por María Elvira Santamaria Hernández

Juan Nicolás Callejas arremetió anoche contra Miguel Ángel Yunes Linares, asumiéndose como víctima -junto con el resto de los diputados locales de su bancada y afines-, de la amenaza del gobernador electo de someterlos a juicio político si deciden aprobar la «basificación» de 7 mil trabajadores más, en la nómina del gobierno del estado.
El eterno cacique del magisterio en Veracruz, quien incluso se ha dado el lujo de heredar el control del sindicato a su hijo, compara a Yunes Linares con un dictador. Dice que le remite a Victoriano Huerta y a Hitler.
Es interesante escuchar ese calificativo en voz de alguien a quien muchos maestros considerarían precisamente un líder dictatorial, que ha ejercido el poder absoluto por décadas en el gremio de su propiedad, sin el menor pudor y con incuatificables beneficios.
Juan Nicolás Callejas le agrega además un toque dramático a su pronunciamiento, al hacer responsable a Miguel Ángel Yunes de cualquier cosa que les pase a él, a los otros diputados dispuestos a aprobar la iniciativa propuesta por Javier Duarte y a sus familias.
JUSTICIA LABORAL
A FIN DE SEXENIO
Lo que tendria que asegurarnos el Profe Callejas y compañía, que seguramente ni ha consultado a los electores sobre su sentir, es que en esos 7 mil burócratas a los que -todo indica-, les aprobarán su base este jueves, no va infiltrada toda una flotilla de «aviadores» protegidos de Javier Duarte.
¿Acaso los diputados ya verificaron nombres y datos de los 7 mil a los que les otorgarán las plazas? ¿ Lo hicieron realmente?
Y ¿por qué el esmero de ‘basificar’ en el último tramo del último año del gobierno del estado? Si tan justificado es su propósito legal y éticamente, pudieron aprobarlo hace años y no de salida.
