* SE TAMBALEA EL FRENTE AMPLIO ENTRE PAN Y PRD


Por Raúl González Rivera
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HASTA CUÁNDO EL CAOS
VIAL EN LA CIUDAD

Por Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

Un fenómeno que no es reciente, porque se da de manera permanente es el caos vial propiciado por la falta de elementos que vigilen el tránsito vehicular y, por supuesto, la semaforización que cayó en un estado de irregularidad imposible de recuperarse, ya por espacio de varios años.
La circulación vehicular es tremendista a toda hora del día.
Como en ninguna otra capital de los estados circunvecinos, el paso de vehículos de motor se realiza sin ningún control, ninguna vigilancia y menos aun que la semaforización marque su tránsito.
El corazón de la capital es el que más sufre un abandono de esta naturaleza.
Los semáforos apagaron sus colores verde, amarillo y rojo. Ninguna autoridad edilicia ni de tránsito del estado rinde alguna explicación al respecto. Empero, los transeúntes tienen que jugársela a la manera de los toreros para cruzar Enríquez, Carrillo Puerto o Primo Verdad. Empero, con todo y sus «verónicas» bien realizadas, siempre está latente el riesgo ante el acoso de un automovilista malhumorado o ebrio que se decida a correr como lo hacen algunos sobre las principales calles de Xalapa.
Algo pasa en linderos de las instancias responsables de cuidar el tránsito de personas y vehículos de motor, que sigue siendo un verdadero conflicto. La circulación de autobuses en las estrechas y congestionadas arterias públicas es una constante que igualmente exhibe potencialmente la expectativa de que ocurran siniestros y otros accidentes y colisiones con saldos que necesariamente tienen que ver con las pérdidas materiales y, por supuesto, la vida misma de los peatones, en primer lugar.
Ninguna autoridad responde al clamor que se generaliza de los ciudadanos de esta capital, cuando insisten en conocer la realidad que acompaña a la titularidad de tránsito. Los agentes brillan por su ausencia, los semáforos se apagaron y la circulación vehicular por las estrechas arterias públicas simplemente se multiplica al mil por ciento cotidianamente.
Los patrulleros andan persiguiendo a los transportistas que se dejen bajo el artificio de que están rodando sus unidades en horarios hábiles sobre la avenida Lázaro Cárdenas, pero de ello a cuidar que el paso de unidades automotrices y de personas se realice coordinadamente, nada.
La mayoría se lamentaba del operativo de vigilancia que ejercía tránsito del estado a través de los aparatos de medición de velocidades instalados sobre la rúa que cruza a Xalapa rumbo al puerto de Veracruz o la ciudad de México, según sea el caso, pero ahora, las mayorías exigen que se controle a los automovilistas bárbaros, que gustan de imprimir a sus vehículos velocidades prohibidas en cualquiera de nuestras ciudades del interior del país, pero que aquí parecieran gozar de absoluta impunidad.
Lo cierto es que el edil que debe ver por el tránsito en la ciudad, guarda celoso silencio y el alcalde Américo Zúñiga no puede hacerlo todo él solo, sobre todo cuando tiene que cumplir con compromisos nacionales por encargo de las filiales de alcaldes conformadas desde hace varios trienios en este país. Y tránsito del estado se reserva con vistas –observan algunos– porque deberá presentar un proyecto que eleve a la entidad a la categoría de los estados más desarrollados de este país. Esperemos.

