* COMBATE A VENEZUELA, PARA ALINEARNOS A LOS EU


Por Raúl González Rivera
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DANTE DELGADO SERÍA UN
CANDIDATO COMPETITIVO

Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

Si se confirma que Dante Delgado Rannauro va por Morena a la campaña por la gubernatura del estado de Veracruz, puede usted jurarlo que tendrá la contienda a un aspirante bastante competitivo.
El ex gobernador del estado, ex senador de la república, fundador de Convergencia por la Democracia y actual dirigente de Movimiento Ciudadano, pareciera haberle dado el sí a Andrés Manuel López Obrador para ser el abanderado medularmente de Morena, con los apoyos de MC y por supuesto del Partido del Trabajo, a la gubernatura de la entidad.
Las fuerzas partidarias, para estar medidas, deben contar con abanderados de un peso semejante.
Dante, cuando mandó en la entidad, los cuatro años que le heredó el señor Fernando Gutiérrez Barrios, llevó a cabo una jornada de trabajo político altamente meritorio, conforme al sentir de los diversos sectores sociales que conforman la gran familia veracruzana.
Particularmente el magisterio quiso y vio en Dante la gran expectativa para hacer de su misión un papel preponderante. Y entonces no se hablaba de ninguna reforma a la legislación educativa, pero los niños y jóvenes veían al mandatario amigo, al que aplaudían cada que los visitaba en la escuela y hasta en la Catedral de Xalapa.
Dante representó a la SEP en Veracruz como su primer delegado. Así que desde esa posición afianzó relaciones cordiales con todos los mandos gremiales existentes sobre tierras veracruzanas.
De igual forma, cabe recordar que arrancó su vida política en aulas de la Facultad de Derecho, dependiente de la Universidad Veracruzana, representando a los distintos grupos políticos de su época. Ya en campaña de candidato a gobernador, hace doce años, acusaba el dirigente de oposición al PRI, a los políticos que pervirtieron el sentido de la política.
Junto a Armando Méndez de la Luz ha podido conjugar los intereses de un grupo numeroso de veracruzanos que sienten la exigencia de un cambio en lo que hace al funcionamiento de las instituciones públicas. Por supuesto que al afianzarse en las lides de la izquierda, el ex senador tuvo la oportunidad de ligarse a las distintas corrientes de la izquierda, única filiación que sigue ausente de representar a las instituciones del sector público bajo una ideología diferente a la que sustentan los partidos tradicionales PRI y PAN.
En Veracruz, Morena y Movimiento Ciudadano, en ese orden, están por consolidarse como la fuerza que ha de continuar en el porvenir inmediato en ejercicio de las funciones sustanciales para la marcha del estado.
El común de veracruzanos muestra un hartazgo ancestral, el cual se ha agudizado con el fenómeno de la grave inseguridad que se padece a los cuatro costados de la entidad. El desempleo, el analfabetismo y el retorno de la paz social, figuran como pendientes que el estado, institucionalmente, mantiene vigentes con sus gobernados o representados.
Es en este contexto y debido al agotamiento de la institución priista, el hartazgo que muestra la sociedad civil para todo cuanto hacen y dejan de hacer los políticos, que Morena surge como una opción, que en donde se ha convertido en gobierno, bien ha llevado a cabo las tareas que la gente está confiando que se multipliquen en este país. Esperemos.

