Totalmente falso que la ciudad de Veracruz cumpla 500 años de existencia en 2019, concluyen expertos del Foro de Investigadores sobre Historia de Veracruz-La Antigua


por Mario Jesús Gaspar Cobarruvias

 

Fotografía de Mario Jesús Gaspar Cobarrubias, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

Les saludo desde el 1er. FORO DE INVESTIGADORES INDEPENDIENTES EN HISTORIA DE VERACRUZ-LA ANTIGUA, que organizado por mi, fue presidido ayer 26 de agosto de 2016, por el ingeniero Armando González Enríquez, director de educación y turismo del municipio de La Antigua.

Durante 5 horas seguidas, el físico-meteórologo José Hernández Téllez, el ingeniero y docente Luis Villanueva, el cronista municipal lantigüeño Wenceslao García Hernández, el abogado del Poder Judicial de la Federación Enrique Espinosa y yo, el comunicólogo Mario Jesús Gaspar Cobarruvias, director del proyecto Exploración y Estudio del Camino Real Veracruz-México, contando además con las opiniones vía e-mail del investigador anónimo Uluapa Senior y colegas de otros países del continente americano; debatimos sobre tres temas fundamentales: 1) La fundación de la Villa Rica de la Vera-Cruz en 1519, 2) El traslado a la Nueva Veracruz en 1599-1600 y 3) División del territorio entre Veracruz y la Nueva Veracruz en 1608-1609.

Con la cobertura fotográfica de Ana Maria Andrade Rodríguez y apoyados en una abundante bibliografía, una visión multidisciplinaria y documentos históricos -muchos de ellos desconocidos en la ciudad de Veracruz- se logró la perspectiva de las numerosas divergencias que muestra la historia en base a documentos, respecto a la historia basada en la tradición, que a veces ha generado mitos que se han elevado a la categoría de verdad oficial por insuficiente investigación y la vieja costumbre de dar por sentado muchos datos sin verificarlos o por la falacia de autoridad. Todo ello con una apertura de ideas y sin el lastre del partidismo político o los intereses económicos particulares.

Entre las conclusiones a las que pudimos llegar, destacan:

1. La ilegalidad de la fundación del cabildo de la Villa Rica de la Vera Cruz y que este no representa jurídicamente de inicio, a una ciudad sino a un campamento militar provisional al que se le dio nombre y categoría de villa. Siendo clara e inequívocamente su fundación en el mes de mayo y no el 22 de abril como cuenta y promueve la historia oficial del municipio porteño a falta de le fecha exacta y sin tomar en cuenta la evolución de los eventos que condujeron a fundar tal cabildo entre el momento del desembarco y el de emprender la marcha hacia Zempoala.

2. El cabildo de la ciudad de Veracruz (hoy pueblo de La Antigua) es el fundado por Cortés en 1519 y continúo su existencia más allá de 1600, habiendo de ello abundantes pruebas que echan abajo la versión oficial de las 4 mudanzas y la ciudad errante.

3. El cabildo de la actual ciudad de Veracruz fue fundado en el mismo año en que las Ventas de Buitrón se convirtieron en la ciudad de la Nueva Veracruz, a través del título de ciudad emitido por el virrey conde de Monterrey el 28 de marzo de 1600. Este documento y su ratificación de 1615, señalan claramente la existencia de dos ciudades y a la vista de los hechos posteriores, resulta insostenible el texto de 1615 que menciona que la ciudad se mudó, pues solo lo hicieron realmente los oficiales y las cajas reales de la Casa de Contratación para atender la descarga de mercancías de la flota de la Carrera de Indias. La Nueva Veracruz fue fundada como una ciudad con los mismos derechos y prerrogativas de la Veracruz, para cumplir la orden del rey Felipe III de cambiar la ciudad. Pero que ante la resistencia de los habitantes de Veracruz a mudarse a un ambiente insalubre y sin defensas apropiadas como lo eran las Ventas de Buitrón en 1599 y citan los repetidos informes del contador real Antonio Cotrina, se empleó la política de traslado voluntario y por intereses económicos de los vecinos, no de traslado forzozo, lo que desembocó en una emigración de años al nuevo sitio y en la fundación de una nueva ciudad con cabildo propio separado del de la Veracruz.

4. La actual ciudad de Veracruz (antes Nueva Veracruz), no es la misma ni en cabildo ni en antigüedad que la de Veracruz (hoy pueblo de La Antigua), por lo que es una irresponsabilidad ciudadana promover la versión de que en 2019 va a cumplir 500 años de fundación, pues la ciudad y su cabildo nacieron en el mismo año de 1600 y su antigüedad será de 419 años. El título de ciudad emitido en 1600 para la Nueva Veracruz es muy claro: ordena fundar un nuevo cabildo y da opción a que los regidores del cabildo de la Veracruz se trasladen voluntariamente gozando del mismo cargo en ambas ciudades, como se verificó años más tarde; pero este hecho, jurídicamente no es la extinción del cabildo de la Veracruz, sino solo su reducción, pues el alcalde mayor y su teniente de justicia continúan rigiendo su territorio y la Veracruz (hoy pueblo de La Antigua) nunca fue despojada de su título de ciudad en el periodo de 1523 a 1824 y cuando se crea el municipio mexicano de La Antigua. asume la calidad de cabecera municipal hasta el año de 1925 en que se traslada esta a San Francisco de las Peñas, hoy Ciudad Cardel.