* A BRAVATAS DE TRUMP,
DÉBILES RESPUESTAS

Si el presidente Donald Trump asegura que todo lo malo le ocurre a los norteamericanos, luego de haber pactado el TLCAN hace poco más de 20 años, bueno, una respuesta directa y concreta tendría que ser y que con dignidad patriótica condena al ostracismo también al estado yanqui.
Primero como candidato a ocupar la Casa Blanca y ahora como mandatario del país más poderoso del mundo, el presidente Donald Trump arremete acusando que el TLCAN ha sido desastroso para los yanquis, que está pensando en suspenderlo y que sólo ha beneficiado a los mexicanos y canadienses. Obvio es que los negociadores gringos piensen diferente a su presidente.
Empero, la respuesta de la cancillería azteca ha sido muy débil, aduciendo que no habrá tal ruptura y que a los gringos corresponde decidirlo.
Los economistas más avezados coinciden en que la relación trilateral vía el TLCAN le permite a México y Estados Unidos tener un intercambio comercial de poco más de mil seiscientos millones de dólares diarios, así que no resulta fácil decir que hay que desbaratar un acuerdo del cual ambos países sacan una raja extraordinaria.
Nomás los veracruzanos envían a Estados Unidos alrededor de mil 600 millones de dólares en aguacates a la Unión Americana. Y no se dice más de la mano de obra barata de que siguen aprovechando los norteamericanos con la pizca y cultivos que siembran, cosechan y comercializan los campesinos y obreros mexicanos radicados en las distintas ciudades gringas.
Empero, la bravata que endereza Trump contra México y los mexicanos, no cesa. Es una metralla a la que en igualdad de condiciones habría que responder la nación azteca. Y lo más preocupante que Trump no sólo lo diga en el común discurso que expresa todos los días ante los yanquis, sino que de igual forma lo hace a través del Twitter y el resto de las redes sociales.
No puede ser que el país siga esperando que el corte final sobrevenga, sobre todo cuando la segunda ronda de negociaciones está por celebrarse los próximos días en México.
El régimen y particularmente la cancillería a cargo de Luis Videgaray, han cuidado rigurosamente todo cuanto sucedió en un primer encuentro entre negociadores del acuerdo comercial, allá en los Estados Unidos de Norteamérica, lo que da pie a presumir que cosas peores bien podrían sobrevenir en un porvenir inmediato o de las que los mexicanos simplemente no quisieran saber.
Empero, hay quienes insisten en este lado del río Bravo, que la respuesta contundente a los dichos de Trump por parte de México siguen siendo débiles, lo que podría doblegar al país en un tramo de una verdadera confrontación, lo cual no conviene a ninguno de los dos países, pero si la nación azteca quiere, o saca la mejor raja, o responde con la valentía, el honor, el patriotismo que ya no aparece en ningún discurso mexicano, para darle con un soplamocos a la catarata de adjetivos no menos repugnantes como son los que endereza el Tío Sam hacia su dilecto socio, pero vecino distante y jamás hermano, como lo apuntara recientemente la embajadora Jacobson.

* SE TAMBALEA EL FRENTE
AMPLIO ENTRE PAN Y PRD

No se necesita tener una bola de cristal para ver a través de ésta, que el frente amplio pactado entre PAN y PRD está por resquebrajarse.
A diferencia del ex partidazo que cuenta con alguna reserva electoral con algunos grupos de campesinos y obreros mexicanos y de que Morena se ha consolidado como la primera fuerza partidaria en la república, los panistas y perredistas no pueden cantar ninguna victoria, si las cosas persisten como se dieron sobre todo el último fin de semana.
Primeramente, se sabe perfectamente que el PRD anda dando tumbos y que el único y último bastión que ostenta hasta ahora es la ciudad de México, inclusive con un jefe de gobierno quien sigue sin decidir aún por declararse como socio o militante de alguno de los membretes partidarios existentes.
Alejandra Barrales llegó tarde a la invitación que traía en su bolso, consistente en invitar a AMLO a formar parte de ese frente amplio, porque lo hizo tras de celebrarse la elección más compleja como fue la celebrada en el Estado de México.
Su tardanza le provocó la necesaria exigencia de buscar alianza con el PAN y anunciar que también ingresarían mexicanos sin partido ni credo político, lo cual ha resultado muy incierto, porque tampoco Cárdenas Solórzano se habría prestado, siendo este personaje uno de los que más han condenado la combinación albiazul con el perredismo.
Sin embargo, a la distancia, las acusaciones elevadas por socios priistas en contra de Ricardo Anaya, en el sentido de haber forjado éste una fortuna personal de fábula y que ha compartido con familiares de su esposa, lo que ha provocado un verdadero escándalo entre políticos y partidos, amén de que el PRD no las tiene todas a su favor, a sabiendas de que sólo yendo en alianza ha podido seguir respirando como tal en el grueso de la república.
Así que mientras el líder nacional del PAN destraba la alerta que ha puesto al rojo vivo los ánimos entre socios del partido albiazul, los perredistas, ídem, ante el empuje de Morena para arrebatarle en la próxima contienda electoral el gobierno de la ciudad de México, el cual a todas luces el partido Morena y Claudia Sheinbaum estarán en condiciones de ganar con todas las de la ley en las urnas electorales.
Las cosas en mentideros del PAN están de los mil diablos. Luis Derbez aparece como un tirador serio para cobijarse con las banderas del partido albiazul. Rafael Moreno Valle comienza a escuchar tamborazos que llaman a guerra, por aquello de que realmente busque candidatura con el membrete conservador.
Margarita Zavala, a quien su coordinador y jefe de campaña, Felipe Calderón, pinta como la candidata idónea para vestirse con los colores del partido azul y blanco, pero todos ellos tendrían inicialmente que rebasar el tremendo obstáculo que representa precisamente el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, personaje al cual se anuncia que van a seguir ventaneando con más cuitas de las que le acaban de colocar como adorno tras una década de operar desde filas del membrete en cuestión. Al tiempo.

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