Por Rodolfo Calderón Vivar

La llegada de Miguel Angel Yunes a la gubernatura de Veracruz abre posibilidades de pensar en diferentes escenarios para la contienda presidencial del 2018. Los retos caseros a que se enfrentará el político panista, son también dos retos nacionales: la lucha contra la corrupción, en Veracruz encarnada por Javier Duarte y los políticos fidelistas; así como contra la inseguridad, monstruo voraz que no solamente asuela a las tierras veracruzanas sino a todo el país. Los retos parecen demasiado grandes para los alcances del gobierno nuevo que iniciará este diciembre. Pero ¿y si logra vencerlos?
De entrada, su presencia comenzará a hacer sombra a las principales figuras panistas que aspiran a contender por la presidencia de la república: Rafael Moreno Valle, Ricardo Anaya y Margarita Zavala, políticos en disputa por la candidatura panista para la grande del 2018. Frente a ellos, la experiencia y capacidad política de Yunes Linares, lo convierte en un rival de cuidado, sobretodo si, insistimos, le va bien en Veracruz.
Argumento en contra puede ser el hecho que no sea un panista puro. Pero eso no fue barrera alguna en su entronización en el panismo veracruzano.Por supuesto, antes de ello inició una carrera pública destacada en los gobiernos de Vicente Fox y de Felipe Calderón. Formó parte de proyectos de seguridad nacional y estuvo al frente del ISSSTE en los momentos que tuvo que reformar su sistema de pensiones. Se registró como panista en el año 2004, poco antes de ir a la contienda electoral por la gubernatura de Veracruz, contra Fidel Herrera Beltrán. Dos de sus hijos, Miguel Angel y Fernando, si tienen una trayectoria política totalmente desarrollada como panistas.
Otro pero es una futura reaparición de acusaciones de pederastia y enriquecimiento ilícito, recientemente revividas como parte de la guerra sucia de las elecciones para gobernador, donde resultó finalmente triunfador. Ninguna de las mismas ha procedido legalmente. No fueron impedimento para sus aspiraciones de obtener el triunfo con el apoyo de más de un millón de electores veracruzanos. Si podría manejarse en su contra, para el 2018, lo que, increiblemente, no explotaron los estrategas priistas de comunicación en las campaña recién concluida por la gubernatura jarocha, su virtual nepotismo ligado al hecho de que, desde que asumió el control del PAN estatal veracruzano, sus hijos sido favorecidos en las selecciones para candidaturas de presidencias municipales, diputaciones y la senaduría.
Su talón de Aquiles puede ser lo que suceda en estos dos años de gobierno que le esperan bajo condiciones económicas casi de bancarrota, tras el saqueo de las arcas por los todavía integrantes del gobierno de Javier Duarte. Solo un apoyo federal extraordinario podría levantar las velas de su navío administrativo, por lo que esa también podría ser una forma de controlarlo desde el Poder Ejecutivo Federal. Además, al lanzar la espada en prenda para encarcelar a los funcionarios duartistas y comenzar una lucha frontal contra la delincuencia organizada, entronizada por la inacción de dos sexenios gubernamentales, Miguel Angel Yunes también podría hundir ahí su nave de pretensiones para las elecciones del 2018, en lo local y federal, si no cumple las expectativas de sus promesas tan reiteradamente anunciadas en campaña.
Por eso mantiene una empecinada actividad dirigida, en principio, a asegurar el camino para encarcelar a los miembros del gabinete de su antecesor priista, insistiendo en las graves acusaciones de malversación de recursos que provienen de la Auditoría Superior de la Federación y que no han sido atendidas, según resalta Yunes, porque entre los funcionarios acusados está el cuñado de Manlio Fabio Beltrones, presidente del PRI nacional. Se refiere a José Salvador Sánchez Estrada, ex Secretario de Finanzas del Gobierno de Veracruz y lo denunció en reciente rueda de prensa organizada por el PRD, en la ciudad de México.
El proyecto de Miguel Angel Yunes hacia la presidencia de la república solo podrá darse si vence los dos retos mencionados:1.- contra la corrupción gubernamental veracruzana y 2.- contra la delincuencia organizada que asuela el territorio veracruzano. Además, si aglutina las fuerzas políticas veracruzanas no solo del panismo, sino también de muchos priistas ahora desplazados de la política fidelista, que lo ayuden a afrontar una serie de ataques que sobrevendrán, lógicamente, en su contra, desde los aspirantes blanquiazules, como de los cardenales peñistas enfilados a la grande del 18…Ah, y la presión de López Obrador, que de entrada comenzará a acrecentar sus intervenciones en suelo veracruzano, para amarrar su propio voto duro para las elecciones presidenciales. Y una más, los grupos delincuenciales que por cuenta propia, o azuzados, van a darle guerra al político de Soledad de Doblado, Veracruz.
