UV, batalla perdida

Tampoco el cabildeo de la rectora en la ANUIES, en el Senado, en la Cámara de Diputados, en la secretaría de Educación Pública.
Ni menos, mucho menos, la denuncia penal en contra de JD en la Procuraduría General de la Republica, y ni se diga la denuncia en la Fiscalía, donde el titular es un duartista de aparador, metrosexual, que sólo sirve a su amigo y jefe.
Incluso, vaya tomadura de pelo el hecho de que el secretario General de Gobierno, investigador de la UV con permiso, llevara las negociaciones para que SEFIPLAN firmara un calendario de pagos.
La estafa completa y absoluta.
La burla a la máxima casa de estudios.
La indolencia, pero más aún, el menosprecio y el desprecio de JD a la UV.
El señor de horca y cuchillo. El capataz de la hacienda porfirista que en el colmo de la desfachatez y la soberbia desvió el subsidio federal para sus cositas.
Y por añadidura, el silencio atroz del ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, y la Comisión de Vigilancia del Congreso, donde el presidente es un ex convicto del penal de Topo Chico, acusado de fraude, y a cuya esposa, en aquel tiempo, el góber fogoso le diera un millón de pesos como coperacha para su libertad.
Todo, pues, se ha consumado. JD dejará el tolete y la macana en tres meses y la UV quedará en el aire, mejor dicho, en el limbo.
Por eso, la rectora y los académicos se han puesto al servicio del góber electo para su Plan Estatal de Desarrollo que más bien debiera llamarse Plan de Reconstrucción Estatal, pues todo ha de recomponerse… hasta donde sea posible.

BALAUSTRADAS: La Secretaria de Administración y Finanzas de la UV ha sido contundente: JD debe ahora 2 mil 500 millones de pesos.
La deuda, pues, sigue aumentando.
Y, de ñapa, tampoco JD ha pagado los mil 500 millones de pesos al SAT, Sistema de Administración Tributaria, al que se comprometió.
Por ahora, y de igual manera como antes, SEFIPLAN sólo está cubriendo una parte del subsidio estatal ordinario, pues si en la entrega del subsidio federal ha existido un lodazal, peor ha sido con el subsidio local.
Y, bueno, si JD le debe a los dueños de florerías de Xalapa por las coronas de flores fiadas, que viven al día, peor ha sido su actitud ante la máxima casa de estudios.
Por eso, digamos que la revolución silenciosa que anunciara la rectora en su momento cuando rompiera el fuego con el duartismo, debió trascender más, mucho más allá, por ejemplo, con una huelga de hambre de la elite universitaria (rectora, secretarios, vicerrectores, directores de las facultades y alumnos) frente a palacio de gobierno… hasta que pagaran.
Por ejemplo, una caminata de Xalapa a la Ciudad de México frente a palacio nacional.
Por ejemplo, el cabildeo en la prensa extranjera.
Por ejemplo, la solidaridad con hechos (un plantón, una marcha) de los rectores de las universidades públicas de la nación.
La rectora, entonces, fue demasiado, excesiva generosa con Javier Duarte. Siguió apostando a la podredumbre, creyendo en la posibilidad de un milagro.
Hacia el final del día, pudiera escribirse que JD se trepó en su mula y se ha mantenido firme, inalterable.
Y más por lo siguiente:

ESCALERAS: Todo indica que JD, a través de la Secretaría de Finanzas y Planeación, desviaron el subsidio federal millonario.
Y no obstante tratarse de recursos federales, la secretaría de Hacienda y Crédito Público dejó hacer y dejó pasar.
Nunca apretó tuercas.
Y más, porque de manera religiosa Hacienda deposita el subsidio en los primeros cinco días de cada mes y JD los retuvo, los desvió, los jineteó en el mundo bursátil, y/o como ha dicho el presidente del CDE del PRD, terminaron en otros bolsillos.
Por eso, el abogado general de la UV se pregunta, asombrado, si la Procuraduría General de la República, PGR, “reserva la investigación, la archiva o ejerce acción penal en contra de los responsables de la omisión en la entrega de los recursos” (La Jornada Veracruz, Norma Trujillo, 30 de agosto, 2016).
Ya se verá.
Y se verá, porque JD tiene asuntitos pendientes en la PGR, en la Auditoría Superior de la Federación, en el Sistema de Administración Tributaria, en la Suprema Corte de Justicia de la nación (qua ya ventila el recurso de inconstitucionalidad) y en el CEN del PRI, y por tanto, su destino está en el aire, sujeto a la última palabra del presidente de la república.
Y es que la deuda a la UV como a tantas otras instituciones públicas y privadas y personas ha ubicado a Javier Duarte entre la espada y la espada, de tal manera que la decisión final será de Los Pinos.
En la denuncia de la UV a la Fiscalía, apenas, apenitas están por cumplirse los 6 meses para aportar pruebas e integrar la investigación.
Pero veinte y las malas a que el Fiscal se hará tonto.
Si hay justicia, simple y llanamente justicia, vendrá desde el altiplano.

publicado en: http://www.blog.expediente.mx/nota/21138/portales-de-noticias-de-veracruz/uv-batalla-perdida-