Conforme a las cifras registradas oficialmente, los migrantes envían desde Estados Unidos de Norteamérica remesas que compiten con los ingresos que derivan de los excedentes petroleros o en ocasiones son superiores, lo que permite imaginar entonces la importancia que tienen quienes se fugaron del país por hambre y el riesgo terrible de que el próximo mandatario yanqui sea el empresario Donald Trump.
Esto viene a colación, porque a la fecha, cuando menos un millón de veracruzanos ha emigrado a la vecina tierra del tío Sam. La hambruna no perdona y lo mismo se han ido connacionales del norte que del sur y el centro de la entidad.
Kate del Castillo, la actriz mexicana, ha escrito un artículo en la revista Proceso, que exhibe tal cual es al potencial candidato republicano a la residencia oficial de la Casa Blanca, como su principal huésped.
Y todos cuantos han elaborado trabajos editoriales acerca de la personalidad del personaje en cuestión, lo pintan terrible, un orangután en la extensión de la palabra y un agente para el mal. Las características que lo adornan solo se las ven los xenofóbicos y por supuesto algunos de sus parientes.
Sin embargo, el personaje, bien puede ganar las banderas del Partido republicano y convertirse en el abanderado de ese partido para ir a la arena política y competir con Hillary Clinton por la sucesión de Barack Obama.
Es decir, el más repudiado precandidato por los latinoamericanos, sigue en la contienda y todo hacer aparentar la expectativa de que sea el próximo mandatario estadounidense.
Y si así fuera, adiós las remesas que envían los migrantes aztecas a tierras mexicanas, lo que trae de cabeza a los expertos y financieros, porque de otra forma, como se podrían sustituir 35 mil millones de dólares anuales- cantidad más o menos – que en los últimos años han arribado a suelo azteca y salvado el habitar de varios millones de afligidos compatriotas.
Otra alternativa, continúan sin hacerla saber el estado, la federación y los gobiernos estatales que andan a la quinta pregunta, inclusive el veracruzano, siendo que la entidad es sede de los campos petroleros y de explotación del oro negro más importante sobre territorio nacional.
Qué nos pasa, valdría la pena, volver a preguntar, ante el acoso de Trump y la fuga de miles de mexicanos, que dejan detrás de sí familias abandonadas y viviendas cerradas con fuertes candados y cadenas, en señal de convertir a sus pueblos en tierra de nadie, espectrales y de muchos muertos vivientes, como en las películas de moda que se transmiten por la televisión.

* SI SE VA BELTRONES,
TAMBIÉN AMADEO

Tras la fuerte autocrítica que hizo Manlio Fabio Beltrones, al partido en el poder y de gobierno de turno, anunció su renuncia, la cual habrá de operar en unos días más y que en Veracruz, habrá de secundar presentando su dimisión a la dirigencia estatal del PRI, Felipe Amadeo Flores Espinosa.
De esta forma se cierra un ciclo interesante en la vida del jerarca del partido sobre tierras veracruzanas, personaje que asemeja a los dinosaurios por su larga permanencia en las lides institucionales, ganador de siempre y que en este uno de los finales de su carrera pública, tuviera que enfrentar un severo tropiezo.
Con Amadeo surgió la larga trayectoria de veracruzanos, en las cuestiones priistas, desde hace cuando menos cuatro o cinco sexenios. El personaje fue todo en el régimen estatal, faltándole únicamente la conquista de la silla de gobernador, pero entre otras chambas políticas fue director de seguridad pública, procurador de justicia, diputado federal, diputado local, subsecretario y secretario de gobierno. Es notario público con licencia y como presidente del PRI carga con parte de la derrota histórica del ex partidazo tricolor.
Es posible que a los viejos personajes del régimen priista, se les haya olvidado, que hay un ejército de jóvenes, que está a la espera de las oportunidades que precisamente los dinosáuricos líderes les vienen negando sistemáticamente desde hace cuarenta años cuando menos. No quiere decir que haya sido la causa que provocara la derrota electoral, pero si influyó en forma determinante.
La escuelita forjadora de cuadros juveniles del PRI apenas la fundó el boqueño Alfredo Ferrari y ahora en manos de Héctor Herrera Bustamante, seguramente está condenada como tal a seguir preparando cuadros de líderes mañosos, corruptos y amantes del dinero fácil.
Empero, Amadeo está obligado a presentar su renuncia al cargo, con que se cierran 86 años de vida ininterrumpida que ostentó el ex partido aplanadora. Ya habrá tiempo para reordenar sus filas y hacer caso a las recomendaciones que en el colmo de la soberbia los socios priistas se negaron a escuchar de los grandes talentos que también los tuvo el PRI en sus filas, como Jesús Reyes Heroles, Demetrio Ruiz Malerva y otros, aquí en el corazón de la aldea veracruzana.

* CUANDO SACAN VIEJOS Y
ESTORBOSOS AUTOBUSES

Lamentablemente los compromisos políticos pesan más, así que nuestras calles son objeto como toda la vida de la destrucción que provocan las unidades del servicio de pasajeros en la ciudad, amén por supuesto de que parte del fuerte congestionamiento vehicular se debe precisamente a dichos camiones de transporte de pasajeros.
En ciudades mejor trazadas y equipadas como son todas las capitales de los estados que tienen inmediata conexión con el estado de Veracruz, las unidades que realizan el transporte de pasajeros, dejaron de ser las unidades viejas, destartaladas y estorbosas que a contrario sensu, en el caso de la capital veracruzana, sus arterias públicas son angostas y prácticamente convertidas en estacionamiento público de influyentes conductores y los que no lo son también.
Pequeñas unidades, realizarían un eficiente servicio y no estorbarían al resto de la circulación vehicular.
Las calles y avenidas de Xalapa, son las mismas que trazó el presidente Porfirio Díaz, incluidas las vías del ferrocarril, luego entonces, se hicieron dichas arterias cuando circulaban dos automóviles y alguna que otra carreta jalada por caballos y mulas. Inclusive, historiadores serios de la ciudad, aseguran que Xalapa fue construida solo para el paso de las mulas y los peatones.
Cuando llegaron los primeros automóviles, como fue el Ford de los años 30 de la química Cecilia Sánchez, el estupor sobrevino en el rostro de los urbanistas de aquellos años, porque sospechaban que pronto la ciudad sería agolpada por decenas de automóviles, lo cual fue cierto a medias. El verdadero congestionamiento vehicular tiene alrededor de 30 años y nadie se atrevió a contenerlo.
Peor aún, los concesionarios de autobuses del servicio urbano, entraron en negociaciones con los amos del uni-partido de muchos años y consiguieron que a cambio de prestarles unidades para el acarreo de militantes del partido tricolor a los mítines y concentraciones políticas, les autorizarían la puesta en circulación de autobuses grandes y estorbosos, ahora viejos, destartalados y que constituyen un severo riesgo para la seguridad de la población en su totalidad.
Sin embargo, esto no lo ve la DGTE y si acaso, anuncia que vigila que se comporten los choferes, que haya unidades para proteger el viaje de mujeres pasajeras y que sus camiones circulen en condiciones mecánicas altamente vigiladas, lo cual nadie cree, pues a todos constan los constantes siniestros en que incurre la flotilla de autobuseros, hoy por hoy, uno de los servicios a la comunidad más desaseados y de alto riesgo para la integridad de sus pasajeros y caminantes, frente a cualquiera otro de los servicios a pasajeros. Al tiempo.