* COMBATE A VENEZUELA,
PARA ALINEARNOS A LOS EU

Si usted, como debe ser, es un excelente observador, habrá advertido que México se ha convertido el brazo que suele estar pegándole a Venezuela, siendo que en el terreno de la política exterior el país se ha afirmado en un sacro respeto a la forma de gobierno, a no entrometerse en los asuntos que ocurren en el interior de aquel país, cuando en el nuestro las problemáticas son descomunales y sólo con un cinismo se pueden ir acallando.
La Doctrina Estrada fue cubierta eficazmente por gobiernos sexenales del régimen poderoso del PRI desde que Pascual Ortiz Rubio mandara como su representante del México de aquellos días de la posrevolución azteca, al canciller Genaro estrada ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Y desde entonces fueron acuñadas diversas razones históricas para que México, en el caso de los estados hermanos y vecinos tuvieran que enfrentar conflictos en sus interiores, dejara que ellos y sus ciudadanos dieran la solución de rigor.
Sin embargo, con el arribo de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica, hasta pareciera que la asignación de cargas de trabajo a México, con su credencial de la CIA y el otorgamiento de la licencia para matar, le ordenaran que, igual, iniciara la arremetida contra Venezuela, contra su presidente Nicolás Maduro y que, además, se intente la destrucción de los contenidos que originaron la creación de la Asamblea Constituyente de ese país.
Líderes de oposición, académicos en materia de derecho internacional y otros ciudadanos, coinciden en que la postura del gobierno de México en relación a Venezuela generó absoluto rechazo entre aquéllos. Es una posición «muy abyecta», apuntó el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Y el senador Manuel Bartlett Díaz fue más contundente al calificar al canciller Luis Videgaray como un «lacayo de los Estados Unidos», diciendo a la vez que sólo así se puede entender su postura respecto a Venezuela, cuando el «país está sumido en la corrupción».
En México se enfrentan problemas descomunales, como es la violencia, la inseguridad, la criminalidad que se multiplica a los cuatro costados del país y, por añadidura, la pobreza extrema en que viven 55 millones de mexicanos, además de las ejecuciones y desapariciones que continúan sin resolverse no obstante que han transitado días, meses y años sin resolverse.
El problema que se presta a la duda, como es la denuncia hecha desde Brasil en el sentido de que Odebrecht pagó un soborno de diez millones de dólares, continúa sin ser resuelto, en tanto se acrecientan las dudas en torno al enriquecimiento que alcanzaron ex directores de la entonces empresa paraestatal Petróleos Mexicanos.
Así que hay suficientes razones para presumir que la situación de crisis que enfrenta México tratando de intervenir en la vida interior de Venezuela, no es precisamente lo que el grueso de compatriotas quisiera, pues el ejemplo impuesto tradicionalmente por el país, aun desde los días de la lucha por la Independencia de México, se acordaría que no se entrometería jamás en la vida pública del interior de los estados del resto del orbe.

* UN RETORNO A CLASES
A MUY ALTO COSTO

En tierras veracruzanas serán poco más de medio millón de niños, adolescentes, jóvenes y universitarios que volverán a las aulas, tras de un periodo vacacional que, sobre todo, sirvió a las familias para afianzar un tanto los lazos familiares tan deteriorados como se encuentran ahora.
En el país son 35 millones de muchachos que reanudarán sus labores escolares.
Sin embargo, la mayoría de padres de esos escolares deberán pagar varios cientos de pesos para la compra de útiles escolares que incluyen cuadernos, libros, lápices, libretas y en el caso de los jóvenes que ingresarán a las aulas universitarias tendrán que pagar, además, la renta de casas-habitación, comidas extraordinarias y otros eventos.
Padres de familia se duelen que sus vástagos no puedan asistir a la universidad pública porque ahora deberán invertir en aulas de corte particular, cuyos costos los elevan sus dueños al cien por ciento, aprovechando la necesidad de miles de muchachos que no pudieron conseguir una inscripción en el plantel público.
Sobre estos últimos, cabe significarlo, porque la economía doméstica que experimenta en estos días la gran familia veracruzana, no es la esperada y tampoco tiene visos de levantar en un pronto lapso.
La empleomanía se ha caído radicalmente.
Centros de trabajo como son las tiendas de servicios a la sociedad y las que expenden productos diversos para el hogar y la convivencia cotidiana, en un porcentaje importante han cerrado sus puertas. El grueso de la población civil, la que carece de guardaespaldas y policías que cuiden su integridad física y patrimonio, tiene miedo de salir a la calle, el temor le acosa, y es que los signos de la violencia e inseguridad van al galope.
La crisis que jamás se había experimentado como en estos días, ha impreso en las familias mexicanas el sello de la desolación, ante lo que pudiera no regresar jamás como fue la paz social, la tranquilidad y el orden.
Cuando la gente asiste a una asamblea como la que acaban de celebrar los priistas nacionalmente, entendió que el común está francamente dividido en tantos Méxicos, como cada uno de los grupos sociales de este país lo padecen o disfrutan.
El show de los priistas fue perfecto, puntual y ajeno radicalmente del resto de los más de 100 millones de compatriotas que andan a la cuarta pregunta, sin empleo, los bolsillos derruidos y las pagas miserables, la salud quebrantada y la falta de oportunidades.
El sello de la desigualdad social, en este país, continúa ganando la carrera de tal forma que en ninguna otra parte del mundo se cuenta siquiera en forma semejante. Empero, este es el México que fraccionado como está, se encuentran habitando desesperados millones de compatriotas, sin saber cuál será su mañana. El tedio lo pareciera arrasar todo en una hora de reflexión sobre el rumbo de una nave sin aparente rumbo. ¿O alguien, que no sea priista, puede pronosticar algo distinto? Por favor.

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