5. La actual ciudad de Veracruz fundada en 1600 no puede ser en ninguna forma que se pueda probar responsablemente, ni el primer municipio, ni ayuntamiento ni puerto ni la primera ciudad de América o de la América Continental, pues le anteceden 700 fundaciones de ciudades, villas y pueblos españoles desde 1494 y al menos 200 de ellas ya habían logrado obtener el título de ciudad por parte de la corona española a fines del siglo XVI. Más aún, ninguna ciudad o municipio de México puede pretender el título de primero en América, tan solo el de La Antigua puede situarse como el primer municipio y ciudad de México pero nada más. La primera ciudad-municipio de América es la de Santo Domingo y en América Continental, la de Panamá (desde 1673, Panamá la Nueva, ante la destrucción en 1671 de Panamá La Vieja).

6. La división del territorio que perteneció a la ciudad de Veracruz para dotar de tierras a la Nueva Veracruz (actual ciudad de Veracruz) en 1608, comprueba que la corona española reconocía dos cabildos para dos ciudades diferentes, que en justicia y acorde a las costumbres de la época adoptaron nombres diferentes. Esto unido al acrecentamiento del territorio de la alcaldía mayor de Veracruz La Vieja con sede de su alcalde mayor en la ciudad de Veracruz (después pueblo de La Antigua) con la anexión de Misantla en el siglo XVII y el pueblo de San Carlos en el XVIII, demuestran la existencia de un cabildo independiente de la Nueva Veracruz y que ese cabildo es el antecesor del cabildo actual del municipio de La Antigua, fundado en 1824 sobre el territorio de su vieja alcaldía mayor-subdelegación. En resumen, no hubo extinción del cabildo de la ciudad de Veracruz como argumenta la historia oficial. Por lo que un festejo de 500 años de fundación corresponde en justicia al pueblo y municipio de La Antigua y no a los actuales ciudad y municipio de Veracruz; en cuyas playas solo se realizó la fundación jurídica pero no se desarrolló la vida pública y política de la Villa Rica de la Vera Cruz, que en 1527, tras dos traslados de sus habitantes, pasó a ser renombrada como la ciudad de Veracruz a orillas del río Huitzilapan, donde permanece poblada hasta la fecha.

7. Jurídicamente a la luz de las leyes actuales, la actual ciudad de Veracruz tiene derecho a festejar lo que desee, aunque sea una versión falsa y se engañe a sabiendas a los ciudadanos, cuyos impuestos pagaran tales festejos. Pero no tiene legítimidad para hacerlo, pues carece de un estudio histórico que soporte éxitosamente la versión oficial, a la luz de tantos nuevos documentos históricos que han salido a la luz en esta década y cuyo contenido demuestra de forma inequívoca que es necesario rectificar y reescribir la historia de la ciudad, deformada por muchos mitos y datos insuficientemente investigados que se han dado por ciertos por cronistas e historiadores desde hace más de 50 años. Un acto de justicia histórica que además ayudará a superar las diferencias entre municipios, derivadas del mal conocimiento e inapropiado uso de la historia para justificar fines políticos y que en la practica afectan a los habitantes; como la disputa generada por el lema «Veracruz primer municipio de América» por el alcalde porteño Jon Rementería en 2008 y su uso para quitarle tierras al municipio de La Antigua, con el conseguimiento agriamiento de las relaciones entre ambas entidades, cuando en realidad tal título no le pertenece a ninguna y puede sustentarse esta verdad en documentos históricos en México, España y otros países americanos.

8. Rectificar la historia oficial dando a cada municipio lo que le corresponde en base a firmes evidencias no es desprestigiar, difamar, disminuir ni implica traición alguna a la pertenencia de la comunidad donde se nace, pues antes que nada, se nace mexicano y con un serie de responsabilidades como la ética profesional y la honestidad en el actuar tanto privado como público para con sus conciudadanos, y que acompañan al mexicano hasta su muerte. Corregir la historia que hasta ahora se ha aceptado y difundido, implica honrar esa ética y ser fiel al espíritu de verdad, legalidad y justicia que es el fundamento de nuestras leyes para una lograr una armoniosa vida en común. Tanto la actual ciudad de Veracruz como el pueblo de La Antigua tienen una historia gloriosa por méritos propios y probados a través de la investigación, no sustentados en mitos y leyendas. Corregir su historia, no hará que se vaya el turismo ni que les priven de fama, como muchos habitantes mal informados reclaman. No, es ubicarles en el correcto sitio que les corresponde dentro del proceso histórico de la conquista española y la conformación del país actual desde el siglo XVI. Ambas entidades tienen mucho que ofrecer al resto de la humanidad, pero solo se logrará si además de la voluntad política existe el claro deseo de los ciudadanos como mexicanos, de obrar con honradez por encima de títulos, cargos, premios, diplomas, medallas, prebendas, dinero y festejos. Además de aclarar que las tradiciones ciudadanas no solo pueden cambiar, también pueden extinguirse o evolucionar conforme a la veracidad científica, pues no son dogmas religiosos ni obedecen siempre a la una voluntad popular que muchas veces se menciona pero a la cual en la práctica no se consulta y en cambio, se le manipula. El argumento de obedecer la voluntad o tradición «popular» no siempre es veraz ni correcto y corresponde a las autoridades asesorarse apropiadamente y contemplando todos los puntos de vista, para encauzar debidamente lo que se debe hacer sin apegarse a los intereses muy particulares de ninguna asociación u institución y privilegiando que los recursos públicos se inviertan con honradez y apegados a la legalidad.

Es un paso más para escribir la historia captando sus muchas complejidades humanas, políticas, jurídicas y no la épica que simplifica los hechos y glorifica a personajes y ciudades, convirtiéndolos en ídolos de bronce intachables e incuestionables por un nacionalismo mal entendido.

Cobertura fotográfica de Ana Andrade.

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