina el hombre no vota a la mujer, pero, además, la mujer tampoco vota a las de su sexo». Bajo esa reflexión es que se dio el foro: «generar un espacio de reflexión sobre las barreras para la participación y la representación de las mujeres» en Iberoamérica.
Sin embargo, aterrizando en lo acontecido con las candidatas participantes, tanto para la gubernatura como para las diputaciones, me queda la duda. No es posible que no se cubriera, con éxito, lo que demanda la reforma electoral, el 50 por ciento de la cuota para que ellas se empoderaran en la política.
Repasando crónicas sobre las mujeres participantes en la última elección en el Estado de Veracruz -5 de junio- con resultados desastrosos me nacen las interrogantes ¿por qué las mujeres fracasan en política? o ¿por qué las mujeres no sobresalen en política?
Infinidad de razones revolotearon en mi cerebro, como mariposas alrededor de las flores. Quizás por no ser apoyadas por el partido político adecuado, por su falta de apoyo cultural, porque las féminas no se sienten representadas por ellas, por no ser las elegidas bajo consenso. ¿Por qué?
Luego reflexionó, sí el padrón electoral dice que somos un poco más del 50 por ciento. Juntas vencemos. Fracturadas fracasamos. Bajo la adversidad es urgen retomar el camino que se perdió después de la lucha de los sesentas, cuando todas las mujeres se lanzaron a la calle para exigir lo que les correspondía.
Mejores salarios. Respeto a sus derechos humanos. Reconocimiento a su capacidad intelectual. Valorar su derecho a participar en política. Todo lo que un ser humano merece y es reconocido por los organismos internacionales. Desafortunadamente, no se cumple en todos los países, los acuerdos sólo son letra muerta. Se ha sacrificado mucho en el camino, para ahora en pleno Siglo XXI perderlo.
John F Kennedy acertadamente expresó “el éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano”. Hoy es tan cierto como cuándo lo expresó. Imperativo retomar, ese 50 por ciento inscritas en el padrón electoral, conciencia de sí se quiere entender lo acontecido habrá de aprenderse de los errores.
Dietrich Dorner tiene como concepto lo que él llamó “la lógica del fracaso” consistente a la tendencia recurrente de formas de pensar que nos llevan a determinadas situaciones, por lo que se debe replantear las razones que se llevan al fracaso, para rechazarlas e instalar nuevas rutinas en nuestra mente.
Bajo ese paradigma se requiere identificar el error, asumirlo, admitirlo como tal buscando la inmediata solución. Cargar las culpas a otros de los errores no es la mejor forma de ayudarse. Posiblemente ayude momentáneamente, pero no corrige la falta, lo faltante es reflexionar y analizar, la autocrítica es la que lleva al éxito. Los psicólogos ahondan en el fracaso como parte de la vida para obtener aprendizaje, de ahí la frase “del error nace el acierto”.
Será que las féminas lo entendamos. Faltan un año para la elección de las alcaldías, no será el momento para retomar la vía adecuada para demostrar que la habilidad estratégica para gobernar no tiene género.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.