- AMLO cambia su retórica
- La “gente” se lo pidió
- Acotar la corrupción
- La austeridad que viene
Por Adolfo Roberto Pérez Valdés

El candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, ha dado un giro inesperado a su discurso o retórica crítica, misma que es una constante o rasgo distintivo en su trayecto como líder opositor.
Ante representantes de diversos medios informativos divulgó que, a petición de la “gente o simpatizantes”, ya no llamará mafia del poder a quienes tienen hasta ahora la conducción del gobierno.
Y dijo que coloquialmente se referirá a ellos como la Cúpula del poder o los más beneficiados. Remito al lector a los enlaces informativos al final del texto.
Es muy significativo este cambio o giro en su retórica como opositor.
Retórica de terciopelo o light
La diferencia conceptual o lingüística entre Mafia o Cúpula está fuera de duda. En este giro retórico subyace un reconocimiento pragmático; la real incapacidad del Estado para someter y limitar la actuación de una extendida criminalidad en nuestra sociedad.
Por supuesto, el giro conceptual en su retórica no debe entenderse que Andrés Manuel haya realizado un pacto con esa Cúpula, Pináculo, Élite o los más beneficiados del Poder.
Más bien obedece a un propósito de persuadir o maniatar, por adelantado, al unánime clamor de millones de mexicanos que padecen el flagelo de la violencia, el bandidaje y la insultante opulencia de la Casta, Cúpula, Élite o Pináculo que medra en los gobiernos.
El unánime clamor de millones de mexicanos agraviados es procesar y sancionar legalmente a los criminales. Sin embargo, el Poder Judicial está profundamente comprometido por su propia descomposición.
La estructura judicial no tiene la capacidad para mitigar el clamor de justicia, allí existen otros intereses prevalecientes conformados por un nepotismo hegemónico. Remito al lector al polémico informe dado a conocer en 2017, en el cual se evidencia la corrompida estructura que permea al sistema de justicia nacional.
De triunfar en las urnas y asumir la titularidad del poder ejecutivo, Andrés Manuel no desgastará su sexenio en someter a la criminalidad reinante. Sabe que tal reto implica un proyecto de generaciones y una reconstrucción de la república que no está en sus consideraciones. Ni tampoco en la “gente o simpatizantes” a quienes escucha.
Acotar la endémica corrupción
Otra constante retórica de López Obrador ha sido que pondrá coto a la endémica corrupción gubernamental. Este renglón en especial, correspondería a la Secretaría de la Función Pública y a los órganos internos de control de cada dependencia.
La actuación en la administración de Peña de ese ente “vigilante” fue verdaderamente de chiste, nadie cree que dicha parte del gabinete legal que está subordinada y es designación directa del titular del ejecutivo, sea en realidad garante de ejercer un escrutinio del comportamiento lícito de los funcionarios y servidores públicos.
Su resolución sobre la Casa Blanca y las propiedades de Videgaray, son un monumento descomunal al cinismo de las conductas más emblemáticas de la endémica corrupción.
La austeridad por venir
La emergencia de un gobierno de coalición, emanado del acuerdo electoral entre MORENA-PES-PT conllevaría la realización de un programa de austeridad que enfrentará muchos disgustos de la Casta, Cúpula, Cofradía, Pináculo, Élite o los más beneficiados (la ex mafia del poder) de los presupuestos de cada dependencia.
Pero eso es algo que se desea y anhela por parte de El Tigre cuya hambre no ha sido saciada desde hace decenios.
Enlaces informativos de consulta:
http://www.proceso.com.mx/494903/consejo-la-judicatura-analizara-reporte-nepotismo
https://www.animalpolitico.com/2017/07/jueces-magistrados-nepotismo-familiares/
@adolfoperez58
Publicado en: https://incrospido5.wordpress.com/2018/03/17/de-mafia-a-cupula/
