60 Segundos: LLEGÓ LA GENDARMERÍA, AL PUERTO DE VERACRUZ


Members of the Gendarmerie Division take part in a parade during its presentation at the headquarters of the Federal Police in Mexico City August 22, 2014. Mexico on Friday launched a scaled-back version of a new police force President Enrique Pena Nieto had vowed to create while on the campaign trail to safeguard businesses against rampant organized crime. Pena Nieto originally promised to create a 40,000-member Gendarmerie Division to take the lead in tackling violent crimes such as extortion and kidnapping, given that poorly paid security forces have been easy targets for the cartels to infiltrate and corrupt. REUTERS/Tomas Bravo (MEXICO - Tags: POLITICS CIVIL UNREST CRIME LAW)
Members of the Gendarmerie Division take part in a parade during its presentation at the headquarters of the Federal Police in Mexico City August 22, 2014. Mexico on Friday launched a scaled-back version of a new police force President Enrique Pena Nieto had vowed to create while on the campaign trail to safeguard businesses against rampant organized crime. Pena Nieto originally promised to create a 40,000-member Gendarmerie Division to take the lead in tackling violent crimes such as extortion and kidnapping, given that poorly paid security forces have been easy targets for the cartels to infiltrate and corrupt. REUTERS/Tomas Bravo (MEXICO – Tags: POLITICS CIVIL UNREST CRIME LAW)

Por Raúl González Rivera

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LLEGÓ LA GENDARMERÍA,
AL PUERTO DE VERACRUZ

Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

Llegó la gendarmería al vecino puerto de Veracruz, el recurso que se propone sea más confiable para enfrentar los altos índices de delincuencia, inseguridad y violencia que se han asentado sobre tierras veracruzanas, sobre todo de hace doce años a la fecha.
En los veracruzanos el rostro queda mudo cada que saben o son testigos de nuevos sucesos que cimbran a todas las estructuras públicas y sociales de la entidad.
Los avecindados del puerto jarocho, sobre todo, hace tiempo que tienen el sueño afectado por la constante de enfrentamientos a balazos, cruce de delincuentes con gente buena y pesa sobre sus espaldas el descubrimiento de las 202 fosas clandestinas que en su ámbito territorial fueron halladas recientemente.
En efecto, los jarochos habían experimentado consecuencias graves con las pandillas que asolaron muchos años los barrios más populares, pero nunca que la alta criminalidad fuera a asentar sus reales por un lapso indefinido.
Nomás figúrese usted, que el éxodo de porteños en estos días de carnaval es impresionante. Parten familias completas a los lugares circunvecinos, a las ciudades de Puebla, la ciudad de México o Querétaro, pero tienen mucho que no se quedan a presenciar ni un solo desfile.
La fiesta del carnaval, en efecto, era motivo suficiente para que las familias se concentraran en torno a los bailarines y grupos artísticos que llegaban de otras latitudes del país y el Caribe, como eran los representantes de las bandas de bailarines de música tropical y otros géneros.
El temor a sufrir un ataque sorpresa por parte de delincuentes juveniles, que arriban al corazón del carnaval desplazándose desde las colonias periféricas y otras zonas, hace huir prácticamente a los habitantes de buena parte de la localidad, durante los días en que tiene lugar la fiesta mencionada.
Cuentan que realmente los festejos de la carne, como algunos los califican, se deben a la presencia de viajeros de otras partes del país, y los de casa una vez que concluyen retornan nuevamente a sus hogares.
Empero, el clima que se respira, en efecto, es de una gran inseguridad que, a decir suyo, como nunca se resintió en los sexenios priistas de Fidel Herrera y Javier Duarte. Veracruz puerto había sido la tierra elegida de miles de veracruzanos para descansar y recrearse en sus playas, cuando son viajeros que no suelen arribar a los puertos de Acapulco y Cancún.
Los choques entre la delincuencia y la policía y la constante de amagos por parte de bandas y delincuentes que operan solos, finalmente hicieron mella en los hombres que ostentan el poder público, así que han pedido la presencia de la gendarmería nacional, con miras a contener la ola violenta que cotidianamente cobra vidas humanas, lesionados y daños cuantiosos materiales.

