PARA QUE TAN AMPLIAS LAS
BANQUETAS EN CALLES ANGOSTAS

Una pregunta se hacen decenas de ciudadanos que gustan inclusive de caminar por las calles de la ciudad consiste en saber de boca de los expertos encargados del programa de movilidad urbana, porque dejarán tan amplias banquetas en las calles angostas, donde apenas si pueden circular dos vehículos en una misma dirección en el corazón de la ciudad.
Inclusive sobre la calle de Dr. Lucio, se había hecho una ampliación que nadie ocupaba y ahora se multiplicará mucho más, bajo el supuesto de que dicha obra se hará para el interés del mayor volumen de peatones, siendo qué si son estudiantes, docentes y burócratas, se presume que en horas hábiles todos están trabajando o estudiando.
Una ciudad que percibe como son montones de peatones, los que asumen las arterias públicas que lindan con el corazón de la misma, igual quiere decir, que la holganza es de tal magnitud, que los espacios de sus banquetas en ese sentido, tienen necesariamente que ser ampliadas en un máximo. O dicho en otras palabras, son jóvenes una mayoría de quienes se apostan en la arteria pública, confiando en que sean llamados por alguno de los patrones, tras haberse dado a la búsqueda de un empleo.
Especialistas en materia de ciencia política, procedentes de la universidad Complutense de España, tienen la certidumbre de que una ciudad que cuenta con monumentales banquetas, se debe a que sobre ellas transitan miles semanal o mensualmente, que están al acecho de un empleo, una inscripción en la escuela donde le negaron su acceso o son simplemente personas dedicadas a la vagancia y que justifican su permanencia en las calles del centro histórico de la ciudad, para esperar a que se produzca el milagro de que pronto va a obtener un lugar para ocuparse laboralmente o que la escuela de su aspiración, le abra las puertas que aparentemente había encontrado cerradas.
De otra forma no se entiende por ninguno de los observadores de ese cambio en el corazón de Xalapa, ya que las calles son angostas, los arroyos para la circulación vehicular apenas si lo permiten, las banquetas son amplísimas, al grado de que estéticamente pierden su atractivo y la cantidad de transeúntes es tal, que a la par surge la pregunta de rigor, de por qué esos ríos humanos, cuando las exigencias de gobierno, escuela y empleo, están cubiertas, se dice, sobre todo ante solicitantes de un empleo, la escuela o un puesto dentro de la burocracia.
Más aún porque para los observadores de este presunto cambio en la fisonomía citadina, son tantos los vehículos de motor que circulan en la ciudad, para los cuales los estacionamientos públicos son insuficientes, muy caros, corresponden a espacios improvisados, abiertos a cielo raso y carentes de poder brindar alguna seguridad a los propietarios de los automóviles que guardan por hora, días o semanas, y por añadidura insuficientes, optando numerosos conductores por utilizar zonas específicas de la calle, con el riesgo de que se cruce en su camino una de las sagaces grúas, que andan a la caza de los pesos y centavos, más que armonizar el tránsito de personas y automóviles. Sustento este último seguramente argumentado por autoridades edilicias para llevar a cabo la construcción de banquetas tan amplias como el horizonte, pero sin que oferten alguna estética forma, menos aún funcionalidad.
* CANCELACIÓN DEL DACA,
UNA CRUEL MANIOBRA DE TRUMP
Los odios y rencores que tanto combatió con el discurso don Agustín Acosta Lagunes recrudecen con singular crueldad pero ahora por parte de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de Norteamérica en contra de los 800 mil jóvenes de ambos sexos, que nacieron prácticamente sobre suelo yanqui, que siguen estudiando o tienen una ocupación laboral, en el lapso de seis meses próximos deberán ser repatriados a este país.
La noticia es terrible.
Nos confirma que Trump se mueve más por los odios y rencores, que operar como un jefe de estado con inteligencia, la sabiduría de los grandes estadistas que hace mucho no se ven en ninguna parte del planeta tierra.
Si la expectativa de cortar con el TLCAN está a la vuelta de la esquina, la medida u orden que acaba de dictar el magnate Trump no encuentra paralelo.
Son 800 mil muchachos, que nacieron o desde muy pequeños, fueron a radicar en ciudades yanquis, que más tarde allí se formaron escolarmente, pues estudiaron su primaria, secundaria, bachillerato y una carrera profesional, consiguiendo consecuentemente un empleo, lo que les permite que tengan una sobrevivencia digna y puedan ayudar al sostenimiento de sus progenitores, como lo hacen en numerosos casos.
