Desde el rincón: ¿Cuándo la transición democrática?


alvarezicazapor Celia Rosado Romero

por Celia Rosado, egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicacion de la Universidad Veracruzana
por Celia Rosado, egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicacion de la Universidad Veracruzana

El hartazgo que se vive en el país y en el estado, de la realidad de ciudadanos de primera, segunda y tercera clase ante la imperante corrupción, a través de legisladores cuyo trabajo es en beneficio propio, olvidándose de sus representados, quienes los encumbraron, a ser seres privilegiados con salarios estratosféricos, provoca la interrogante ¿cuándo habrá una alternancia o transición democrática en los poderes que responda a las expectativas de los votantes?
Un gobierno conducente con pudor.
No ser el camino pensando en su siguiente posición política. Una carrera de enriquecimiento y lucro personal.
La respuesta la brinda el Dr. Emilio Álvarez Icaza, ex Secretario Ejecutivo de la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH). Cuando se erradique la cultura política heredada explica, sólo hemos cambiado de colores partidistas, no las practicas, esas siguen siendo las mismas.
Me recuerda el adagio popular, ejercido como una actividad normal al ingresar a las esferas de las tomas de decisión, en los poderes, desde el nivel municipal hasta el federal, pasando por el estatal: “sí no tranzas, no avanzas” o “vivir fuera del presupuesto, es vivir en el error”.
Su presencia en el Foro de “Medios de Comunicación, Comunicadores, Libertad de Expresión y Derecho a la Información en Veracruz” recuerda a los asistentes la experiencia del año 2000 al arribo de Vicente Fox, que con su desparpajo en un lenguaje norteño oferto corregir el rumbo de México.
La población esperanzada le dio su voto soñando en mejorar la calidad de vida, sin embargo, fue otra más de las frustraciones que los mexicanos hemos padecido desde hace más de siete décadas. Inseguridad, desempleo, inflación, producto de una política regulatoria que nunca tuvo resultados en beneficio de la colectividad.
La historia continua con el sexenio posterior de Felipe Calderón, fue la misma receta y ahora con Peña Nieto ni siquiera se puede pensar, en que a estas alturas nos vaya mejor.
No existe un día, desde tiempo atrás, en donde los medios de comunicación masivos no alimenten a sus lectores, televidentes o en su portales con noticias de los saqueos al patrimonio de los mexicanos, caso concreto lo estamos viviendo los veracruzanos del robo que se padeció en los dos sexenios pasados, acción calificada por Álvarez Icaza de lesa humanidad.
Es a ello, lo referido en relación a un cambio radical de la cultura política que ha llevado al estado y al país a la bancarrota, negando el derecho a la sociedad de beneficiarse en obra pública, programas de salud, apoyo a la educación, etc., lo que le corresponde por aportar a las arcas nacionales parte de su salario o de su ganancia, esfuerzo del trabajo diario de millones de ciudadanos.
Fue tanta la crítica a la actuación de los funcionarios estales y nacionales, que los llamo “incompetente y estúpidos, o en el peor de los escenarios, coparticipes y cómplices” al no haber detectado los saqueos del erario público en el estado, resaltando que nada ha cambiado, sean azules, rojos, blanco o morados, los que gobiernen.
El sociólogo con lenguaje coloquial, salpicado de vocablos muy jarochos, enfatizo la necesidad de la participación de la sociedad para exigir ese cambio, no de partidos sino de formas de ejercer el poder. El color no brinda la transición democrática son las acciones las que determinaran llevar adelante el país.
Por cuanto al estado, lo ubico como el microcosmo que estará en la mira, retando a la nueva administración a ser ejemplo para la nación, de una mudanza de formas de poder. Un laboratorio para la sociedad buscadora de respuestas a todas sus demandas que elección tras elección proponen a los legisladores.
Hemos vivido demagogia, discursos llenos de promesas de los diferentes candidatos a elección popular, sin una alternancia con transición democrática. Basta, es la palabra repetida, sin eco.
Los diputados de la LXIV Legislatura del Estado, igual que el Ejecutivo del Estado, tienen la oportunidad histórica de revertir los malos manejos del dinero, legislar con honorabilidad, olvidando la posibilidad de retirarse para escalar otro curul y responder con honestidad las obligaciones que se le confió.
El Auditorio Sebastián Lerdo de Tejada fue el testigo de las palabras del invitado al foro, lamentando que las frases dirigidas a los huéspedes de esa casa, no asistieran.
El público observo el desprecio de los legisladores a conocer la opinión pública de su proceder así como reconocer lo que les falta para ser verdaderos representantes de sus comunidades.

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