-¡Ay! Javier, ¿y si te meten a la cárcel?
-¡No pasa nada. Son puras balandronadas!
Por Gonzalo López Barradas

En el país donde a todo inepto y ratero se le da siempre una nueva oportunidad y donde todo se olvida: ¿O recuerda a Miguel Alemán que en último mes de su mandato pidió a la Legislatura que le aprobaran un préstamo de $3,500 millones de pesos dizque como ‘pago de marcha’ y otros dijeron que por habernos hecho el favor de gobernar a Veracruz? ¿Y los puentes que construyó Fidel Herrera y que se cayeron y otros los dejó sin terminar? Y, ¿el saqueo al IPE, y a la Universidad Veracruzana? Y…
En 1977, en el mes de octubre, a Rafael Hernández Ochoa lo interrogaron varios periodistas chilangos y ofreció un matiz del tema y dijo: “La Revolución no se ha rezagado. Los hombres somos los que hemos fallado, no las instituciones; nos ha faltado capacidad, un sentido auténtico de responsabilidad y pasión”. Y, de ribete, pasión en el asunto, equivale a decir que hemos estado dirigidos por incapaces, irresponsables y tibios. O más claro: por torpes, por tarambanas, por “tímidos”… por no decir, de plano, perezosos o algo peor.
Y si alguien no sirve para desempeñar con acierto la función que se la ha encomendado, si no reconoce la importancia del cargo para el que ha sido elegido y por tanto no asume su responsabilidad a conciencia, si le falta vigor, entusiasmo, para enfrentarse con tino y energía a los problemas y las carencias que la colectividad tiene y sufre, entonces ¿por qué raro fenómeno de miopía, de obnubilación, o de sadomasoquismo, insistieron en su incapacidad, en su irresponsabilidad, en su esterilizadora tibieza?; ¿por qué insistieron y persistieron y, al cabo, se resisten a dejar el sitio para que no han servido?
La leche que da la vaca puede agriarse, se agria; pero la vaca permanece impecable, recia, reluciente. Por ejemplo: la Universidad Veracruzana, el Instituto de Pensiones del Estado, la Secretaría de Salud, la Secretaría de Finanzas, la Secretaría de Educación, etcétera, han sido terreno de fraudes y latrocinios, de voracidades, de despilfarros; en ellos los hombres han podido fallar; pero el organismo no.
Dijo un filósofo francés, Gabriel Tarde: “Es posible vivir sin recordar; pero es imposible vivir sin olvidar”, Y…¿quién se acuerda de lo que robaron Fidel Herrera y sus niños fieles que inventaron tantas cosas para poder saquear impunemente al estado?
Llegará el día en que nos olvidaremos que Javier Duarte de Ochoa fue el peor gobernador en la historia que ha tenido Veracruz por ratero e inepto y que tal vez estuvo en la cárcel junto con su banda de delincuentes llamados “los niños fieles”.
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