CARTA ABIERTA
C. Directora de la Facultad de Derecho, UV.
A las Barras, Colegios y Asociaciones de Licenciados en Derecho.
A la comunidad Universitaria de la Facultad de Derecho.
Nunca podré explicar por qué me hice abogado, solo se que desde mi lejana juventud anide el propósito de alcanzar este grado universitario.
Así, con la vertiginosa prisa que lleva el tiempo pasaron los años, y de pronto, ahí estaba mi amada Escuela de Derecho y mi Título para ejercer la profesión de Licenciado en Derecho.
Tras cinco años de vida universitaria (67-71) y cuarenta y cinco anualidades más, tres de ellos protagonista legislativo y otros muchos más en calidad de testigo de los cambios que se fueron dando en el país con la participación de todas las corrientes del pensamiento político en el concilio de los diputados y senadores de donde surgieron hasta antes de 2018, el sistema de leyes que propiciaron las condiciones para que el país pudiera transitar en paz, con progreso y estabilidad social.
Desde ese año -2018- a la fecha han transcurrido solo siete calendarios suficientes para destruir el basamento de la república, sus principios democráticos, la igualdad ante la ley, el principio Pro-persona, la sustitución del poder judicial de carrera por uno de utilería que nadie respeta del que ya hemos constatado su ignorancia en la materia y; en proceso de aniquilación el derecho de amparo contenido en la Iniciativa de reforma a la Ley de Amparo iniciada en el Senado de la República.
En ella, la Ejecutiva propone limitar el interés legitimo y los alcances en la ejecución de las sentencias que se dicten. Esto pone en jaque a la tutela constitucional que nos ampara y proteje contra todo acto arbitrario de autoridad que vulnere la vida, el honor, la libertad, el patrimonio, el derecho a la defensa por afectaciones sociales como es el caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y, al medio ambiente como fue el caso de la destrucción de la selva de la riviera maya.
Da la impresión,sin embargo, que la Nomenclatura puso a caminar las manos del reloj en sentido inverso al de la historia con la demolición de la fortaleza de nuestro régimen constitucional para poner de rodillas al ciudadano frente al poder del estado.
En tanto reconstruimos las bases de la república y se restituye el equilibrio de la justicia, como abogado, viviré de luto en mi Título por la muerte del derecho de amparo.
Xalapa, Ver., a 13 de setiembre de 2025.
Lic. Cirilo J. Rincón Aguilar.