* SIGUE INMIGRACIÓN SIN DECIR
NADA DE INDOCUMENTADOS

Tomás Carrillo sigue sin decir nada sobre el papel que jugará el Instituto Nacional de Migración para el caso de que deba recibir a un millón de veracruzanos, seguramente con la amenaza de ser deportados, siendo que las condiciones que exhibe la entidad no son precisamente las adecuadas para recibirlos.
A lo largo de los últimos decenios, el éxodo de ciudadanos veracruzanos, sobre todo originarios de lugares donde se hacía producir la tierra, provocó el abandono de recursos cultivables y de que Veracruz fuera la potencia agropecuaria que por largos años se dijo que era ante ojos de otras latitudes del país y el resto del mundo.
Antes que lo dijera AMLO, durante los gobiernos de Agustín Acosta Lagunes, Rafael Hernández Ochoa, el propio Fernando López Arias, se dijo que Veracruz podía ser una república independiente del resto de la nación azteca, en lo que se relacionaba a los productos agropecuarios y por ser asiento de poderosas industrias del petróleo, la metalurgia y otros, que cuando lo mencionó siquiera el profesor Rafael Arriola Molina, senador electo de la república, diciendo que la entidad aportaba el 65 por ciento de los recursos que hacían posible el sostenimiento de la administración de gobierno federal, costó que «congelaran» su escaño.
El primer mandatario de México era Luis Echeverría Álvarez, quien ejercía a placer durante el régimen de único partido político que identificaba al «presidencialismo exacerbable», así que no agradó que sus oídos escucharan que la entidad veracruzana, por encima de todas en el interior del país, fuera autosuficiente alimentaria y políticamente.
Sin embargo, no se pueden precisar fechas, empero si se asegura que la fuga de un millón cuando menos de ciudadanos ha afectado la estructura del agro y la producción de hatos ganaderos, pues su abandono además de responder a la falta de interés por invertir en el agro, carece de las políticas que en este sentido el Instituto Nacional de Migración, por medio de su delegación estatal (entiéndase Tomás Carrillo), debiera dar a conocer para poder recibir a un millón de veracruzanos, suma que se calcula corresponde a los futuros deportados del Tío Sam y que nacieron y vivieron sus primeros años sobre tierras veracruzanas.
En cambio, ya apuntan no pocos de los delegados federales en enlistarse con rumbo a la búsqueda de chamba de alcaldes municipales en las 212 comunas veracruzanas. Entre éstos el ex procurador de justicia y ex secretario de la Sedarpa, Tomás Carrillo, originario de Cosamaloapan de Carpio y con alguna presencia política entre los sectores sociales que tienen su asiento en aquellas tierras, las que gobernó alguna vez con una dinámica especial un ex alcalde que nunca olvidan: César Fentanes.

* ACCIONES TIBIAS DE SER,
ANTE TRUMP, DEBEN ACLARARSE

Ciertamente a las acciones tibias del gobierno mexicano ante el poderoso Tío Sam tienen que apuntalarse muy bien a sus justificaciones, porque mientras se insista en que hay de por medio un diálogo ininterrumpido con Washington, el señor Donald Trump arrecia sus actos de terrorismo en contra de los mexicanos que habitan en ciudades gringas sean legales o indocumentados.
La propia Iglesia católica arremete, al abordar el tema del «terrorismo migratorio», al advertir que se necesita pericia, no aprendices, para confrontar al belicoso señor Donald Trump, al cual las marchas, protestas y reclamos de inmigrantes se los pasa por el arco del triunfo. Lo cual, además, se acompaña con la cacería descomunal, soberbia y prepotente que lleva a cabo la policía norteamericana en contra de los inmigrantes en general, pero específicamente arrecia en su persecución contra los mexicanos.
Este martes, el Senado de la República se entrevistará con el canciller Luis Videgaray, empero, se confía en que los dueños de escaños ante la cámara alta al Congreso de la Unión hablen con claridad ante el ex cardenal de hacienda y crédito público, pues de otras suerte el común de mexicanos seguirá pensando que la tibieza con que responde a los gringos no empata con la agresividad de los funcionarios estadounidenses.
Es claro que la cacería es a todas luces con lujo de prepotencia y cargada con fuerte dosis de soberbia. En tanto el presidente Donald Trump lanza blasfemias, amaga, amenaza y se burla de sus potenciales adversarios, los mexicanos, el grueso de las acciones que dice enderezar el gobierno azteca contra la práctica terrorista del régimen yanqui, se avistan demasiado tibias.
Es evidente que el rechazo a los mexicanos exige una defensa a ultranza por parte de instancias diplomáticas y legales encabezadas por instituciones mexicanas, pero es la hora en que se ignora a ciencia cierta qué hace el régimen federal para contener el vasallaje que están padeciendo miles de familias, que no sólo sufren el acoso de autoridades, sino que además con sus sabuesos de uniforme y pistola al cinto irrumpen en los hogares de quienes tienen la desgracia de no haber legalizado su residencia en la Unión Americana.
La soberbia invade el ceño fruncido y cabello desparpajado del presidente Donald Trump, cada que anuncia una medida en contra de los indocumentados, lo cual tiene a millones con el Jesús en los labios, pero una defensa eficaz, que materialice en la contención de mexicanos para no ser deportados, no se avista en ninguna ciudad norteamericana. Y en esas condiciones, todo diálogo hasta el momento ha resultado inapropiado y sin alcanzar los resultados que se vienen difundiendo en el discurso de autoridades aztecas.
Una acción directa, personal y que se encargue en la realidad de lograr la defensa de los indocumentados aztecas, está lejos todavía de alcanzar que los fines sean o justifiquen la lucha que favorezca a los ilegales, amén, por supuesto, que la reforma al TLC y la relación bilateral se encuentre en su punto más álgido.
Es cierto que un intercambio comercial, que cuesta mil 600 millones de dólares diarios entre ambas naciones, justamente demanda una defensa al extremo de precisar reglas más exigentes por parte de México ante el vecino coloso que, está claro, no está viendo a los mexicanos ni como hermanos ni socios, sino como vecinos incómodos.
A menos que aparezcan los verdaderos agentes diplomáticos que consigan que el Tío Sam, al final del día, pueda sensibilizarse ante esta política discriminatoria y criminal, que ha emprendido en contra de los grupos más necesitados de este país, en la desgracia de haber salido del país por hambre y que ahora su retorno se presagie en medio de la persecución, la zozobra y el terror. Por favor.

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