Desde el rincón: El IVEC enfrenta descontento


ivec2por Celia Rosado Romero

por Celia Rosado, egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicacion de la Universidad Veracruzana
por Celia Rosado, egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicacion de la Universidad Veracruzana

Veracruz puerto siempre en el huracán de la rumorología, sobre todo cuando se trata de la difusión de la cultura. A ello no se sustraen los funcionarios que tienen como misión apoyar a los artistas locales, así como, brindar a la infancia un centro educativo de las artes, en su formación integral. El Instituto Veracruzano de la Cultura enfrenta la corriente de rumores de una restructuración de la institución cultural que tiene inconforme a los estudiantes y padres de familia, con inclinación a la música.
EL actual director, nombrado en la primera semana de diciembre del 2016, Mtro. Enrique Márquez Almazán, que anteriormente se encontraba en la Filarmónica de Boca del Río, puede manchar su trayectoria si no pone atención a lo que sucede. Porqué es la reflexión.
Enviar a la subdirectora de Educación e Investigación Artística, la Mtra. Eréndira Cabrera y Rodríguez, a la reunión del pasado 10 del presente mes para explicar el plan de trabajo que habrá de llevarse a cabo en su periodo, no acallaron los rumores de la desaparición de algunas áreas, reafirmando la irritación que pulula por los pasillos del recinto.
Sí, además se suma el incremento de la mensualidad de 479 a 525 pesos, más se incrementa el desagrado de los alumnos y padres de familia, el sentir la inquietud de cambios, como fue la petición de la renuncia de Silvia Díaz Sánchez, a quién se le reconoce su trabajo.
Ante ello, se tomó el acuerdo, por parte de la comunidad asistente al encuentro, enviar una misiva al Gobernador del Estado, Miguel Ángel Yunes, para que preste atención a lo que acontece en las entrañas del recinto cultural.
Otra acción programa es una representación musical en la calle o en el zócalo como protesta, demostrando que la música es parte de la formación integral del ser humano y no un adorno para lucirse.
El Instituto Veracruzano de la Cultura y todos sus dirigentes anteriores, desde su nacimiento hace casi treinta años bajo la batuta de la maestra Ida Rodríguez Pampolini, con la visión de entender el alcance que la cultura puede tener en la sociedad y con su impacto provocar cambios positivos, ha padecido de sismos en su engranaje administrativo,
Debe reconocerse el arte como motor central, generando soluciones a la época contemporánea que se vive, ante ello, el Instituto Veracruzano de la Cultura es el pilar para la difusión de la cultura.
Si hemos de pensar en los acontecimientos violentos generados en la entidad, con motivo del incremento a la gasolina al estimular el enojo de la sociedad volcada en actos vandálicos, la cultura se hace vigente en las palabras de su fundadora, durante su homenaje: “Se necesita mucho trabajo en la promoción de la cultura, y especialmente que la gente entienda de que se trata de componer este mundo y de ayudar a los demás”.
Fue entonces el “Hombre Leyenda” Fernando Gutiérrez Barrios , Gobernador del Estado, que un martes 10 de febrero de 1987, en la Gaceta Oficial del Estado crea lo que hoy es el Instituto Veracruzano de la Cultura, señalando en el artículo segundo .
“ El Instituto tendrá como objeto auspiciar, promover y difundir la actividad cultural por medio de la afirmación y consolidación de los valores locales, regionales y nacionales, y de fomento e impulso a las artes; a la preservación del patrimonio arqueológico e histórico, así como de la protección y estímulo a las expresiones de la cultura popular, a fin de propiciar y alentar la participación en este renglón de los habitantes del Estado y coadyuvar en el cumplimiento de los fines que en materia cultural establece la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de Veracruz”.
Considerando las intenciones de un organismo independiente cuyo principal objetivo es la difusión de las artes, resulta preocupante que sus estudiantes, apoyados por los padres de familia, presienta una restructuración que en lugar de enriquecer el trabajo pasado, tenga un viraje desconociendo lo existente.
No sería mejor ampliar el concepto de los logros y abrir otros horizontes sin afectar a nadie, seguramente se agradecería. No se está en tiempos de revanchismos ni de cambios radicales.
Escuchar las razones de los que día a día asiste al antiguo ex Convento Hospital de los Betlehemitas, para presentar una propuesta integral, estamos seguros que acabaran los rumores, sumándose en una comunidad de apoyo incondicional.
Hacer oídos sordos a sus demandas, no es la mejor solución

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