Sin embargo, se trata de ochocientos mil jóvenes capaces, preparados y honestos, que no enfrentan ningún cargo criminal y por añadidura, con excelente hoja de servicios profesionales, quienes ahora se verán obligados a ser repatriados a territorio azteca, su país original, al cual una mayoría aplastante ignora cómo se vive, qué pueden hacer escolar y laboralmente.
Hay ejemplos de estos jóvenes profesionales, que retornaron algún día a su país de origen, que es México, que intentaron reincorporarse al tren de vida de los mexicanos que siempre han estado habitando estas tierras, pero que al no poder compactar ninguna de sus vocaciones y apetitos de progreso, se regresaron a Estados Unidos.
Por supuesto que estos ochocientos mil jóvenes, para nada pretenden volver a México. Estos han referido que iniciarán una batalla legal, con el fin de encontrar la autoridad, empresario o político que pueda abanderar su lucha, por la reivindicación de un derecho, consistente en poder vivir en la tierra que más les plazca o que mejor les haya aceptado. Para la consecución de sus objetivos, tendrán exactamente seis meses por delante, los cuales arrancaron con sendas manifestaciones de protesta realizadas por estos jóvenes en las principales ciudades gringas.
Al momento, se ignora si alguna autoridad diplomática, o encargado de consulado alguno sobre territorio gringo, se haya puesto a la cabeza de este movimiento, porque a los profesionales de estreno y estudiantes de los distintos niveles escolares allá en la unión americana, tiene con los cabellos erizados.
Pues si de algo están convencidos ochocientos mil jóvenes, es que por ningún concepto desean volver a tierras aztecas. Su formación educativa y anhelos profesionales y personales los cifran en cualquiera de las ciudades gringas.
* MÁS CÁMARAS DE VIDEO VIGILANCIA,
PERO AL MOMENTO QUÉ HAN LOGRADO
A un costo de poco más de trece millones de pesos, Xalapa tendrá cámaras de vigilancia por video a sus cuatro costados, porque en este sentido a ninguna de las colonias se le podría dejar fuera.
Sin embargo, es la hora en que se ignora cuántas de esas cámaras ya esté en operación y menos aún se sabe que gracias a que los videograbados permitieron dar con la identidad de presuntos pelafustanes robando o atracando en la calle o la residencia o morada más asaltadas en lo que va del año de 2017.
Se dice lo anterior, porque la voz en la calle asegura que nadie ha sido atrapado porque una de las cámaras en cuestión lo hubiera detectado, cometiendo una felonía. Cabría la explicación de saber la ciudadanía si detrás de una captura de imágenes por dichas cámaras, se activará alguno de los comandos policiacos, o qué ocurrirá, porque a detalle, nada de cuanto se asegura que brindará la autoridad como garantía de seguridad pública, se ha dicho.
A la manera de reto o simple circunstancia, aquí en Xalapa, la criminalidad cobra cuando menos una vida diaria, la de un potencial ejecutado o acribillado. Sin contar en este paquete a los cientos de vecinos que sufren el robo en su casa-habitación, sin que se tengan a ciencia cierta nada sobre el paradero o identidad de él o los asaltantes. Porque tampoco presentan ninguna denuncia o querella, por aquello de que el fiscal de turno no le haga caso, o menosprecie su acusación que queda allí reservada en alguno de los archiveros de la dependencia.
Se podría asegurar que lo ocurrido al ratero que intentó robar y acabó matando al encargado de un pequeño negocio sobre la calle de Chedraui Caram, aquél al tratar de darse a la fuga fue visto, perseguido y atrapado, no por la policía ni las cámaras de videograbado, sino por un grupo de trabajadores que conocían a la víctima mortal de este al negocio, donde este se encontraba como su encargado, así que al asaltante lo avistaron, luego lo persiguieron lograron su capturarlo y entregaron finalmente a las autoridades policiacas. Por supuesto había que darle seguimiento al asunto, porque bien podrían los fiscales dejar en libertad al presunto pillo en solo cuestión de horas.
Es cierto que los regidores representan legalmente a la sociedad, pero generalmente estos pasan desapercibidos, no los conoce nadie ni saben qué hacen, así que valdría la pena que se empleará una cadena de orientación y se explicara todo acerca del funcionamiento de las cámaras de videovigilancia, qué deben hacer tras de descubrir a ladrones o criminales y saber si las policías y los fiscales, estarían coordinados, para verle el final feliz a esta trama de pillos y sabuesos del orden público.
