No nos engañemos, los transportistas falsean cuando dicen que están al servicio de las masas populares y particularmente de sus usuarios, cuando su parque vehicular está bastante avejentado por el paso del tiempo y el abandono en que se encontraban las unidades en cuestión, cuando las trajeron de la ciudad de México a esta urbe.
Hace tiempo que el parque vehicular del autotransporte público no se renueva. Sus unidades o una mayoría de éstas obedecen a modelos muy atrasados y según se cuenta, son los de desecho que comercializan las firmas de autobuses de pasajeros de la capital de la república con los estados que forman la zona metropolitana, pero que inclusive llegan numerosos de esos vehículos a esta localidad.

* PIDE FESAPAUV QUE
GOBIERNO PAGUE A IPE

Enrique Levet Gorozpe, dirigente estatal de la Fesapauv hizo un llamado a gobierno estatal, para que éste sea quien pague los recursos que de siempre ha cubierto el estado, para cubrir las pagas de pensiones a trabajadores jubilados y pensionados del IPE y que tampoco el instituto vaya a echar mano de su reserva ,porque provocaría un desastre financiero.
La institución nació con excelentes dividendos, que hizo acrecentar su director del momento en que cambiara de una oficina de aceptaciones a un organismo dependiente del estado, pero con el sostenimiento sustentado en las cuotas que de siempre han pagado sus afiliados y derechohabientes.
José Luis Lobato Campos, hizo del IPE un organismo poderoso y con un patrimonio muy rico en bienes inmuebles, otros de recreación hoteles, restaurantes, fraccionamientos habitacionales, panteones y cines entre otros, como fueron las tiendas de autoservicio y varios más, que inclusive directores que le sucedieron coadyuvaron a enriquecer como fueron don Octavio Alvares y Pancho King Hernández.
Evidentemente, el IPE ha sido objeto de singulares saqueos, por parte de los funcionarios públicos, que en diferentes momentos, vieron al IPE como la caja chica de caudales, de la cual podían embolsarse carretadas de billetes, de realizar compras y hacer viajes a costa de sus fondos. Nadie dijo nada, porque pese a los robos que se cometían de las arcas del organismo que cubre sus pensiones a los trabajadores en su retiro, nunca habían tenido que afrontar las penosas muestras, como es la protesta pública, el plantón y la persecución policiaca, para poder cobrar sus pensiones mensuales.
Los consejeros del IPE, a todas luces son personajes que en los gremios donde se han movido, pudieron forjar fortunas personales, tener influencias para amamantar a sus retoños y demás parentela con recursos pagados por el IPE, que la institución obviamente, en días como los que corren está imposibilitada para continuar cubriendo.
Empero, sigue sin haber una sola denuncia y menos un castigo en contra de quienes han saqueado los bolsillos de los trabajadores al servicio del estado y el magisterio, que en su oportunidad cumplieron realizando sus cotizaciones de rigor mes con mes y que ahora viven una pesadilla, tan solo porque un grupo de políticos desleales tratan de provocar una tragedia dejándola sin sus soportes financieros.
Un deber, obligación y compromiso, sin duda, del dirigente sindical de la Fesapauv, Enrique Levet Gorospe, es necesariamente exigir al gobierno, que asuma su papel y en lo subsecuente, como ha sido en todos los sexenios que tiene de vida el IPE, participe con su aporte a esta institución, para que pueda realizar el pago justamente alcanzado por los académicos, que por caso, cubrieron una ruta de 30 años de ejercicio magisterial para poder aspirar a tener una pensión decorosa, como pensionistas en un estado demócrata, se dice. Esperemos.

* AUMENTAN PEDIGÜEÑOS
Y AHORA EXTRANJEROS

La ola de pedigüeños sigue creciendo.
La ciudad se muestra generosa en su recepción, pero sus ciudadanos, hace mucho que se eximen en demasía para brindar su aporte, porque los pedigüeños son muchos y los bolsillos de cualquiera de la gran familia veracruzana, se encuentran horadados prácticamente.
Este terrible drama que viven los mendigos de todas las edades, a toda hora del día y que incluye lo mismo a menores que a adultos y por si faltara, ahora en cada esquina de la ciudad, se ubican jóvenes venidos de países centroamericanos, que reclaman los pesos y centavos para poder comer.
La plaga de pedigüeños no cesa y junto a estos, se cuentan los payasitos, los cancioneros y otros, que hacen del centro de la ciudad un pequeño infierno, en el cual resulta muy complicado sobrevivir.
Como nunca la ciudad había sido recurrida por pordioseros y el increíble número de solicitantes de pesos y monedas por limpiar un parabrisas, cantar, bailar, saltar la cuerda, fumar con gasolina, elevar suertes y piruetas, amén de las mujeres que se disfrazan de vendedoras, pero que en realidad utilizan dicho gancho para pedir la limosna de rigor.
No son solo las arterias públicas del corazón de la ciudad, también las periféricas y las avenidas más circuladas por automovilistas de Arco sur, Lázaro Cárdenas, 20 de noviembre y Américas, donde se han posicionado grupos de pedigüeños con los más diversos disfraces.
Los cantantes de la calle de doctor Lucio y los pordioseros y demás vendedores ambulantes, utilizan dicha rúa como suya, con todo y la jardineras para utilizarlas como su descanso, aunque la ampliación de la banqueta sigue sin uso para el acceso peatonal, es igual, no importa la hora del día ni en qué semana estamos.
Se convulsiona seguramente la vida en la aldea, en tanto los urbanistas, siguen fijando una estrategia para llevar a cabo obras de movilidad urbana, que por tardar tanto, igual, cuando se apliquen, saldrán sobrando. Xalapa continúa teniendo sus calles, repletas de baches, angostas y cortas, sin servir gran cosa al tránsito peatonal, menos al vehicular. Pues tampoco existe una sola arteria pública que no confronte los sinsabores del desgaste paulatino y la atención olvidada por trienios completos y que desembocan en el centro de la ciudad, ¿qué le parece?