Por Luis Velázquez
•El cabildero social
•El senador crítico
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Pepe Yunes Zorrilla se ha reinventado. Los próximos dos años de gobierno en Veracruz seguirá igual, igualito, que como desde que tomara posesión como senador. Es decir, cabildeando recursos federales, con tantos vientos favorables en el altiplano, para los presidentes municipales y sectores productivos de la tierra jarocha.
Al momento, y según parece, ha tramitado más de 3,500 millones de pesos entregados en forma directa, sin intermediarios, sin jineteo bursátil, sin cuentagotas, sin la llamada “Operación Licuadora” que consiste en desviar fondos oficiales a otros programas, en otras regiones y/o a hasta otros bolsillos, a los beneficiados.
Lo dijo antier en una comunidad de Perote, luego de entregar útiles escolares:
“Para eso me pagan y para eso es la política”.
Y es que nunca antes un legislador federal ha sido como él un gran gestor social.
Se dirá que cuando se tienen amigos en el gobierno federal, entre ellos, los titulares de las secretarías de Hacienda y Desarrollo Social y Pemex y el Seguro Social y el subsecretario de Comunicaciones, entonces, las cosas son fáciles.
Claro, claro, claro, pero en otros tiempos, incluso ahora mismo, tanto los diputados federales como senadores, incluso, los diputados locales, tienen amigos de buen nivel, y por el contrario, sólo trabajan para su propio surco, sin ningún sentido social.
Pepe Yunes anda en otra dimensión. “Para eso me pagan” ha dicho, y tal cual se desempeña.
Además, con sentido crítico. Sin rodeos. Al pan pan y al vino vino.
Por ejemplo, hacia principio de semana fue categórico a propósito del pleito callejero, de comadres verduleras, entre Javier Duarte, el góber en funciones, y Miguel Ángel Yunes Linares, el góber electo.
Cuidado, les dijo, con sus diferencias estarían llevando a Veracruz a la ingobernabilidad.
Y cuando como en Guerrero y Michoacán y Chiapas y Oaxaca y Tamaulipas se llega a tales límites, entonces, y como ha advertido la Canacintra, los empresarios dejarán de invertir en tales entidades federativas.
Y colapsada, mejor dicho, frenada la inversión privada, entonces, cualquier pueblo descarrila y todo puede esperarse, hasta una sublevación.
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Al mismo tiempo que cabildea, Pepe Yunes ha reincidido con su tema vital desde cuando asegurara que con Javier Duarte, JD, hay un sexenio caracterizado por “el desorden administrativo, el caos financiero y la corrupción política”.
Sin rodeos, pues en repetidas ocasiones ha cuestionado al góber tuitero, incluso, lo ha plantado en actos públicos, el senador reiteró que tanto ahora como en el futuro que viene será una especie de gladiador romano en contra de la corrupción y la impunidad, así el gobernador se llame Javier Duarte y/o Miguel Ángel Yunes Linares, uno y otro, dice la escritora Guadalupe Loaeza, campeones mundiales de la corrupción.
Y es que para predicar tal discurso se necesita tener autoridad moral y ética a prueba de bomba, como la tiene Yunes Zorrilla, a quien ningún priista, ningún ciudadano, podría, ni siquiera en un trance etílico, acusar de deshonestidad.
Además, también se deslindó por enésima ocasión de JD cuando dijera que en Veracruz hay un trío de males emanados de la caja de Pandora, a saber:
La pobreza y la miseria (6 de cada 10 habitantes dice el Coneval).
La inseguridad (todas las familias de Veracruz tiene un pariente, un amigo, un vecino, secuestrado, desaparecido y/o asesinado, en tanto el secretario de Seguridad Pública compró 5 mansiones y una iglesia mormona, dice, con sus ahorritos como funcionario público, sus negocios lícitos y créditos bancarios, y que lo llevaran a ser renunciado).
Y la incertidumbre económica (las mujeres de Coatzacoalcos tomando el puente, molestas, enervadas, iracundas con el desempleo galopante, en tanto los esposos hacen filas afuera de las empresas locales esperando un contrato por un día).
Es decir, antes como antes y ahora como ahora, Pepe Yunes ha sido tenaz y sistemático en su forma de pensar, de sentir, de ser y de actuar ante el duartismo.
Por eso mismo, JD le guarda rencor, fermentado todos los días con el odio.
Simple y llanamente, es de los pocos, excepcionales priistas que nunca se le doblegaron ni tirará al piso.
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Lo importante es que de aquí pa’lante, excluido como fue durante el sexenio fogoso y menospreciado durante el sexenio tuitero, uno y otro la Decena Trágica de Veracruz, el senador seguirá cabildeando recursos federales para proyectos productivos.
Otros, que se arremolinen en sus pleitos verduleros y otros más que laman sus heridas políticas, atrapados y sin salida en el vértigo de sus berrinches.
Pepe Yunes anda hoy, incluso desde hace mucho tiempo, en un proyecto federal, pero al mismo tiempo, con los pies de plomo en Veracruz.
Y mientras en las secretarías de Hacienda, Desarrollo Social y Comunicaciones y en Pemex y el Seguro Social, etcétera, tenga las puertas abiertas para el cabildeo social, su cabildeo continuará, mucho más allá de tiempos electorales.
“Para eso me pagan y para eso es la política” dice.
Y dada su integridad, el deslinde de Javier Duarte y Yunes Linares, cada quien en su chamba, sin escuchar los cantos de las sirenas ni menos, mucho menos, sin caer en la provocación callejera.
Veracruz necesita prudencia y mesura en el decir y en el hacer.
Y más ahora cuando a la tierra jarocha le está pasando lo mismo que a la ciudad de Hamelín, en la Alemania de 1284 (los hermanos Grimm), en que con el pueblo infectado de rata apareció el flautista que con su música encantó a las ratas y todas lo siguieron al río Weser y murieron ahogadas.
En el caso serían “ratas (políticas) de dos patas” como describe Paquita la del barrio en su canción memorable…
Publicado en: http://www.blog.expediente.mx/nota/20696/portales-de-noticias-de-veracruz/solidez-etica-de-pepe-yunes-
EfACICO 