Abriendo Brecha: Decadencia gubernamental


pemex_mentiraPor: Héctor Saldierna

Por Héctor Saldierna  Martínez, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la  Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Héctor Saldierna Martínez, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

El gasolinazo implementado por el gobierno federal ha propiciado una extremada ola de indignación en el país, pues los incrementos llegan alcanzar más del 15 por ciento, con impacto inflacionario que afectará la economía de todas las clases sociales.

Enrique Peña Nieto, quien salió este miércoles para dar un mensaje oficial, se esperaba que anunciara un revire en la política del gobierno, pero fue evidente su falta de sensibilidad y casi podría decirse que evadió el problema.

Sólo fue capaz de decir que era la mejor decisión y que se actuó con responsabilidad. Tales palabras calaron hondo, pues la inmensa mayoría de la sociedad sabe muy bien que hasta hace unos pocos meses el mismo Peña Nieto había anunciado que no habría incremento en las gasolinas, gracias precisamente a la cacareada Reforma Energética.

Ahora dice lo contrario. Señala que es a causa de los precios internacionales del petróleo, lo que cae en una profunda contradicción y de la que el mismo pueblo ya no cree. El gobierno ha perdido toda la credibilidad y la sociedad ha pasado a un estado de indignación y de enojo social.

Lo positivo en todo esto, sin duda alguna, es que la sociedad mexicana está despertando y lo que ahora suceda va a tener consecuencias muy fuertes en los próximos meses y años. Ya no se puede seguir con un sistema de gobierno que ha mostrado su total ineficiencia y decadencia.

Se ha llegado a un extremo de incapacidad y no se trata solamente del gobierno de Peña Nieto, sino que ha sido un sistema instaurado desde prácticamente 1982 con la llegada de los tecnócratas al poder y cuyos índices de crecimiento anual no llegan a superar ni siquiera el 2. 5 por ciento en términos generales.

Paradójicamente, el crecimiento más elevado es de la época de Gustavo Díaz Ordaz, (1964-1970) que fue del 6.8 por ciento, cifra que es la más alta en la historia del país.

La etapa neoliberal que prácticamente arranca con Miguel de la Madrid ha tenido como divisa principal el fracaso más estrepitoso para la economía del país. En contraste, el ingreso ha tendido hacia la concentración de pequeños grupúsculos que cada año se hacen más ricos y, por otra parte, hacen millones de pobres en el país.

Ha sido una clase política-tecnócrata depredadora, bajo la guía nociva de Carlos Salinas de Gortari, inspirados en un modelo de adelgazamiento del estado y el desmantelamiento de la estructura gubernamental, siendo su corona de distinción la privatización de PEMEX y propiciando que sean los mismos gobernantes los socios de las nuevas empresas junto con empresas trasnacionales, que se encargarán de la extracción, producción y comercialización del hidrocarburo en un afán inconmensurable de codicia y de poder.

Estos incrementos de la gasolina responden, precisamente, al hueco que ha dejado el ingreso económico de PEMEX y ahora se lo quieren heredar y transferir al noble pueblo mexicano mediante pagos de los litros de gasolina más caros del mundo. Y eso sucederá sólo sí el pueblo  sigue agachado, pero ahora se observa una profunda irritación que podría llegar a niveles inconcebibles.

La suerte está echada. En la medida que el gobierno federal siga con esta política de encarecimiento de las gasolinas, tendrá que enfrentar a una sociedad cada vez más irritada y que empiece a tener una mayor participación para cuestionar una serie de anomalías que tanto daño hacen al país.

En este contexto también se debe analizar el triste papel que han jugado los diputados y senadores en cuyo poder legislativo, sólo se han prestado para la aprobación de leyes en contra de la nación, salvo casos excepcionales.

Hay molestia muy fuerte, porque a la par de este tipo de medidas sigue el teatro con los malos gobernadores que siguen prófugos, como el caso de Javier Duarte y hasta la fecha no han sido detenidos. La sociedad mexicana ya no aguanta más impunidad y las consecuencias del enojo podrían llegar a niveles jamás sospechados.

Por lo pronto en Veracruz se anuncia un paro del transporte a nivel estatal este fin de semana y que es una muestra evidente de cómo se ha llegado a estas proporciones de indignación social. Sin duda, como diría el comodoro José Azueta: ¡La Patria está en peligro!.

 

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.